Por Daniel Arcucci Enviado especial. La Nación Line 29.06.2000
Luego de siete meses de trámites judiciales en EE.UU., el niño balsero regresó con su padre a La Habana
LA HABANA.- Faltaban quince minutos para las ocho de la noche, en Cuba, cuando el pequeño avión con una bandera norteamericana en su alerón de cola tocó la pista de la Terminal 1 del aeropuerto José Martí. Se hacía real la imagen más soñada
por los cubanos en los últimos siete meses. No hubo que esperar demasiado para que la puerta se abriera.
En brazos de su padre, Juan Miguel, apareció ese chico que ha estado en boca de todo el mundo en los últimos tiempos. Sus compañeros, que formaban un perfecto rectángulo controlado por las maestras a metros del avión, agitaron con más fuerza las banderas
rojas, azules y blancas y estallaron en un grito: "¡E-lián, E-lián!".
Allí estaba, sí, Elián González, el balserito que sobrevivió a un naufragio, cuando su madre lo sumó a la aventura de escapar hacia Miami en balsa, y que provocó la más grande conmoción en su país en cuarenta años de
Revolución. A las cuatro de la tarde, hora de Washington, habían caído todas las trabas legales y ya podía abandonar los Estados Unidos. Menos de cuatro horas después ya estaba de nuevo en su tierra.
En el aeropuerto no estaba Fidel Castro para recibirlo; sí sus familiares y sus compañeros. El Comandante había dicho, tiempo atrás, que el regreso del chico a su país no iba provocar ningún acto. Y no lo hubo. Apenas a quince minutos de aterrizar, un
sencillo Lada color blanco se llevó a Elián González y a sus padres para empezar a cumplir con un plan perfectamente delimitado.
¿Habrá pensado, mientras flotaba sobre una cámara en medio del mar y de la noche, que alguna vez se convertiría en héroe nacional del país que su madre lo estaba haciendo escapar?
Ahora, lo espera una agenda desarrollada por el propio gobierno para el próximo mes de su estancia en el país, donde están previstos desde el lugar donde vivirá hasta la continuidad de sus estudios, incluidas las vacaciones. Hasta el nuevo trabajo de su papá,
Juan Miguel, está previsto: se habla de un puesto de asesor en la Asamblea Nacional del Poder Popular, presidida por Ricardo Alarcón de Quesada, un hombre fundamental en este caso que los cubanos no dudan en definir como "una gran victoria en la guerra de las ideas".
Lo que pasó fueron casi siete meses en los cuales la isla no tuvo otro tema que Elián González, el balserito que sobrevivió al naufragio donde sí pereció su madre. Estuvo dos días y dos noches a la deriva, en alta mar, flotando sobre un neumático.
Luego, la aparición del pescador, la salvación.
Fue entonces, después de la tragedia, cuando empezó la otra batalla.
"Devuelvan a Elián", pudo haber sido el título de este culebrón jurídico y sentimental que parecía interminable y que tuvo su final feliz ayer. Allí mismo, 84 días antes, Fidel Castro había despedido al papá de Elián,
Juan Miguel González, y a su familia, cuando éstos partieron para Washington, con la certeza de ir en busca de su hijo y con la incertidumbre de no saber cuándo regresarían. Aquella vez, el Comandante había dicho: "Para cuando el niño regrese, nada de
fiesta ni de actos".
Y así fue. Con rigor militar, cada paso fue previsto y ordenado, a tal punto que se comunicó en uno de los partes oficiales del día, método del gobierno para informar al pueblo de las decisiones.
Al pie de la aeronave, en la pista, sólo estaban los parientes y las personalidades elegidas: los seis abuelos, un bisabuelo, un tío paterno y el marido de la maestra de Elián, Ageda, que había compartido con sus alumnos los días en Washington. Además,
los padres de los pioneros que viajaron para compartir clases con Elián, representantes de los jóvenes y el presidente de la Asamblea Nacional, Alarcón de Quesada.
Su nueva casa
A 25 metros, "en perfecto orden y disciplina", los alumnos de la escuela primaria Marcelo Salado, de Cárdenas, donde estudia Elián, considerados decisivos en esta lucha de siete meses.
