22:01 Caracas, 8 mar (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, desdeñó hoy las críticas de la oposición a su acercamiento a Cuba y afirmó que ahora quiere más que nunca a esa isla caribeña, a su pueblo y a su presidente, Fidel
Castro.
"A pesar de lo que digan, yo te quiero, Cuba, y ahora te quiero más", dijo Chávez en un acto en el que condecoró y despidió a las brigadas de médicos cubanos que socorrieron a miles de damnificados de las lluvias que en diciembre pasado asolaron parte
de Venezuela.
"Este ejemplo cubano de colaboración y ayuda a nosotros y a muchos países del mundo es digno de imitar e invito al pueblo venezolano a que lo haga. Díganle a Fidel que lo amamos, y que adoramos a los niños, a las mujeres y hombres de Cuba. Y a Orestes Kindelán
(jugador de béisbol) díganle que esperamos la revancha", señaló el presidente venezolano recordando el partido jugado en noviembre en La Habana y ganado por el equipo cubano.
Chávez insistió, en su alocución improvisada en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, en uno de los puntos que más críticas ha propiciado entre la oposición venezolana y reiteró que Venezuela "navega junto a Cuba hacia el mismo mar de
felicidad y justicia".
El presidente venezolano se quejó de que esa misma afirmación, hecha en La Habana, en noviembre de 1999, fue tergiversada y manipulada por numerosos medios informativos.
"El año pasado en Cuba sólo murió antes de cumplir el año un seis por mil de los niños nacidos, mientras que en Venezuela murió un 24 por mil", indicó Chávez, quien reforzó la idea señalando que mientras en Cuba
todos los niños tienen acceso a un nivel elevado de educación, en Venezuela son cientos de miles los que, debido a la pobreza, quedan al margen del sistema educativo.
"Hacia ese mar tenemos que caminar y no hacia el infierno que nos trajo desnutrición, muerte y analfabetismo. Tenemos que alcanzar esas metas que ya tiene el pueblo cubano.
Hacia allí tenemos que ir y también el mundo y la América latinocaribeña", añadió. Chávez, con frecuentes roces con la prensa, insistió en que se manipulan sus palabras y recordó, como ejemplo, la versión, "que dio
la vuelta al mundo, de que el 16 de diciembre, cuando las avalanchas de lodo y rocas causaban miles de muertos en el litoral cercano a Caracas, él estaba emborrachándose con Castro en la isla de La Orchila", donde hay una residencia para los presidentes venezolanos.
"Yo no conozco La Orchila, porque mientras el pueblo está en el infierno yo no puedo ir al paraíso", declaró Chávez para añadir "fíjense hasta dónde llega la maldad de los mentirosos de oficio, de los mentirosos a toda hora, como
los llamaba el colombiano Jorge Eliécer Gaitán".
Tras alabar la revolución cubana, Chávez se refirió a la "revolución bolivariana" que lidera y repitió que "no tiene vuelta atrás porque se basa en la dignidad de la persona y es la razón para vivir".
Chávez reconoció que es "más difícil" hacer una revolución de manera pacífica que violentamente, e insistió en que, aunque sea poco a poco, los cambios radicales van a producirse "a pesar de la oligarquía que durante décadas
acumuló poder político y económico".
El presidente venezolano retomó luego el discurso sobre los socorristas cubanos y les confesó que no tenía "palabras para agradecer lo que hicieron".
"Lo que ustedes ha hecho es heroico. La gente no quiere que se vayan, pero nunca se irán, porque quedarán para siempre en el corazón de nuestro pueblo. Siempre estaremos aquí, en la misma lucha. Llévenle a Fidel nuestro corazón, nuestro
agradecimiento", indicó Chávez, que también citó la frase del cubano José Martí, "amor con amor se paga".
Derechos Reservados EFE 1998/1999.
Derechos Reservados © 1998, Umbral Global, S.A. de C.V. |