Rudesindo en cólera
Manuel David Orrio, CPI
LA HABANA, noviembre - La paz del pasillo que da acceso a la puerta de mi
apartamento rentado finalizó al mediodía. Rudesindo, mi vendedor
de periódicos preferido, irrumpió por mis nuevos lares y provocó,
con su bronca voz, terror en la perra de mi curvilínea vecina. Lassie, la
pobre, temblaba y ladraba. Apenas sin saludar, apenas sin darme tiempo para
ofrecerle el acostumbrado café, Rudesindo esgrimió un ejemplar del
diario oficioso Granma, publicado el 11 de noviembre.
- ¡Ven acá, compadre! ¿Tú crees que yo puedo
aceptar esto? -interrogó.
Un dedo índice del grosor de un mango de escoba apuntaba hacia un
reporte: de acuerdo con el ministro del Trabajo y Seguridad Social, 96,2 por
ciento de la Población Económicamente Activa o Laboralmente Activa
(PEA) se encuentra empleado. Rudesindo, lector enfebrecido de la prensa
oficiosa... y de mi serie de artículos sobre el "misterio de la
población ocupada", demandaba aclaraciones. A punto estuve de enviárselo
envueltico en celofán al ministro Morales Cartaya, treinta años
atrás mi profesor de biología en la escuela secundaria. Y bueno,
que conste.
La cólera de Rudesindo tiene sus motivos. Ocupación como la
declarada no parece corresponderse con la evolución del empleo, de
seguirse los vericuetos de las estadísticas oficiales. Para modelo ecónomico
como el cubano, signado por su carácter extensivo, el crecimiento del
producto interno bruto (PIB) guarda relación proporcional con el del
empleo. Si en agosto del corriente el vicepresidente Carlos Lage anunció
un ascenso del PIB durante el primer semestre de 7,7 por ciento, respecto a
igual período del año enterior, parece obligado declarar aumento
de la ocupación, llueve, truene o relampaguee. De idéntico modo,
si no crece ésta, ¿cómo asciende el PIB?
- Crecemos, pero no lo vemos -ironiza Rudesindo.
Un análisis de la evolución del empleo a partir de las cifras
oficiales publicadas por la prensa oficiosa, continúa llamando la atención
sobre contradicciones no precisamente aportadoras de credibilidad, excepto en el
indicador PEA, caracterizado por una estabilidad ratificada por Morales Cartaya,
al apuntar un monto total de la misma de unos 4 millones 500 mil personas, para
un crecimiento de un poco más de 16 mil individuos entre 1995 y el
reporte que encolerizó a Rudesindo, razón por la cual ese dato
puede utilizarse para estimar que la PEA de 1998 se mantuvo relativamente igual
a la dicha por el ministro, y así mostrar el cuadro siguiente, contentivo
de sorpresas contradictorias, todas encontradas sobre la base de los datos
gubernamentales y de los cálculos derivados de dichos números.
Nada de matemáticas superiores. Aritmética de bodeguero, y véase:
CUADRO 1: EVOLUCION DEL EMPLEO 1995-2000
INDICADOR |
UM |
1989 |
1995 |
1998 |
2000 |
Pob. Econ. Activa |
Mpers. |
4728,2 |
4483,6 |
4500,0 |
4500,0 |
Población Ocupada |
Mpers. |
4355,8 |
4131,0 |
3753,6 |
4329,0 |
Tasa desocupación |
% |
7,87 |
7,86 |
16,6 |
3,8 |
FUENTES: CEPAL, Oficina Nacional de Estadísticas
de Cuba, Granma de 13 de noviembre de 1999, de 11 de noviembre de 2000 y cálculos
del autor.
Rudesindo no halla explicación a esa espectacular caída de la
Tasa de Desocupación del 2000 a ¡menos de la mitad! de la de 1989,
cuando ese escenario económico podía ser considerado como de pleno
empleo, y califica de "sospechoso milagro" el que la Población
Ocupada, tras disminuir en 337 mil 400 trabajadores entre 1995 y 1998 y
alcanzarse una Tasa de Desocupación estimable en ¡16 por ciento!
haya ascendido en 572 mil 400 personas en sólo dos años. Durante
el mejor quinquenio de la era de las subvenciones soviéticas, Cuba
necesitó de cuatro años para lograr aumento como ése.
Rudesindo se rasca la cabeza como si los piojos le atormentaran.
-¿Seré tan bruto? -dice, después de apurar el café.
El supuesto milagro de emplear casi 600 mil cubanos más en sólo
dos años conduce a una frase famosa: "¡chezchez la femme!"
Basta comparar en el cuadro siguiente a dos reportes de prensa oficiosa,
coincidentes en el dato oficial de una ocupación femenina que importa 43
por ciento del total; y advierto, como de paso: lo expresado por Rudesindo, tras
ver los números, no es publicable.
CUADRO 2: RECURSOS LABORALES SEGUN OCUPACION FEMENINA
EN EL 2000 REPORTADA POR LA PRENSA OFICIOSA (Miles de Personas)
FUENTE |
PEA |
POB. OCUPADA |
MUJERES |
Granma 11 nov. |
4500,0 |
4329,0 |
1861,5 |
Trabajadores 21 ago. |
No Disponible |
3295,3 |
1417,3 |
Diferencias |
----- |
1033,7 |
444,2 |
Más allá de inexactitudes propias del lenguaje periodístico
oficioso, bastante dado a semejante costumbre aritmética, aceptar como
buenos los datos gubernamentales significa admitir de milagros: en apenas tres
meses, se otorgó empleo a más de un millón de personas, de
ellas casi la mitad mujeres. ¡Ah, las estadísticas oficiales! ¡Oh,
el misterio de la población ocupada!
Rudesindo aspira una bocanada de humo, surgiente de una de esas tagartinas
infernales que gusta de adquirir en lo de Juana, la yerbera de la calle Zanja.
- Entonces, si la ocupación crece, ¿crece el PIB?
- Eso dicen -respondo, mientras me tapo los oidos para no escuchar el
portazo de despedida. Lassie, la perra de la vecina, ladra y tiembla a la vez.
Rudesindo atruena pasillo abajo, como cuando vocea para vender sus periódicos.
- ¡Candela, compadre, candela!
¡Vaya berrinche! Ni siquiera reparó en la vecina. Tan curvilínea,
ella.
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