En cuanto a la prensa, sólo dos camarógrafos y un fotógrafo oficiales, "para informar a la población".
El paso siguiente fue el traslado a un lugar desconocido, "por un camino discreto", en un humilde Lada blanco, donde se produjo el encuentro con el resto de los parientes y amigos.
Enseguida partieron para la que será la casa de Elián, su familia y su comitiva en las próximas dos semanas. Situada en el municipio Playa, exactamente en la avenida Primera, entre 30 y 36, se la conoce como La Casa 30 y fue una de las sedes de visita de los jóvenes
comunistas. Tiene dos plantas, está pintada de blanco y tiene techo de tejas rojas. Rodeada por extremas medidas de seguridad, cuenta con rejas de hierro blancas a lo largo de todo el frente.
La instalación de Elián allí forma parte de la continuidad del programa de readaptación que viene cumpliendo desde que se encontró con su padre en Washington. Una vez que se considere que alcanzó el nivel suficiente para pasar a segundo grado, podrá
disfrutar, únicamente con su padre, su madrastra y su hermanastro, de una semana de vacaciones, seguramente en Varadero.
Sólo después, regresará a su pueblo. Allí lo espera su humilde casa de siempre, totalmente pintada a nuevo, color bordó, al lado de la de su abuelo, también renovada. Y, por supuesto, la fiesta de los suyos. Un personaje local, desdentado y simpático,
definió cómo lo recibirán: "Hemos ganado... así que habrá que festejar y gozar".
A partir de ese momento, quizás, Elián pueda retornar a su vida normal, como un pionero cubano más.
Por Daniel Arcucci Enviado especial Dichos y hechos
Bush, triste. El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, George W. Bush, dijo ayer que está "muy triste" por el retorno del niño cubano Elián González a su país. "Me siento triste de que la tierra de la libertad envíe a
un niño al comunismo de Cuba, sin haber escuchado su caso en una corte de familia", sostuvo Bush, gobernador de Texas.
"Mis oraciones y pensamientos están con toda la familia González y espero y deseo que algún día el pequeño Elián viva en una Cuba libre y que pueda tener además la libertad de escoger si quiere regresar a los Estados Unidos", añadió
el candidato.
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Satisfacción de Ortega. El líder sandinista y ex presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aplaudió ayer el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que autorizó el regreso de Elián González a Cuba, y aseguró que "más temprano que
tarde" acabará el bloqueo económico de Washington a la isla caribeña.
"Nos sentimos muy contentos y nos unimos al júbilo del pueblo de Cuba", declaró a periodistas el ex mandatario, que gobernó Nicaragua durante la revolución sandinista de los años 80.
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"Batalla de ideas". "Hemos alcanzado el objetivo del regreso del niño para vivir en su patria" después de una "ardua y sin precedente batalla de ideas y de masas", afirmó ayer el gobierno cubano minutos antes del arribo a Cuba de Elián
González.
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Ciudad natal. Explosiones de júbilo inundaron ayer la ciudad cubana de Cárdenas, donde nació Elián González, al conocerse la noticia del regreso. Un cartel en una casa próxima a la vivienda de los González, herméticamente cerrada, rezaba: "Volverás
al seno de tu familia, de tu pueblo y de tu patria, niño símbolo, niño héroe".
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Compañeros. Los compañeros de la escuela del niño balsero también se alegraron con la noticia. Todos los alumnos fueron a recibirlo en la terminal aérea José Martí de La Habana. "Siento que fue una gran batalla de nuestro pueblo, que triunfó.
Este hecho estará en nuestra historia para siempre", afirmó una alumna, con su precoz discurso de "pionerita".
En tanto, la maestra de preescolar de Elián, Yamilín Morales Delgado, dijo sentirse "contentísima, al igual que todo el pueblo cubano", con el regreso de su ex pupilo. "Mi encuentro con él va a ser grandioso, bueno, emotivo, va a ser de todo un poco",
dijo la educadora cubana, emocionada.
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