El Mundo. Junio 29, 2000
Decepción y calma en la «Pequeña Habana»
MIAMI.- La reacción de los familiares de Elián, que retardaron in extremis el regreso del niño a Cuba, no se hizo esperar. Antes de que el pequeño aterrizara en La Habana con su padre, su madrastra y su hermanastro, la familia en el exilio emitió un comunicado
en el que expresaba su decepción por el fallo del Supremo.
«Los hombres han decidido, pero Dios tendrá la última palabra», afirmó su portavoz, Armando Gutiérrez. «Por supuesto que la familia está decepcionada, pero creen en Dios y en la ley», concluyó.
El último episodio de esta batalla legal y emocional concluyó para los tíos abuelos de Elián, Lázaro y Delfín González, y para su prima Marisleysis, en una iglesia, a la que acudieron para rezar por el fallo del Supremo. Una vez conocido, los
parientes del niño balsero pidieron a la comunidad cubana que aceptaran la decisión de la Justicia estadounidense y que «mantuviesen la calma».
Y así sucedió. La población cubana de Miami recibió ayer con más tranquilidad de la esperada la decisión del Supremo de no revisar el caso Elián. Apenas unas 50 personas se congregaron frente al domicilio del tío abuelo del niño,
situada en el barrio de la Pequeña Habana, para protestar contra la salida de Elián a Cuba.
Al grito de «Elián no se va, lo dijo su mamá», los manifestantes acusaron al Gobierno comunista de Washington de ceder a las presiones de Fidel Castro. «Este fallo no nos sorprende. Desgraciadamente lo esperábamos, pero vamos a continuar la guerra contra la
dictadura en Cuba», manifestó el portavoz del movimiento anticastrista Democracia, Ramón Raúl Sánchez.
El presidente de la asociación Hermanos al Rescate, José Basulto, fue más lejos. «Esto demuestra una actitud cobarde de Estados Unidos hacia el comunismo cubano», apuntó. «Pero no es una derrota, sólo fue una batalla en la guerra que libramos
para llevar la democracia a la isla».
El salvador de la revolución
Castro ha conseguido altos beneficios políticos gracias al caso del «niño náufrago»
Angel Tomas Gonzalez. Especial Para El Mundo .
LA HABANA.- La salida de Washington de Elián González, el más trascendente símbolo patriótico que ha tenido la revolución cubana después de la muerte del Che Guevara en el año 1967, fue narrada a los cubanos horas antes de la partida a través
de una nota oficial. En ella se ofrecían los detalles del viaje a La Habana con la precisión de una operación militar: salida «a las cuatro y un segundo de la tarde» (las 22.00 horas en España) en dos avionetas alquiladas para trasladarlos a La Habana y llegada
a las 21.00 hora local (las 3.00 horas en España).
El comunicado oficial, a su vez, pidió a la población que ahora más que nunca deberá comportarse con un máximo de «serenidad, dignidad y disciplina».
La televisión cubana transmitió en vivo la llegada de Elián. Este, al descender de la escalerilla del avión, donde viajó con su padre Juan Miguel, la madrastra Nersy Carmenate, Hianny, el hermano de ocho meses, y el cachorro de perro que le regalaron durante su
estancia en la finca de Maryland, recibió besos y abrazos de las abuelas y abuelos y de otros familiares que lo esperaban en la pista.
Así lo había previsto Fidel Castro. El líder cubano, durante la intensa campaña que ha dirigido personalmente en los últimos siete meses por la liberación del pequeño náufrago, denunció reiteradamente el clima de histeria colectiva
que acosó a Elián durante su estancia forzada de más de cinco meses en la casa de su tío abuelo en la Pequeña Habana de Miami.
No hubo manifestaciones populares para festejar la victoria por el retorno del niño mítico. No era necesario. La revolución cubana, en este medio año, ya ha obtenido altos beneficios que han fortalecido su salud ideológica gracias a la ciega pasión política
de los grupos radicales del exilio de Miami. Castro, desde el inicio de esta refriega, sabía que iba a ganar.
Pero las dolencias traumáticas que ha padecido la personalidad de este niño de seis años están todavía por curarse. Al parecer, Elián y su familia habitarán temporalmente en una mansión del barrio Miramar, en La Habana, que Castro ha
visitado para verificar los arreglos constructivos que le han hecho.
