Violento operativo contra presunto
sacrificio ilegal de ganado
SANTIAGO DE CUBA, 9 de noviembre (Luis Alberto Rivera, APLO) - Un individuo
nombrado Frank Larrea Cuello, fue detenido violentamente la semana pasada cuando
transitaba por la Carretera del Morro entre calle A y La Calera, en esta ciudad.
Larrea Cuello fue embestido por un hombre que lo agarró por el cuello
y, cuando lo estaba casi asfixiando, llegó al lugar un oficial del
Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), que manejaba una moto
marca Zuzuki, quien sacó su pistola, se la puso en la cabeza a Larrea y
le gritó: "¡Si te mueves te doy un tiro entre ojo y ojo!"
-declararon a la APLO varios vecinos del lugar que presenciaron el hecho.
Un grupo de personas trató de defender a Larrea Cuello, pero los
agresores les gritaban que nadie se metiera en el asunto, que se trataba de un
prófugo.
Algunos testigos del suceso aseguran que Frank Larrea Cuello no es un prófugo,
pero que era buscado por presuntamente haber cometido el delito de "hurto y
sacrificio ilegal de ganado", personas conocidas popularmente en Cuba como "matarifes
de vacas".
El hurto y sacrificio de reses, para posteriormente vender su carne en el
mercado negro, no ha podido ser erradicado por el gobierno de Cuba a pesar de
que sus legisladores aumentaron considerablemente las penas para ese tipo de
acto.
El asunto es que la compra-venta ilegal de carne de res es la única
manera por la que el cubano de a pie puede acceder a ese alimento, pues en las
tiendas dolarizadas los precios de dicho producto son impagables para el
trabajador promedio que cobra su salario en pesos. Por la libreta de
racionamiento casi nunca se vende esa carne.
Un reciente ejemplo de este fenómeno fue reportado por el periodista
Juan Carlos Garcell, de la APLO, desde el municipio Sagua de Tánamo, en
la provincia Holguín.
Allí, 70 personas fueron citadas para la estación de policía
local por estar implicadas en la compra ilegal de carne de res. A todos se les
impuso multas de 200 pesos.
Entre los compradores hay médicos, amas de casa, trabajadores y
mujeres embarazadas. Muchos de ellos militan, o militaban porque se desconoce
si fueron expulsados, en el Partido Comunista de Cuba.
"Estas personas - reportó Garcell - compraban la carne, y su número
iba en aumento, por la necesidad que existe de ingerir ese producto a fin de
alimentarse debidamente pues la cuota racionada que el Estado asigna a cada
cubano es insuficiente".
En o que va de año, a los pobladores de esa región oriental
del país no se les ha suministrado carne de res.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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