CUBANET ...INDEPENDIENTE

2 de marzo, 2000



¿Terrícola yo?

Manuel Vázquez Portal, Grupo de Trabajo Decoro

LA HABANA, marzo - Me cansa Fidel Castro. Me agota su discurso nacionalista. No admito que la patria sea tan estrecha e incómoda. Una celda, más bien, parece lo que propone. Su manido, obsoleto, concepto deja sin caminos. La patria con barreras se recorre muy rápido. Es corral donde se dan vueltas y vueltas para estar siempre en el mismo sitio. Aburre y deja sin iniciativa. Inmoviliza y embrutece. Un individuo encerrado pierde, primero las piernas, luego los ojos, después el seso. Regresa a cromagnon un hombre con patria tan pequeña.

El planeta es hoy la patria del individuo. Cada época ha dado al ser humano un espacio para vivir, crear, soñar. Se fue de la familia al clan, del clan a la tribu, de la tribu al feudo. Han ido quedando en el olvido los jefes de manada, los caciques, los señores feudales. Nadie quiere viajar en rústico carro tirado por caballos cuando los cohetes pretenden las estrellas. Es un anhelo retrógrado obligar a la permanencia en el pasado.

Del mismo modo en que fueron una necesidad histórica las aldeas, lo fueron las ciudades-estado y lo fueron las naciones, lo son hoy las comunidades nacionales. El único modo de salvar la nación es incorporándola al mundo. Quien se arriesgue a aislarse se arriesga a desaparecer. No es la marcha globalizadora lo que anula. Anula el afán de mantenerse en una dirección contraria a la que marcha el mundo. No participar de las ventajas del desarrollo actual es sumir a la nación en la prehistoria. Es reaccionario quien niegue a su pueblo andar con el mundo.

No es la sociedad lo que importa a quien tiende fronteras. Las cercas se propagan cuando hay alguien que se adueña de lo que encierra. Si el mundo entero derriba empalizadas, quien las levanta sólo pretende que no se vean los crímenes que se cometen en el interior de las suyas. Quien no quiere perder su hacienda y su ganado es porque lo usa en provecho propio. Quien ama al hombre lo libera.

La nación se salva sin dueño. Cuando cada nacional entre y salga sin salvoconductos ni permisos, lleve a otras naciones y traiga de ellas, enriquezca y se enriquezca con su presencia, cuando el planeta sea la casa de todos. Prohibir ese intercambio, retardarlo, es hundir la nación en el olvido.

No se trata ya de la invasión de los romanos al mundo griego, ni de la destrucción de los romanos por los bárbaros. Nadie, a estas alturas, trata de anexarse territorios. Lo que ya está en marcha, lo que sobreviene, es un intercambio indetenible en el cual las culturas se entremezclarán en tan estrecho abrazo que la vida será la vida del planeta. La particularidad estará fundida a la totalidad de tal modo que no será necesario identificarse más que como ser humano, que como terrícola.

Amalgamar la salvación de una nación con la salvación de una doctrina es limitar el concepto de nación. En el alma de la nación viven todas las doctrinas, todos los credos, todas las ideas, porque en ella viven todos los individuos. No existe nación que no sea múltiple, plural, heterodoxa. Del mismo modo en que se aspira a la sobrevivencia de una doctrina entre todas las doctrinas del mundo, ha de permitirse la existencia de todas las doctrinas dentro de la nación. Cuando se impone una sola doctrina a la nación se está asesinando a la nación. Quien en nombre de una nación pretende perpetuar una doctrina en el poder arruina la nación, la excluye del libre intercambio, la paraliza en el tiempo, la momifica y convierte en un exótico fósil dentro de la modernidad en que se mueve el mundo. La nación actual tiene sus raíces en la vieja nación, pero el tronco y su follaje pertenecen a la nación nueva, la nación global.

El asunto ahora no es parapetarnos contra una invasión que nos dejará sin nación, sino prepararnos para la inmersión en una nación nueva que nos convertirá en ciudadanos, en nacionales más plenos. Si miramos con nostalgia la nación vieja quedaremos entrampados en el pasado y no disfrutaremos la nación nueva. Si el hombre añorara todavía ser Icaro no existieran los astronautas.

Pero la nueva nación supone gobernantes nuevos. No son caciques ni sátrapas, reyes ni tiranos quienes la gobernarán. He ahí la resistencia para el advenimiento de la nación nueva de quienes se saben gobernantes viejos. Dar paso a la nación nueva no es sepultar la nación, sino enterrar una vieja manera de gobierno. Es comprensible entonces que se aferren, y barrunten catástrofes, si se pierde la nación a que ellos pertenecen. El nacionalismo verdadero, en esta hora de la civilización, vota por la salvación del planeta. No se trata de la supremacía de una "bestia rubia" o de "el hombre nuevo", sino de un ser común con todo su cúmulo de miserias y virtudes, que haga más humana la existencia sobre la tierra, lo que traerá la nueva nación, la nueva Era, y para ello se hace necesario un gobernante que lo comprenda.

No se le ha de preguntar al ser humano, en la nación nueva, si es cubano o finés, si europeo o americano; si profesa el catolicismo o el islamismo; si piensa como comunista o liberal, para que participe de la dinámica social toda; simplemente, la tierra será la patria de los terrícolas. Nada hay que temer. Todo cambio trae pérdidas y ganancias. La historia de la humanidad ha probado que cada época engendra su tipo de gobierno que ha sido útil y bueno para el ser humano y para su desarrollo, y que en la misma medida ha ido generando otro que lo destruye y lo mejora. Y así hasta el fin de los tiempos.



CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

SECCIONES

NOTICIAS
...Prensa Independiente
...Prensa Internacional
...Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
...Inglés
...Alemán
...Francés

SOCIEDAD CIVIL
...Introducción
...Cooperativas Agrícolas
...Movimiento Sindical
...Bibliotecas
...MLC
...Fraternidad de Ciegos
...Seguidores de Cristo
...Estudios Sociales
...Ayuno

DEL LECTOR
...Cartas
...Debate
...Opinión

BUSQUEDAS
...Archivos
...Búsquedas
...Documentos
...Enlaces

CULTURA
...Artes Plásticas
...Fotos de Cuba
...Anillas de Tabaco

CUBANET
...Semanario
...Quiénes Somos
...Informe 1998
...Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887