Una
zafra con problemas
Lic. Oscar Espinosa Chepe, Economista Independiente
LA HABANA, noviembre - La zafra azucarera 2000-2001 comenzará dentro
de pocas semanas. Pero de la información revelada por medios de difusión
oficiales, se deduce que probablemente no alcanzará el modesto monto
logrado en la pasada contienda de aproximadamente 4,0 millones de toneladas.
Los factores que avalan este pronóstico son varios. Entre ellos está
el deplorable estado de los ingenios, la maquinaria y el transporte para el
corte y el tiro de la caña, debido a una falta acumulada de mantenimiento
y reposición de equipos obsoletos; el mal estado de los caminos cañeros;
la carencia de fuerza de trabajo y la poca estimulación para el personal
aún permanente en la actividad; y, sobre todo, el déficit de
disponibilidad de caña para moler a causa de los bajos rendimientos por área.
Este último elemento es el más importante, y según los
estimados efectuados, las existencias de la gramínea están por
debajo del año pasado, en particular en las provincias de Camagüey,
Las Tunas, Ciego de Avila y Cienfuegos, todas de gran incidencia en la
agroindustria.
En Matanzas, provincia de rica tradición azucarera y una de las que
posee las tierras más fértiles del país, se ha reconocido
que 56 unidades productoras cuentan con menos de 30 mil arrobas de caña
por caballería (25,40 Toneladas Métricas por hectárea -
TM/há) y la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC)
Vellacino, perteneciente al Complejo Juan Avila, sólo promedia 11 mil 200
arrobas por caballería (9,4 TM/há) para ubicarse entre las tres
peores UBPC de la Isla.
Este crítico panorama no es privativo de Matanzas, ya que
nacionalmente hay 289 unidades productoras con rendimientos inferiores a las 30
mil arrobas. Los rendimientos nacionales de todas formas son muy bajos, obteniéndose
alrededor de 40 mil arrobas por caballería (33,8 TM/há), muy
inferior al promedio a nivel mundial, que según la FAO es superior a las
60 TM/há.
Ello en parte es consecuencia de la sequía existente el presente año,
y de la carencia de insumos básicos como fertilizantes, herbicidas,
combustibles, etc. Sin embargo, las causas fundamentales han sido la mala
calidad de las siembras de caña efectuadas en períodos anteriores,
la deficiente atención a los retoños, el intenso enyerbamiento de
las plantaciones, el desfavorable aprovechamiento de la jornada laboral y un
casi inexistente autoabastecimiento en muchos lugares que unido a la falta de
alicientes salariales hacen que la motivación en la producción
azucarera sea prácticamente nula.
Si a estos funestos antecedentes en la próxima zafra se sumara una
temporada climática nada más que normal, con el inicio de las
lluvias a mediados de abril en la mayoría del territorio nacional, la caída
de la producción con respecto a la pasada podría ser altamente
significativa. Debe señalarse que un elemento decisivamente positivo en
la pasada zafra fue un clima muy seco, el cual permitió el corte y el
tiro de caña hasta fines de mayo.
Las autoridades todavía no indicaron el número de centrales
que molerán. Dadas las mermadas disponibilidades de caña, resulta
probable que aún sea inferior a los 110 que lo hicieron en la zafra
1999-2000. Estas inciertas perspectivas que deberá afrontar la primera
industria, y fundamental generadora de rubros exportables, en los próximos
meses, evidencian la ausencia de credibilidad de la retórica oficial
sobre la supuesta recuperación azucarera y de la economía cubana
en su conjunto.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|