Castro pide calma: «La lucha apenas comienza» Una lujosa casa con piscina aguarda al «balserito»
MÉXICO. Enrique Serbeto corresponsal . http://www.abc.es. España. Junio 29, 2000
La televisión cubana interrumpió sus emisiones para anunciar el regreso al país de Elián González después de que los familiares del niño que residen en Miami hubiesen agotado la vía judicial para retenerlo en Estados Unidos.
En un comunicado oficial, el Gobierno cubano pidió a la población que «ahora más que nunca deberá comportarse con un máximo de serenidad, dignidad y disciplina. Recordemos en todo instante que nuestra lucha apenas comienza y un largo camino nos queda por
recorrer todavía».
La noticia ha paralizado la vida en la isla, cuyos ciudadanos han venido siendo convocados a frecuentes e incesantes movilizaciones de todo tipo para mantener viva la exigencia del regreso de este niño, que perdió a su madre cuando ésta se ahogó mientras intentaba
huir de Cuba hacia Estados Unidos.
Fidel ha hecho preparativos para el regreso de Elián a su país, pero no se espera que haya una celebración multitudinaria, al estilo de las que ha orquestado en estos últimos meses en todo el país.
A Elián, su padre Juan Miguel González y a unos cuantos compañeros de clase les espera una confortable casa con piscina en la mejor zona de La Habana, hasta que tarde o temprano, y a pesar de la posición que el régimen habrá sin duda prometido a la
familia, regrese a la cruda realidad de la vida de un cubano normal, con las penalidades y carencias de todo tipo.
Por el contrario, el régimen castrista sale muy fortalecido de esta tragedia, después de un largo periodo de adhesiones y cohesión interna y, lo más importante, obtiene también una suavización del embargo comercial que desde hace 40 años mantiene
Estados Unidos contra Fidel Castro. Elián regresa a Cuba, según todos los observadores, con un bidón de carburante para regenerar la maquinaria castrista.
«BALSERO» MENOS AFORTUNADO
El regreso de Elián y de su padre, convertido por mor de Fidel Castro en «héroe revolucionario», contrasta con las penalidades de otro «balsero» que ha regresado forzosamente a Cuba hace unos días. Andy Morales, jugador de béisbol que fue
repatriadpo a principios de mes tras ser interceptado en el mar por los guardacostas de la Florida cuando intentaba huir de Cuba, ha anunciado su retirada del deporte.
El régimen dijo que Morales no sería represaliado y podría seguir jugando, pero tras disputar dos partidos con el equipo San Nicolás, Andy, ha anunciado su abandono. Según su padre, Morales —que fue recibido hace un año por el propio Castro como un
héroe por su juego frente a los Orioles de Baltimore— es vigilado ahora estrechamente por la Seguridad del Estado y sometido a constante presión. «No puede continuar así», dijo su padre.
Elián vuelve a Cuba tras desestimar el Supremo de EE.UU. el recurso de la familia de Miami
NUEVA YORK. Alfonso Armada corresponsal
Tribunal Supremo de EE.UU. zanjó ayer el caso del pequeño balsero Elián González y abrió la puerta para que regresara a Cuba con su padre. Un avión que despegó del aeropuerto Dulles de Washington trasladó al niño de seis años
y a su familia a La Habana, tras una enconada batalla judicial en la que el régimen de Castro y el exilio en Florida hicieron de Elián un arma arrojadiza.
El avión en el que viajaron desde Washington aterrizó en suelo cubano a las 19:44 hora local (1:44 de esta madrugada, hora peninsular española) en la terminal principal del aeropuerto «José Martí». Un comunicado oficial informó de que el avión
debió realizar un desvío a causa del mal tiempo.
Alumnos de la escuela primaria «Marcelo Salado» formaron en la pista del aeropuerto para dar la bienvenida a Elián junto con sus abuelos paternos y maternos y su bisabuela.
AGRADECIMIENTO A EE.UU.
Antes de subir al avión, Juan Miguel González, padre de Elián, agradeció al pueblo de Estados Unidos el apoyo recibido durante los meses del proceso legal en los tribunales estadounidenses. «Estamos muy felices de regresar a casa», dijo Juan Miguel en inglés,
después de señalar en español que a pesar del sufrimiento de su familia ha tenido la oportunidad de conocer a muchas personas brillantes. «Espero que en un futuro este mismo tipo de amistad se produzca entre los dos países», dijo Juan Miguel.
Previamente, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos acabó con las pretensiones de los familiares de Elián en Miami, que acogieron al niño cuando fue rescatado de las aguas que se habían tragado a su madre y a otros diez balseros que pretendían ganar la costa
de Florida. El máximo tribunal no aceptó revisar la decisión del Tribunal de Apelaciones de Atlanta, que previamente había rechazado la petición del tío abuelo de Elián, Lázaro González, para que el Servicio de Naturalización e
Inmigración (INS) fuera obligado a tramitar una solicitud de asilo político para el niño cubano.
La actitud del Tribunal Supremo también echó por tierra el recurso de los abogados de los familiares para que se prolongara la orden que impedía a Juan Miguel González llevarse a su hijo de regreso a Cuba, plazo que expiró ayer.
