CUBANET... INTERNACIONAL

Mayo 8, 2000



Fin de una ilusión (I)

Enrique Patterson. Publicado el lunes, 8 de mayo de 2000 en El Nuevo Herald

El asalto brutal de los marshalls a la casa de la familia González marca, acaso positivamente, el fin de una etapa en la relación del liderazgo del exilio y la comunidad cubana con el poder y el resto de la sociedad norteamericana, si se tiene la madurez de sacar las conclusiones pertinentes. Por un lado, a los ojos de Castro, los opositores exiliados ya son algo peor que títeres de los americanos. Por otro --y teniendo en cuenta que alrededor del caso había y hay una batalla política entre el exilio y Castro-- el exilio se siente abandonado por el poder norteamericano. Las cosas no son tan drásticas, pero hasta los republicanos (para qué hablar de los demócratas), generalmente amigos de la única minoría étnica que vota republicano casi en bloque, se negaron en el Congreso a ayudar a los líderes del exilio en su intento de otorgarle la residencia o la ciudadanía al niño náufrago.

Aunque la política de lograr una transición pacífica hacia un régimen democrático en Cuba se mantenga en pie, ya no toda estrategia del liderazgo cubanoamericano tendrá el apoyo norteamericano. Los cubanos acá puede que abandonen la inocente actitud de creerse, consciente o inconscientemente, la loved minority. Las huelgas y marchas que hemos visto expresan la frustración ante la constatación de la soledad en que se encuentran en el melting pot norteamericano.

Vale la pena analizar las raíces de esta soledad política. La mayoría de los ciudadanos norteamericanos han estado en contra de la posición de los exiliados. Y es que el exilio, en este caso y en otros, se lanzó a jugar a sabiendas con una carta que estaba marcada de antemano por el propio Castro, con el deseo de ganarle una partida casi perdida desde sus inicios.

La batalla ha encarnado un conflicto de valores: paternidad versus libertad. El exilio clama por hacer crecer al niño en libertad, pero sin su padre, desde el momento en que éste --por comunista o imbécil-- sacrifica los intereses de su hijo y hasta los suyos propios por complacer a un tirano que nunca ha respetado los valores familiares. Al margen de esa realidad, está claro que la paternidad prima sobre la libertad y el carácter del sistema político, o se derrumban los fundamentos de la civilización. Los exiliados, emocionales y sabedores de lo que eso significa para el niño, se niegan a aceptarlo. Creen que al niño se le sacrifica al regresarlo. La sociedad norteamericana apoya el valor de la paternidad como primario, y por eso creen que al niño se le sacrifica al dejarlo acá separado del padre. La posición del exilio se percibe como extremista, jurídica y civilizadamente peligrosa. Los americanos fundamentan su elección en un valor sancionado por la ley, pero que es anterior a lo político; y uno de los retos que el exilio deberá vencer en su enfrentamiento al régimen castrista, si aspira a un apoyo social más amplio, es el de despolitizar áreas que el castrismo se ha encargado de politizar. No se puede combatir a un enemigo semejante con sus propias armas. Hay que mostrar la superioridad moral.

Hay un segundo nivel en esta soledad contra el cual, no importa qué medidas adopten los cubanos, el resultado será igual a cero. Se está en contra de cualquier posición del exilio no por errada, sino por cubana. He sido testigo de expresiones que no puedo calificar con otro término que no sea el de envidia. Si no ha estado acertada en sus objetivos, la protesta de los cubanos ha sido bien pacífica en los medios. Ningún edificio ha sido quemado y ningún establecimiento robado, a pesar de la masiva indignación y frustración.

La envidia se debe a la relativa prosperidad y al poder alcanzado por los cubanos en un tiempo histórico breve. Los cubanos llegaron con una mano delante y otra detrás, y en dos décadas se han convertido en una minoría económicamente próspera y políticamente influyente, que ha apostado por sus intereses jugando y trabajando al duro, al margen y hasta a contracorriente del discurso de las minorías, pero que se ha beneficiado de los resultados de las luchas llevadas a cabo por éstas. Los cubanos se han comportado a la vez como minoría y mainstream. Lo primero respecto a Estados Unidos; lo segundo respecto a Miami. Los afroamericanos no comprenden, o les molesta, el súbito poder y bienestar de los cubanos. Al resto de los hispanos, sus ventajas migratorias. Nadie analiza que el comportamiento económico de los cubanos, como en siglos el de los judíos, es el de los expatriados sin regreso. El no tener patria adónde regresar los ubica en una carrera febril por el éxito y las propiedades para tener algo de qué asirse, a la vez que a establecer un ghetto en el que puedan plasmar, aunque pálidamente, las señas de su identidad; y su conflicto político los conduce a alcanzar cotas de poder. Las ventajas migratorias tienen que ver con una situación política sui géneris: ningún otro grupo de exiliados políticos o de inmigrantes económicos pierde todos sus bienes cuando abandona el país, desde la casa hasta el refrigerador. A ningún otro grupo se le impide el regreso permanente, y ningún otro tiene, como un extranjero, que solicitar una visa para visitar su propio país de nacimiento.

El tercer nivel de la soledad es el odio. Hay odio hacia los cubanos entre muchos afroamericanos, anglos y, en menor medida, entre otros grupos hispanos. Ya en este plano no es inteligente ni constructiva la demonización del otro, como se observa en estos días. El odiado tiene que haber hecho algo sin querer, o a propósito, para ser receptor de la ira y de la casi total incomprensión del resto de la sociedad. Llega el momento de que los cubanos se enfrenten a sus propios errores, y que analicen los patrones históricos de su comportamiento en Estados Unidos.

© El Nuevo Herald

Copyright 2000 El Nuevo Herald

[ TITULARES ] [ CENTRO ]

SECCIONES

NOTICIAS
...Prensa Independiente
...Prensa Internacional
...Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
...Inglés
...Alemán
...Francés

INDEPENDIENTES
...Cooperativas Agrícolas
...Movimiento Sindical
...Bibliotecas
...MCL
...Ayuno

DEL LECTOR
...Cartas
...Debate
...Opinión

BUSQUEDAS
...Archivos
...Búsquedas
...Documentos
...Enlaces

CULTURA
...Artes Plásticas
...Fotos de Cuba
...Anillas de Tabaco

CUBANET
...Semanario
...Quiénes Somos
...Informe 1998
...Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887