Premiación impopular en Festival de la Canción Francesa
LA HABANA, 29 de junio (Pedro Nasco Alvarez, UPECI) - El Festival de la Canción Francesa en Cuba culminó el domingo 25 de junio con el descontento de la crítica especializada y del público, inconformes con la selección hecha por el jurado al otorgar los
premios.
Este festival, único evento que en Cuba nos permite acercarnos al quehacer de la cancionística francesa, presentó un muy aceptable nivel artístico entre sus concursantes, buena escenografía, así como una acertada concepción como espectáculo
de variedades; la animación muy sobria y profesional de Joaquín Mulen salvó las deficiencias de su acompañante Vivian Montaner.
Desdichadamente, todo lo bueno atribuible a este festival fue opacado por las infortunadas premiaciones de un jurado del que formaban parte en su mayoría personalidades francesas que aparentemente no están vinculadas al canto en ninguna de sus modalidades.
Ninguno de los presentes alcanza aún a comprender en qué elementos se basó el jurado para otorgar el primer premio a la interpretación de "Je suis malade" a cargo de la joven Alina Duany. La intérprete, poseedora de una voz de agradable timbre, dejó
mucho que desear en cuanto a su dicción, además de tener una rajadura de voz fuera de tono (lo que en Cuba denominamos con la expresión de "se le fue un gallo"), demostrando una deficiente técnica vocal.
El segundo premio le fue otorgado a Mayté Ramos por su interpretación de "Le saut", la que pasó por el escenario sin penas ni glorias. Simplemente cumplió su papel en forma decorosa.
El tercer lugar lo recibió Guillermo García, quien entregó una muy ajustada versión de la balada "Mon coeur d'attache". Su actuación fue calificada por la crítica solamente como "atendible". No más que eso.
Si incomprensible fue el otorgamiento de premios, más sorpresivo resultó el hecho de que las actuaciones de la capitalina Janet Mazorra y la santiaguera Liliana Puente no recibieran siquiera un aplauso de cortesía del jurado, cuyos integrantes ni atendieron al escenario
durante dichas actuaciones.
La joven santiaguera deleitó al público con una voz que le permite incursionar fácilmente en la línea "pop", demostrándolo en su interpretación de "Je vivrai", de Lara Fabian. Mientras que la capitalina Janet, dueña de una
dulce voz de amplios registros que sobresalen en las notas altas, con una magnífica dicción del francés y un movimiento escénico digno de una experimentada profesional, arrebató al público con su muy personal versión de "Je sais pas" de Jean
Jacques Goldman, canción que se hizo famosa en la voz de Celine Dion.
Prueba de lo que decimos sobre la joven cancionera de la capital lo constituyó el asedio a que fue sometida por el público que solicitaba su autógrafo, así como por el acercamiento a la misma de representantes culturales europeos.
Con posterioridad conocimos que esta joven, alumna de la gran Ana Menéndez, hace sólo unos meses que comenzó sus estudios de canto bajo la tutela esa profesora, siendo la primera vez que realiza estudios artísticos.
Fue criterio generalizado entre los asistentes a la Sala Covarrubias, sede del Festival, que de perseverar Janet y Liliana en el camino emprendido, serán dos futuras estrellas dentro de la cancionística cubana; no importa la opinión de los miembros del jurado responsables
del desaguisado, entre los que sólo se contaban tres con reales conocimientos de la especialidad... los demás eran funcionarios y directivos de entidades sin relación alguna con la música.
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