¿De dónde son los
culpables?
Ramón Díaz-Marzo
HABANA VIEJA, marzo - El otro día, a través de la TV, he visto
a un periodista estatal presentar un reportaje sobre una Terminal de Omnibus
(camellos) Interprovinciales. Yo quisiera que ustedes hubieran visto la cara
seria de ese periodista, la convicción con que presentó su
reportaje. Para fortalecer su trabajo llevó ante las cámaras de la
TV a dos funcionarios del Ministerio del Transporte. Estos funcionarios tenían
la cara asombrada del inocente que ha sido convocado a la sala de un tribunal.
El periodista les hacía preguntas, y luego ponía fragmentos del
video donde aparecían los baños clausurados por la falta de
higiene. El video también recogía opiniones de los usuarios: "Aquí
no hay ni agua para tomar".
Aquel reportaje parecía la denuncia de un opositor al gobierno. Yo,
en un principio, me sentí optimista. Pensé que finalmente la
prensa estatal había decidido hacer periodismo real. Pero cuando se
terminó la emisión recordé que este tipo de periodismo
comenzó a realizarse en los primeros años de la década de
los 80. Después de los sucesos de "El Mariel", la prensa cubana
se caracterizó por un tono crítico en los asuntos cotidianos de la
vida. Por ejemplo, falta de viandas en los establecimientos comerciales, desvío
de recursos, burocratismo, poca higiene en la ciudad y centros de consumo
alimenticio, maltrato y mal servicio al público en las tiendas de ropa. Y
ese tono no ha cambiado desde entonces. Nada ha cambiado desde que la prensa del
gobierno tiene ese tono y desde los cuarenta años de discursos cargados
de buenas intenciones. Todo se resume a la misma manipulación de siempre.
Ayer, este mismo periodista hizo otro reportaje sobre las placitas de
viandas de la capital. Estas placitas de viandas son unos establecimientos
ideados por el gobierno para competir en calidad y precio con los agromercados
donde uno puede encontrar todo tipo de viandas, frutas y hortalizas, pero a
precios muy altos. En el reportaje, el periodista (sin querer) descubre que el
plan del gobierno no pudo hacerse realidad porque en estos lugares los productos
mantienen el mismo precio de los agromercados.
Después, pasó al tema de los Puestos de Viandas, que son los
lugares donde los productos están normados por una cartilla de
racionamiento. El Gobierno se había comprometido a otorgar 15 libras de
viandas al mes por consumidor a precios que se corresponden con el salario de un
trabajador. Ha pasado el tiempo y el Gobierno no ha podido hacer realidad el sueño
de las 15 libras de viandas. Y ese reportaje de ayer tenía la misma
credibilidad del reportaje de hoy.
En el reportaje de hoy, al igual que en su trabajo de ayer, el periodista
había hecho comparecer en el estudio de la televisión a dos
presumibles funcionarios del Ministerio de la Agricultura. Y en ambos casos, los
presumibles funcionarios han sido presentados como "los que dan la cara
ante el pueblo". Y estos cuatro infelices han sido sometidos a una
mala-suerte de juicio público simbólico, donde se han comprometido
a resolver las demandas expuestas por el periodista de marras, y hasta han sido
capaces de responder a preguntas difíciles que ni siquiera un ministro
sabría responder. El misterio de las respuestas a esas preguntas y a
todas las demás radica en comprender la naturaleza piramidal del Sistema.
Yo quisiera que estos periodistas (si tienen la oportunidad de leer este
texto) comprendan que desde hace 20 años se está realizando este
tipo de "crítica" y nada ha cambiado; y nada cambiará.
Sin embargo, las gentes, y hasta yo, de cuando en cuando, nos tragamos el cuento
de que las cosas negativas que azotan al país serán superadas. Y
ante las cámaras uno ve a los cubanos de a pie protestando por los altos
precios en los agromercados: que si el Gobierno, que si el Estado, que si esto,
que si lo otro; y mientras tanto, la vida entera se nos va mientras se repiten
los mismos reportajes; las mismas preguntas con sus mismas respuestas; y nada
cambia.
Señores y señoras, la respuesta es fácil: porque no
existe la Propiedad Privada. El Estado ha demostrado con hechos su ineficacia
cuando ha pretendido hacerse cargo de lo que en otros países se conoce
como la pequeña y mediana empresa. Por eso las gentes van a continuar "robando".
A nivel de la conciencia, el Hombre no está preparado para ser bueno y
solidario. El Hombre tiene más defectos que virtudes. Y de cualquier modo
esa otra sociedad capitalista a lo USA que tanto critican ha demostrado
funcionar en los pueblos que saben utilizar los beneficios de la libertad. Y
todo el mundo lo sabe. Dejémonos de hipocresía. Todo el mundo sabe
que si los norteamericanos hubieran visto en el marxismo un sistema social
efectivo, habrían sido los primeros en llevarlo para su país. El
pueblo norteamericano siempre se ha caracterizado por su pragmatismo. Todo lo
bueno y bello que hay en el mundo lo han llevado para su país.
Volviendo al meollo de este artículo: los periodistas estatales
cubanos que realizan esos magistrales reportajes para la televisión, ¿realmente
están conscientes de lo que hacen, en el sentido de que sus entrevistas
no tienen ninguna finalidad útil, porque no se resolverán los
problemas que ellos mismos denuncian, o se trata de profesionales que no son
capaces de comprender qué cosa es un fracaso?
