R. SOTO • Vigo. Club Faro De Vigo. Mayo 4, 2000
"La inmigración gallega es parte de la identidad nacional de Cuba", manifestó ayer en el paraninfo del Rectorado de la Universidad de Vigo la profesora de Historia en la Universidad de La Habana, Sonia Enjamio Expósito, durante la conferencia-coloquio titulada
"La emigración gallega en Cuba", dentro del programa de CLUB FARO, y que fue presentada por el periodista Fernando Franco.
La historiadora se refirió a que con el fin del dominio colonial de España en Cuba, a partir de 1898 se inicia una nueva etapa en la isla caribeña, en la que tendrá un importante protagonismo la emigración gallega, pues tras el desastre militar y pérdida
de la isla se produjo durante 25 años un flujo continuo de españoles, sobre todo de Galicia. Estos últimos mantuvieron los vínculos que han unido durante siglos a españoles y cubanos.
Regulación
Sonia Enjamio habló de cómo hubo una regulación del proceso migratorio hacia Cuba por parte de las autoridades estadounidenses que gobernaban la isla, pero los diferentes gobiernos republicanos fueron modificando durante los próximos veinte años, a partir
de 1899, para facilitar la entrada de mano de obra ante la necesidad de incrementar la fuerza de trabajo, principalmente en las plantaciones de caña. El máximo esplendor de la llegada de inmigrantes gallegos se alcanza en el año 1920 con 90.025 personas, de las cuales el 15%
eran mujeres. Pero hay datos anteriores, como los de 1909, que indican que de los 128.003 españoles que entraron en Cuba, el 83% procedía de Galicia
La mayoría de los gallegos era del medio rural, muchos de ellos carecían de recursos y acudían atraídos con falsas esperanzas, pero poco a poco la colonia gallega fue organizándose en sociedades comarcales y luego regionales. En este sentido, el poeta y
periodista Manuel Curros Enríquez fue uno de los que abogó por la organización de las sociedades. Tal fue el ascenso de dichos colectivos que en 1929 había 81.
Las sociedades gallegas en Cuba constituyeron un movimiento estable entre cuyos fines estaba el mantenimiento de vínculos con la tierra natal. Algunas de las sociedades regionales desarrollaron una labor importante de mantenimiento de la identidad cultural, creación de centros
de atención sanitaria y de ayuda a emigrantes, entre otros, así como el envío de ayuda a Galicia.
La institución más importante fue el Centro Gallego. Incluso tras muchos años de reivindicación se dio cabida a la mujer en la asistencia sanitaria y la entrada de la misma como asociada en las sociedades. Los emigrados gallegos llevaron incluso su lucha por una
tierra natal más moderna, mediante movimientos sociales, según Sonia Enjamio.
Una presencia imborrable que permanece en las costumbres
La importancia de la entrada de gallegos en Cuba, desde 1899 hasta finales de los años 20 constituye un fenómeno importante para la historia de la isla caribeña y de los movimientos migratorios europeos hacia América, según Sonia Enjamio.
La profesora de la Universidad de La Habana se lamentó de que la escasez de estudios por parte de los cubanos sobre la entrada de los gallegos. Sin embargo, en contraposición a esto último, Sonia Enjamio indicó que en sus estudios sobre el periodo que abordó
ayer en su conferencia-coloquio de CLUB FARO, además de la bibliografía y la prensa consultada, hay testimonios orales de gallegos muy mayores que viven en Cuba.
La historiadora cubana, descendiente de gallegos y cántabros, indicó que a pesar de los fuertes vínculos que unían a los inmigrantes con su tierra, "también la cubanidad dejó huellas indelebles al ser trasmisor de valores culturales gallegos
que permanecen en nuestras costumbres y modo de ser que se han expresado en la cotidianeidad de la sociedad cubana hasta la actualidad".
Regionalismo
Sonia Enjamio abordó además en su intervención otros aspectos no sólo relacionados con el trabajo y la dureza de vida de los inmigrantes, como el regionalismo gallego, porque en la isla muchos gallegos apoyaron la autonomía de su tierra, hasta el punto de
firmar un manifiesto a favor de la misma o divulgarla en las publicaciones existentes, desde donde se lanzaban mensajes contra la oligarquía y el caciquismo en Galicia. En este sentido se creó "Agrupación Acción gallega en Cuba", seguidora del agrarista Basilio Álvarez.
Enjamio resaltó el movimiento intelectual de gallegos en Cuba, que dio importantes publicaciones, músicos y escritores, quienes siempre tuvieron en cuenta como forma de expresión su lengua natal. De ahí que se generase en los residentes gallegos una gran
sensibilidad hacia movimientos sociales a favor de las gentes del campo, la cultura y la educación. Unas asociaciones se orientaron hacia el movimiento agrario y autonómico, mientras que otras fomentaron la defensa de la lengua gallega y de la instrucción pública.
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