La universidad para "los revolucionarios"
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, marzo - El presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y evidente vocero gubernamental, Hasán Pérez, anunció a través de un noticiero televisivo que el próximo congreso de esa organización, el sexto, a comenzar este 23
de marzo, dejará sentado que la universidad es para los revolucionarios.
Y esto no es nuevo. En 1980, tras los sucesos de la embajada del Perú, en los exteriores de la Universidad de La Habana había carteles que anunciaban que "La universidad es para los revolucionarios". Pero además, recordemos que en Cuba desde que se comienza la vida
escolar el estudiante tiene un expediente en el que se consigna la participación política del educando y esto será prácticamente definitorio para obtener el ingreso en una universidad.
Sin embargo, la Constitución de 1976 establece que todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y que todos disfrutan de la enseñanza en todas las instituciones docentes del país desde la escuela primaria hasta las universidades.
Pero, por encima de todo eso hay algo totalmente real. Y es que la universidad es un patrimonio de la nación y nadie tiene derecho a determinar por cuestiones ideológicas quién puede o no puede cursar estudios universitarios.
La universidad como institución existía en Cuba casi dos siglos antes de que fuera creado el primer núcleo comunista en este país. Pero como sabemos, los comunistas cuando toman el poder se apoderan de todo, y en ese festín diabólico no pueden dejar
fuera de ninguna manera a la universidad. Eso sería demasiado peligroso, ya que el poder del comunismo se sustenta en impedir de cualquier forma la posibilidad del pensamiento libre.
Tener a la universidad como un lugar exclusivo para "los revolucionarios" es una forma nada pequeña de mantener el apartheit político en que está sumida la sociedad cubana.
El régimen comunista tiene mucho miedo, y ese miedo lo lleva a ser primitivo y en extremo individualista pero, además, siempre juega con los naipes sucios.
No hay forma pues en las actuales circunstancias de evitar que a las universidades acudan nada más que "los revolucionarios" o los que se ponen ese disfraz. Esto cierra el camino a muchos talentos, pero eso no es nada extraño en Cuba. Hace cuatro decenios que se
comenzaron a cerrar muchos caminos y eso ha hecho, y hace necesario desbrozar la maleza para abrir nuevas vías, y una de esas vías tiene que llevar al país, es algo totalmente imprescindible, a un encuentro consigo mismo, y ahí no pueden estar los que tantos daños
han hecho al alma de Cuba.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.
|