Bobos no son. Uno los ve por la televisión todos los días y a
las claras se sabe que son personas inteligentes. De cualquier manera, considero
a los periodistas estatales cubanos como personas altamente calificadas para
ejercer su profesión. Me atrevería a definirlos como verdaderos héroes-mentales,
capaces de soportar, como los batíscafos, las grandes profundidades filosóficas
de la contradicción. Si no, piénsese en esa diaria labor de tener
que transmitirle al pueblo cubano, día a día, los actos de reclamo
por la devolución a nuestra patria del niño Elián González
Brotons.
Ser periodista estatal cubano tendrá que ser una tarea colosal. ¿Ustedes
se imaginan la enorme cantidad de neuronas que gastan los teóricos del
Gobierno para demostrar que el fracaso del "socialismo" en Cuba es
culpa del imperialismo yanqui? Soy partidario de que el bloqueo o embargo, o
como quieran llamarle, sea suspendido. Jamás me atrevería a negar
que las sucesivas administraciones de la Casa Blanca siempre le han otorgado la
luz verde a todo tipo de hostilidad contra Cuba. Pero tratar de demostrar que el
fracaso económico del Gobierno de La Habana es el resultado de una política
exterior del Gobierno de los Estados Unidos del Norte, me parece una exageración.
En todo caso, la culpa de que la economía cubana esté como está
es el resultado de las propias leyes del totalitarismo de Estado, que anula la
libertad de decisión y gestión personal, sin la cual ninguna nación
puede desarrollarse porque imposibilita la clave del triunfo de una economía:
los propietarios de la pequeña y mediana empresa. Y ningún Estado
puede hacerse responsible de unos medios de producción como sería,
por ejemplo: vender maní tostado en su cucurucho.
Recuerdo cuando se inauguró el "bulevar", en el tramo de la
calle San Rafael entre el Paseo del Prado y la Avenida Galiano, a mediados de
los años 70. Por entonces el Estado intentó, a través del
INIT, crear una Unidad de Vendedores Estatales de Maní Tostado. Desde hacía
varios años el pueblo se preguntaba cómo era posible que no se
pudiera comprar en toda la ciudad un cucurucho de maní, especialmente si
tenemos en cuenta que el manisero es un personaje del folklor nacional. El
Estado, entonces, quiso demostrar que estatalmente el manisero podía
resurgir a la vida nacional. Esa pretensión, a partir de que se
inaugurara la calle de San Rafael convertida en "bulevar", duró
tres o cuatro meses.
Recuerdo a aquellos hombres y mujeres con el uniforme del INIT, pantalón
negro y camisa blanca, vendiendo aquellos gigantescos curucuchos al módico
precio de 20 centavos. Después, como siempre ha ocurrido con casi todo en
esta Isla, ese manisero de nueva generación desapareció. No había
quien hiciera los cucuruchos. No había alguien que los tostara
correctamente. Y no había un mecanismo real que garantizara el traslado
del grano a la ciudad.
Esto me hace retroceder hasta los carros de fritas cuando fueron
intervenidos en los finales de los años 60. Recuerdo que la prensa de la época
alegó que estos pequeños sobrevivientes de un pasado oprobioso no
mantenían la higiene de los productos que ofertaban y ponían en
peligro a la salud pública. Por entonces, el Estado se comprometió
a sustituir, con unos establecimientos que bautizaron como "las cocinitas",
a estos carros de fritas. El Estado instaló por toda la ciudad a estas "cocinitas".
En los primeros meses, las "cocinitas" ofertaron los mismos
productos que tenían los friteros y a un precio más barato;
incluso se vendían otras clases de alimentos. Ya sé que hubo
varias "cocinitas"; posiblemente una por cada municipio. Pero ahora sólo
me acuerdo de dos: la "cocinita" del Vedado, justo frente al Hotel
Riviera, y la "cocinita" de la Habana Vieja, por la calle del Obispo
haciendo esquina con Villegas.
Estas pretensiones totalitarias de sustituir a los friteros fracasó.
Son muchas las cosas que han fracasado, y todo el pueblo lo sabe. ¿Por qué
se empeñan ahora en echarle la culpa a los Estados Unidos? Si con la
ayuda financiera y de todo tipo que obtuvo Cuba de la Unión Soviética
no supieron organizar la economía del país y crear las bases para
una prosperidad económica
No, señores y señoras. Sencillamente, el totaritarismo, que no
permitió la propiedad privada a mediana y menor escala, es lo que
realmente empobreció al país. ¿Por qué? Porque en este
país nadie trabaja y las gentes lo que hacen es "robar" en sus
centros de trabajo para compensar el sueldo que el Estado no puede o no quiere
pagarle al obrero. Imaginen una nación donde nada se produce y el día
entero las gentes se la pasan "robando" y viviendo del "cuento"
y del "tumbe". Por supuesto, yo sería el más feliz de
los cubanos si el totalitarismo de Estado funcionara y le trajera a las gentes
un poco de prosperidad. Pero no estoy hablando de lo que iría a ocurrir,
sino, simplemente, de lo que ya es historia en presente. Y sin negar que el
Gobierno invisible de los Estados Unidos ha estado agrediendo a Cuba durante
todos estos años, les digo que la verdadera contrarrevolución que
ha empobrecido al país -contrarrevolución mucho más
poderosa que la CIA y los grupos de Miami- es el mismo Sistema Totalitarista.
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