Elides J. Rojas L. el Universal.EUD.com. Caracas, miércoles 01 de
noviembre, 2000
Ya listo el superacuerdo en el que cambiamos petróleo por cualquier
cosa, a precios de oferta, a crédito y sin fiador, se procede a dar forma
a los anexos del tratado que convertirá a Venezuela y Cuba en el eje
comercial más importante desde los fenicios para acá. Veamos el
borrador.
Primero. Venezuela se compromete a vender a Cuba la cantidad de 20 mil
empanadas diarias, las cuales se discriminan de la siguiente manera: 5 mil de
cazón, 5 mil de carne mechada, 5 mil de queso y 5 mil de pabellón.
La remesa será mandada en el avión presidencial y se colocará
directamente en La Habana. Se fija en 300 bolívares el precio por unidad.
Por su parte, el Gobierno cubano se compromete, en caso de no tener dinero, a
cancelar la obligación con serenatas de tríos con no menos de 30 años
de experiencia. La Secretaría decidirá cómo distribuir las
actuaciones de los soneros en territorio venezolano. Se le dará prioridad
a los cumpleaños de miembros del gabinete y personalidades de la
Administración Central.
Segundo. Venezuela venderá a Cuba la cantidad de 10 mil kilos diarios
de dulces criollos distribuidos en paquetes surtidos de bienmesabe, coquitos,
cabello de ángel, golfeados, aliados y alfeñiques. Por su parte,
los antillanos se obligan a enviar un contingente de expertos en la preparación
de mojito, a objeto de adiestrar suficientemente a los chicheros de parques,
calles y plazas de todo el país. La sustitución del expendio de
chicha se hará progresivamente.
Tercero. El desarrollo del sector turismo se hará tomando como piloto
la experiencia de Varadero. Los técnicos cubanos desarrollarán un
plan que permitirá bajar hasta Naiguatá sin que le desvalijen el
carro. Este proyecto incluye el aislamiento de la zona con el fin de que los
nativos no tengan acceso al complejo. Venezuela, aparte de su muy famoso
potencial, aportará su mundialmente conocida habilidad para atracar y
estafar a visitantes desprevenidos.
Cuarto. Ambas naciones convienen en crear una escuela de formación
que haga de la acendrada costumbre cubana de estar pidiendo de todo y sin pena,
un verdadero arte. Cuba enviará 500 pedigüeños profesionales,
expertos en pedir pantalones, cigarrillos, perfumes, pañuelos, zapatos y
hasta ropa interior. Deben enseñar a los venezolanos a mendigar generando
la misma lástima que producen en la Isla, a objeto de que el visitante no
se sienta importunado sino más bien, por el contrario, crea que está
haciendo una labor caritativa con 'estos pobres hombres'. Esta estrategia
aliviará las cargas económicas del Plan Bolívar 2000.
Quinto. Dado el desmesurado avance mostrado por los medios de comunicación
cubanos, con tecnología de punta y novísimos sistemas de producción,
Venezuela enviará a 200 periodistas de prensa, radio y televisión
para que aprendan las diferentes técnicas de cobertura aplicadas, diseñadas
para evitar problemas con el régimen, especialmente las cuerizas verbales
de cada domingo.
Sexto. Un grupo de adecos y copeyanos, encabezados por Henry Ramos Allup y
Gustavo Tarre Briceño, recibirán en La Habana el conocido
tratamiento 'anticúpula podrida' que hará posible su reinserción
a la sociedad y su inscripción inmediata en el MVR.
Séptimo. Ambas naciones se obligan a iniciar a la brevedad, la
construcción del puente del Caribe que unirá a Caracas con
Santiago de Cuba. Se desecha el proyecto a Margarita y la reconstrucción
de Vargas.
erojas@eluniversal.com |