El presidente estadounidense, Bill Clinton, que en todo momento había respaldado los puntos de vista de su fiscal general, Janet Reno, de que sólo el padre de Elián podía hablar en su nombre y que el lugar del niño era junto a su progenitor, declaró ayer
en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que «se había respetado un principio básico de la Justicia estadounidense», al tiempo que recordó que Juan Miguel González era un padre «preocupado y amante de su hijo».
La propia Janet Reno, en un breve comunicado difundido ayer, celebró que el Tribunal Supremo hubiera desestimado el caso, y añadió: «Este niño pequeño ahora sabe que puede permanecer junto a su padre. Espero que todo el mundo acepte la decisión del
Tribunal Supremo y se una a mis mejores deseos para esta familia y este niño tan especial».
Con la solución del caso, la Casa Blanca espera proseguir su política de acercamiento a La Habana, que el litigio en torno a Elián estuvo a punto de abortar.
SIETE LARGOS MESES
Han sido siete largos meses en los que Elián ha ocupado portadas de periódicos e infinidad de horas en los canales de televisión de la primera potencia mundial. La familia de Miami aprovechó la custodia temporal que le concedieron los tribunales para abrir un frente
político y judicial que al final se reveló inútil, pero que ha costado a los contribuyentes estadounidenses casi dos millones de dólares, según reveló ayer el Departamento de Justicia (unos 350 millones de pesetas), la mayor parte en gastos de viaje y horas
extras de agentes federales, y eso sin contar los 700.000 dólares (más de 120 millones de pesetas) que se ha gastado el Servicio de Inmigración en cuidar de Elián y en emolumentos judiciales.
Sheriffs federales escoltaron la comitiva formada por Elián, su padre, su hermano Hianny y la mujer con quien Juan Miguel González se casó después de divorciarse de Elizabeth, la madre del ya famoso balsero, camino del aeropuerto, donde les esperaba el avión
privado del Consejo Nacional de Iglesias de EE.UU., que en todo momento abogaron por el derecho del padre de Elián, que el 6 de abril finalmente decidió acudir a Washington para luchar por la custodia de su hijo, después de que fracasase un intento previo de las dos abuelas del
crío.
Indignación, frustración y reproches entre los exiliados cubanos de Miami
MIAMI. Agencias
Siete meses de lucha de los familiares de Elián González en Miami, apoyados por los exiliados cubanos, para impedir que el niño regrese a Cuba, terminaron ayer en frustración, desolación y reproches, pero sin incidentes en la ciudad. El Supremo de EE.UU. decidió
ignorar la petición de la familia de Miami para que emitiera un interdicto que prohibiera la marcha de Elián
Mientras el avión que llevó al «niño balsero» y a su padre, Juan Miguel González, de regreso a Cuba sobrevolaba el sur de Florida en su ruta hacia La Habana, abajo quedaba una ciudad enormemente afectada, los exiliados cubanos indignados por lo que
consideran una traición de la Administración Clinton y una comunidad polarizada entre sus diferentes grupos étnicos.
Para Ninoska Pérez, la portavoz de la influyente Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), «es lamentable que un niño que logró llegar a EE.UU. y que su madre murió en ese intento, sea devuelto a un sistema que lo privará de sus libertades más
esenciales». La portavoz del principal grupo de exiliados cubanos afirmó que «desde que Fidel Castro tomó las riendas de este asunto, su padre perdió la patria potestad».
EN LA PEQUEÑA HABANA
Tras la negativa del Tribunal Supremo, varias decenas de personas comenzaron a reunirse frente a la casa, en La Pequeña Habana de Miami, donde vivió Elián más de cuatro meses con su tío abuelo Lázaro González y su prima, Marisleysis. «Hay que
hacer algo, esto no se puede quedar así», gritaba un joven cubano incapaz de ocultar su cólera.
Las autoridades locales se mantuvieron alerta, aunque no se esperaban incidentes como los que se produjeron tras el asalto el 22 de abril a la casa por agentes federales para sacar al menor por la fuerza y para llevarlo con su padre en Washington. Líderes de los diversos grupos del exilio
cubano han estado pidiendo en los últimos días que se mantenga la calma y que se no se provoquen incidentes que puedan dañar la imagen de los exiliados, cualquiera que fuera la decisión del Tribunal Supremo.
El líder del Movimiento Democracia, José Ramón Saúl Sánchez, aseguró que los exiliados tenían «sentimientos de frustración, desencanto y profunda tristeza». Según el líder de ese grupo anticastrista, «estamos
pasando uno de los momentos más difíciles en la historia del exilio debido al desencanto tan grande que existe».
Comentaristas de radios de Miami recordaban que el último recurso que tiene ahora el exilio cubano para castigar a la Administración del presidente Bill Clinton es la de votar en contra de los demócratas en las elecciones presidenciales de noviembre.
Janet Reno, la fiscal general y secretaria de Justicia, es ahora el enemigo «número dos», después de Fidel Castro, por su decisión de que Elián no podía pedir asilo político en este país y que sólo su padre podía hablar en
nombre del niño.
El caso de Elián González ha causado una profunda división en Miami entre la mayoritaria comunidad de origen cubano y los otros grupos étnicos, como los norteamericanos de raza blanca y la negra. Los sondeos indicaban que entre éstos dos últimos grupos
el consenso mayoritario era que el niño debería regresar con su padre, aunque éste se lo llevara a un país comunista.
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