La doctora Aurora García, una de las psicólogas que le dará tratamiento a Elián en los próximos días, explicó a EL MUNDO que esa primera etapa de tránsito en la capital es muy necesaria porque Elián tiene que estar en un lugar
tranquilo, sin el acoso de la prensa y de los vecinos de Cárdenas, su ciudad natal, para enfrentar la reunificación con el resto de la familia.
Durante el tiempo que ha permanecido junto a su padre en Washington, Elián no ha querido hablar nada sobre los meses que vivió con su parentela en Miami. Eso es natural, dijo la doctora, «es un proceso de defensa». Sigue preguntando por su madre, ya que no ha asumido su
muerte.
Su otro problema es que este niño de un pueblo de provincia, Cárdenas, ha padecido la extraña experiencia de haber vivido durante siete meses en la diferenciada realidad social y económica de la primera potencia del mundo. Elián, desde su llegada ayer a la
isla, está sometido a un nuevo aprendizaje: el de adaptarse a las condiciones de vida que existen en su país.
El otro gran héroe para el sistema cubano en esta singular batalla política y judicial ha sido Juan Miguel González. Castro, al citarlo en sus intervenciones públicas, lo ha calificado de hombre de palabra, honesto y patriota. Juan Miguel tiene además el mérito
de haber rechazado la oferta de dos millones de dólares si se quedaba en Estados Unidos. De haber solicitado asilo político, la intensa campaña gestada por Castro durante estos meses hubiera naufragado y las consecuencias serían impredecibles.
No hubo recepción oficial en La Habana para el «niño balsero»
Angel Tomas Gonzalez. Especial Para El Mundo .
LA HABANA.- Elián González, después de siete meses, pisó finalmente tierra cubana a las 19.46 horas (1.46 horas de hoy, hora peninsular española) en el aeropuerto de La Habana. No hubo ceremonia oficial ni manifestaciones populares a la llegada del niño
héroe. Un comunicado oficial dado a conocer una hora antes de que llegaran los dos pequeños aviones en que viajaron Elián y las otras 13 personas que lo acompañaron durante su estancia en Washington, explicó que el recibimiento se haría con la mayor
sencillez para evitar emociones excesivas, fatigas y trastornos al niño Elián.
Los primeros en saludar con besos y abrazos al pequeño balsero fueron sus abuelos y una primita. Mientras, el único representante del Gobierno presente en la pista del aeropuerto fue Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento, que acudió en su condición de
asesor de Juan Miguel González, padre del niño.
Los alumnos y maestros de la escuela donde estudiaba Elián en la ciudad de Cárdenas, igualmente asistieron a la llegada de Elián. Según explicó el comunicado oficial, Elián, junto con su familia y los cuatro niños que convivieron con él en
Washington, permanecerán por un tiempo mínimo en la casa que ha sido preparada como escuela en el barrio de Miramar en La Habana.
Posteriormente, Elián, su padre Juan Miguel, la esposa de éste y el pequeño hermano irán a descansar a un lugar próximo a la ciudad de Cárdenas. La nota oficial añadió que después Elián volverá a vivir en Cárdenas,
por lo que ha pedido a los vecinos de esa ciudad que ayuden al niño héroe a tener una vida normal.
El niño balsero, una vez en la isla, encontrará el mismo paisaje que dejó. Pero la sociedad cubana posElián, políticamente, es otra. Elián, como símbolo patriótico, le ha servido al gobernante Partido Comunista para vacunar a la población
con una fórmula ideológica que le permita al sistema seguir teniendo un consenso mayoritario para sostener un modelo de sociedad alternativa a la globalización.
La sociedad cubana está viviendo una remodelación y reactivación de todos sus mecanismos políticos y económicos con el fin de evitar que el huracán de la globalización borre de la memoria popular los principios de la revolución. El propósito
es levantar una especie de escudo antivirus en el pensamiento de los cubanos para que no se contaminen con el espejismo consumista de los países ricos.
Pero Elián hizo otro milagro. Por vez primera en 40 años de hostilidad en blanco y negro entre Cuba y EEUU, una buena parte de la opinión pública norteamericana ha comenzado a interesarse por conocer la realidad de la isla. La retención absurda de Elián
en Miami también provocó el inédito milagro de enfrentar políticamente a Washington y buena parte de la población norteamericana contra los cubanos del exilio. Un hecho que Fidel no habría podido lograr hacer sin la ayuda involuntaria de Elián. |