La Ley de Ajuste Cubano y la emigración en Cuba
Amarilis Cortina Rey, Cuba-Verdad
LA HABANA, marzo - El Estrecho de la Florida ha sido el destino de una cantidad indefinida de cubanos desaparecidos en sus profundas aguas a lo largo de las últimas cuatro décadas.
El diario Granma, en su edición del 14 de marzo, afirma: "Con dejarse arrastrar por la corriente el Golfo en una frágil embarcación rústica hay residencia automática, derecho de empleo, salarios muchos más altos y ningún riesgo de repatriación
desde tierra o mar; habrá decenas de miles de ciudadanos cubanos expuestos al peligro de perecer en las pocas tormentosas aguas del mar".
Un grupo de balseros devueltos a Cuba por los acuerdos migratorios de 1995, acerca del mencionado editorial del Granma, coincidieron en la siguiente opinión: "Sin estas concesiones que tienen los cubanos al llegar ilegalmente a los Estados Unidos es probable que de inicio disminuyan
estas salidas pero después seguirán, como pasó con los acuerdos migratorios, que las personas continúan lanzándose al mar a riesgo de ser devueltas".
El gobierno de Cuba culpa constantemente a la Ley de Ajuste Cubano, que protege a los naturales de esta isla que lleguen a las costas de los Estados Unidos, de la gran cantidad de personas que se hacen al mar con ese objetivo.
Cuando se trata de buscar las causas del por qué los cubanos quieren abandonar su patria no se puede generalizar, son diversas, pero no es la Ley de Ajuste Cubano la responsable, aunque sí puede influir.
La falta de libertad para expresarse, la preocupación a manifestar cualquier opinión y ser señalados como desafectos al sistema y por consiguiente calificados de antisociales y tratados como indeseables, son algunos de los motivos que llevan al descontento y a la doble
moral.
Pero también el miedo de forma general, la desconfianza en el vecino, en el amigo y hasta en la propia familia, el temor de usar un crucifijo, llevar el pelo largo en el caso de los hombres, querer oír una música prohibida por el sistema de los comunistas, desear leer un
libro de algún autor censurado por tener diferente discurso al del gobierno, ser excluido por creer en Dios, son también causas que han motivado a la emigración.
Además de otros aspectos de carácter económico: desear tener bienes materiales, como una casa, un automóvil, ropas y zapatos, cosas éstas que nunca les ha faltado a los hijos de los que dirigen el país.
La discriminación a la que son sometidos los ciudadanos cubanos en su país a causa del dólar, al que no todos tienen acceso, también ha llevado a muchos a emigrar o al menos a desearlo.
Las salidas de Cuba, más allá de si son ilegales o no, es un precedente que sembraron los que en 1959 encontraron refugio en los Estados Unidos y en otros países. Esa cadena ha continuado pariendo eslabones hasta nuestros días.
Los cubanos han preferido enfrentarse al mar con todos los peligros que encierra que al gobierno de su país. Otros han preferido el destierro después de condenas de cárcel por motivos políticos, y están aquéllos que han preferido y prefieren huir sin que
importe hacia dónde.
Lo lógico hubiese sido una patria como la quería Martí, "con todos y para el bien de todos", sin que nadie abandone la tierra que lo vio nacer y a la que todos tienen igual derecho.
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