Maltratan a prisionero de conciencia
en la cárcel 1580
LA HABANA, 6 de noviembre (María del Carmen Carro, UPECI) - La madre
del prisionero de conciencia Carlos Oquendo Rodríguez está
indignada por el maltrato de que fue objeto su hijo en la prisión 1580
durante la visita reglamentaria.
Según Ana Luisa Rodríguez, madre del disidente, estuvo
esperando cinco horas para que le dejaran ver a su hijo, que fue el último
de los presos que sacaron a la visita.
"Después que trajeron a Carlos -reveló la Sra. Rodríguez-
éste pudo estar sólo cinco minutos conmigo; el tiempo no le alcanzó
ni para merendar un bocadito que le había llevado". Sin embargo, de
acuerdo a las normas internas que para los penales cubanos estableció la
Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones del Ministerio del
Interior, las visitas reglamentarias de los reclusos deben ser de dos horas.
La señora Rodríguez explicó que su hijo protestó
y le recordó a los funcionarios del orden interior (FOI) de ese penal que
él no era un preso común. "Yo soy un prisionero de conciencia
y, a partir de este momento, estoy plantado", afirmó Oquendo ante el
maltrato que le infligieron.
"Después que mi hijo protestó nos dieron cinco minutos más
de visita", precisó la señora Rodríguez, quien explicó
que había tratado de entregarle a su hijo un medicamento para los riñones,
pero las autoridades de la 1580 se lo impidieron.
"La doctora le dijo a Carlos que si en la calle estaba enfermo allí,
en la prisión, podía continuar así. Estoy muy preocupada
-señaló la Sra. Rodríguez- porque mi hijo ha bajado mucho
de peso".
Carlos Oquendo está encerrado en la cárcel 1580, situada en el
municipio habanero San Miguel de Padrón, desde el 9 de octubre por
organizar una huelga de hambre precisamente por la liberación de todos
los presos políticos y de conciencia.
Anteriormente había estado preso en Valle Grande, ocasión en
que Amnistía Internacional lo proclamó prisionero de conciencia.
Ahora el Departamento de la Seguridad del Estado pretende acusarlo de "escándalo
público" por una actividad que se desarrollaba dentro de su
vivienda, ubicada en el barrio de Santos Suárez, en esta ciudad.
Correligionarios de Oquendo llevaron a cabo ayer una jornada de ayuno de 24
horas donde exigían la libertad del preso de conciencia.
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