"El que se nos atraviese en el medio lo aplastamos", dice fiscal
SANTIAGO DE CUBA, 12 de mayo (Luis Alberto Rivera, APLO) - Un ciudadano fue golpeado el pasado 20 de febrero por otro que estaba apoyado por la policía de esta zona del país. Como sucede frecuentemente, el golpeado es un defensor de los derechos humanos.
Geovanni Fabré es el nombre del agresor. La víctima es miembro del Movimiento Jóvenes por la Democracia, se nombra Raimundo Peregrino, y ha venido denunciando el caso de la escasez de agua en El Polvorín, un sitio de esta región donde camiones cisternas
suministran el líquido vital solamente cada diez días.
Raimundo nos explica: "Ya el 4 de noviembre del año 1999 me habían dado una golpiza protagonizada también por el tal Fabré con el apoyo de agentes de la policía, que también me dieron golpes. Pero lo del 20 de febrero sucedió en el patio de
mi casa. Luego me montaron en un carro patrullero dentro del cual me dieron un piñazo".
El pacífico opositor al régimen de Fidel Castro prosigue recordando: "Cuando me bajaron en la tercera Unidad de la Policía me estaba esperando el policía de la carpeta, nombrado Maceo, que después de hacerme quitar los cordones de los zapatos me dio otra
golpiza en unión de Giovanni Fabré. Con posterioridad me encerraron en un calabozo".
A causa de estos atropellos Raimundo perdió el conocimiento en dos oportunidades.
Al otro día de esas palizas el disidente se declaró en huelga de hambre. Al ver que la protesta cívica no terminaba, el Mayor del Ministerio del Interior nombrado Antomachín y una fiscal se personaron en la celda donde mantenían confinado a Raimundo. Este les
dijo que su arresto era una arbitrariedad, y que si tenía que morir de hambre como murió Pedro Luis Boitel, lo haría.
Después de la protesta del disidente, la Fiscal le ripostó enfáticamente: "En este momento nosotros tenemos el poder, y todo el que se nos atraviese en el medio lo aplastamos si tenemos aplastarlo, y si tenemos que desaparecerlo lo desaparecemos si tenemos que
desaparecerlo".
Y prosiguió la Fiscal reconociendo: "Nosotros sabemos que aquí existen grupos de opositores, pero, hasta el momento, los que tenemos el poder en Cuba somos nosotros, los comunistas, y si algún día ustedes llegan al poder ya veremos que pasará". Y
seguidamente reiteró: "Pero en este momento el poder es nuestro y todo lo que se nos interponga lo aplastamos y lo desaparecemos si es necesario".
En principio el disidente iba a ser acusado de "desacato a la figura del comandante en jefe", pero luego la policía y la Fiscal sustituyeron ese cargo por el de "amenazas a Giovanni Fabré", el mismo individuo que lo ha golpeado en diferentes ocasiones con la
anuencia y participación directa de los agentes del Ministerio del Interior encargados, supuestamente, de mantener el orden público y la tranquilidad ciudadana.
Al opositor pacífico trataron de ingresarlo, sin padecer ninguna enfermedad, en el hospital psiquiátrico de esta región, pero él se negó rotundamente a ello.
En la actualidad, después de aquellos nueve días de encierro, Raimundo Peregrino está en libertad bajo fianza esperando ser citado a juicio para responder por supuestas amenazas contra quien lo agrede cada vez que quiere con la ayuda de la policía.
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