Recuerdos
del "Plan Campesino"
Alina Gonzalo García, Cuba-Verdad
CIENFUEGOS, noviembre - Durante la década de los años sesenta
la zona central de Cuba fue escenario de una serie de enfrentamientos armados
contra el gobierno de Fidel Castro, que en 1959 llegó al poder mediante
la insurrección armada. Muchos compatriotas de la región del
Escambray que participaban activamente en esas guerrillas anticastristas
murieron. El poblado Aguada de Pasajeros también fue parte de aquella
escena de dolor y muerte.
El régimen de Castro usó la táctica de aislar a
aquellos combatientes. Para ello desterró del lugar a los campesinos que
pudieran ayudarlos. Aquel destierro, para que no sonara a maltrato, lo nombraron
"Plan Campesino" y por él los agricultores del centro del país
fueron trasladados y retenidos en La Habana, Camagüey y Pinar del Río.
No había excepciones. Mujeres y niños eran sacados de sus tierras,
mientras que la mayoría de los hombres fueron enjuiciados.
En abril de 1963, días después de la desaparición física
de Filiberto Gonzalo García (conocido como "El Asturianito"),
jefe del grupo armado que combatía en El Pesquero, y de la muerte de su
hermano Dionisio Gonzalo García y del padre de ambos, José Ramón
Gonzalo Teja, de 70 años y ciudadano español; el resto de esta
familia, o sea las campesinas y los niños fueron llevados para la capital
de la Isla y confinados en la barriada de Miramar.
El traslado ocurrió una tarde de abril. Mujeres y menores, incluyendo
un recién nacido, fueron transportados en un camión soviético
de combate marca ZIL. La lluvia los mojó en todo el trayecto hasta la
carretera que conduce al barrio Real Campiña, donde fueron metidos en los
ómnibus que los llevaron para La Habana. Los oficiales al frente de esta
operación comunicaron a las mujeres que habría "de todo",
por lo que fueron conducidas sin ropas ni alimentos hasta la calle 10 #505, en
Miramar.
Cuarenta personas convivieron en esa casa de dos plantas. Sala amplia, un baño
y la cocina, donde vivía Margarita la cocinera e Isabel, que tenía
a cargo la vigilancia, conformaban la parte baja de la edificación. En la
planta alta había otro baño y una habitación donde permanecían
los detenidos.
En cuanto a las visitas, sólo eran permitidas una vez al mes,
exclusivamente a familiares y por espacio de una hora.
El régimen impuesto a esta familia era el siguiente. Todos eran
despertados a las 6 de la mañana. Sólo podían desayunar los
menores. Media hora después tenía que comenzar la limpieza de la
casa-prisión, actividad que se extendía hasta las 12 meridiano. El
resto del tiempo eran obligados a permanecer en la habitación.
Un año estuvieron encerradas esas personas en el número 505 de
la calle 10. Al regresar a su lugar de origen tuvieron que procurarse nuevas
viviendas como pudieron. Sus fincas y todas sus pertenencias fueron confiscadas
por el gobierno de Castro. Las mujeres que no pudieron conseguir un nuevo hogar
se emplearon de criadas en casa de otras familias. Los hombres habían
sido condenados a 30 años de cárcel.
Entre las familias que sufrieron encarcelamiento y Plan Campesino se
encuentran los Morejón y Araujo, de la finca "Guanito", así
como los Guerreiro, los Rodríguez, los Ojeda y los Castro, todos de la
barriada Real Campiña.
Varios sobrevivientes de la familia Gonzalo y de otras se encuentran en el
exilio; otros, en la Isla. Ellos son testimonio viviente de los tratos crueles,
inhumanos y degradantes del régimen de Fidel Castro.
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