"Trabajamos descalzos como los
esclavos"
LAS TUNAS, 8 de noviembre (Juan Téllez Rodríguez, Agencia
Libertad) - Vladimir Zaldívar García, residente de Yeso Uno en el
poblado de Vázquez, en esta provincia, se presentó como el
responsable de una finca de 0,94 caballerías perteneciente a la Unidad Básica
de Producción Cooperativa (UBPC) Américo García, de Las
Tunas.
Zaldívar explicó que allí trabajan su esposa, él
y dos hombres más, y que reciben aproximadamente un salario de 7 pesos
por cada jornada de 10 horas. "Trabajamos descalzos, como usted puede ver,
en esta siembra de boniatos, porque no nos suministran ni zapatos ni ropa",
precisó el campesino.
Tomás Polo Castro es uno de los trabajadores de esa UBPC, tiene 25 años
de edad, y declaró que es un abuso lo que hacen con ellos. "Nadie se
preocupa por nosotros, trabajamos descalzos como los esclavos", dijo.
Más adelante, Polo Castro reveló: "La alimentación
es pésima: una bolita de pan y un poquito de leche en el desayuno; el
almuerzo y la cena es responsabilidad del "invento" (forma de decir
que indica que cada cual debe arreglársela como pueda)".
Benigno Gras Cuenca es quien ara la tierra de esa cooperativa, con bueyes
por supuesto, y dijo que él también trabaja descalzo porque nunca
le han dado ni vendido zapatos. "Tampoco ropa", aclaró.
Por su parte, Roberto Rodríguez Rodríguez, casi siempre se
dedica a labores de chapeo. El expresó: "Ni siquiera un machete me
proporcionan para realizar mis labores, el que tengo no sirve pues es muy pequeño".
Rodríguez, que lleva sus pies cubiertos, dice al respecto: "Los
tenis que llevo puestos son viejos, los resolví yo, nunca me han
proporcionado ropa ni zapatos para trabajar".
El gobierno comunista se ufana en los medios de prensa de que presta a los
trabajadores una eficiente "atención al hombre". Los que
laboran descalzos en esta UBPC de Las Tunas desmienten cada día, con
hechos, la palabrería de los discursos oficiales.
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