MADRID. Alberto Pérez Giménez. ABC, jueves 04 de mayo de 2000
El régimen cubano sigue realizando tribunas abiertas, cuyos «resúmenes» publica «Granma», para atacar a los países que condenaron a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra. Ayer le tocó el turno, entre otros, a España con
sus «más de 600 presos políticos sometidos a torturas, maltratos y no pocos asesinados utilizándose las formas más sutiles».
Fidel Castro lleva varios días simultaneando las primeras páginas de «Granma», órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, entre la campaña contra la «mafia de Miami» por el regreso de Eliancito y la que lleva a cabo
contra los Estados que aprobaron una moción de la República Checa en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por la que se condenaba al régimen cubano por la deplorable situación de los derechos y libertades en la isla.
La ira de Fidel comenzó, precisamente, contra la Embajada de la República Checa en La Habana, donde concentró a más de cien mil personas para denunciar la «traición» e, incluso, llegó a amenazar con romper relaciones diplomáticas.
Ayer, «Granma», en su edición nacional, iba encabezado por un artículo titulado «Falsos apóstoles de los derechos humanos», en el que, entre ataques a otros países como Chile, Argentina, Marruecos o Angola, se dice que «nos insulta que quienes
discriminan, admiten la xenofobia y la tortura, se erijan en paladines de los derechos humanos y ninguno de los que votó contra Cuba en Ginebra tiene moral para ello».
Para corroborar lo anterior, el órgano oficial del castrismo utiliza las denuncias formuladas en los estudios de la Televisión Cubana durante la «Tercera Mesa Redonda Internacional» para «poner al desnudo la hipocresía, la doble moral y la falsa democracia que
rigen en los países que se confabularon contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos».
«MÁS PRESOS QUE CON FRANCO»
«Granma» recoge el testimonio de Aida Valverde, «joven española» que «en su intervención hizo recordar aquello de que "no todo lo que brilla es oro", fustigó el carácter represivo de sociedades europeas que tienen el descaro de votar
contra Cuba, mientras en España —acotó— existen más de 600 presos políticos sometidos a torturas, maltratos y no pocos han sido asesinados utilizándose las formas más sutiles y se reiteran los misteriosos "suicidios". Ésa es, dijo,
la España que se proclama muy democrática, pero oculta que en la actualidad hay, además, otros 50.000 presos de los llamados sociales, muchos más de los que existían en la España franquista».
El diario, antes de calificar lo dicho por la supuesta estudiante como «una valiente exposición», recoge la opinión de Aida Valverde sobre la verdadera situación de los derechos humanos en Cuba: «Me indigna que ataquen a un país donde el respeto al ser
humano es algo sagrado y sin racismo, ni xenofobia, ni discriminación, como es práctica común en España donde, incluso, la violencia contra la mujer llega a tal extremo que este año 188 han sido asesinadas por sus esposos».
«Trabajadores», el órgano oficial de la Central de Trabajadores de Cuba, también encabeza su edición con la intervención de Valverde. Bajo el título «Verdugos sin derechos», se detallan las denuncias de esta «joven catalana» que «narró
breves historias, desgarradoras e inhumanas, que se suceden a diario en su país, España».
Según «Trabajadores», «Aida dijo más: "Llevo cuatro años y medio en Cuba, y como estudiante de la especialidad de Cardiología en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara he podido relacionarme con el pueblo cubano (...) y jamás
he recibido siquiera uno maltratado, violado o ultrajado por la Policía u otra fuerza del Gobierno, ni qué decir que cuando se trata de reclusos éstos reciben prioridad en su tratamiento. Cómo acusar a Cuba entonces. Cómo puede votar mi Gobierno contra Cuba cuando
Amnistía Internacional ubica a España entre los países que incumplen los derechos de los presos sociales y políticos; cuando los desempleados suman más de 5 millones...»
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