Los compañeros de colegio del niño 'balsero' acuden a recibir a Elián al aeropuerto José Martí
MAURICIO VICENT, La Habana . El País. Junio 29, 2000
Cuba recibió esta madrugada al niño Elián González, que salió de la isla con su madre en una balsa en noviembre del año pasado. El avión tomó tierra a la 19.46 horas, la 1.47 de esta madrugada en España. Pocos minutos después,
Juan Miguel González se fundía en un abrazo con sus familiares y el abuelo de Elián, Juan González, cogía en brazos al pequeño. Detrás, los compañeros del colegio del balsero entonaban el himno nacional y agitaban barderas cubanas. Fidel Castro
se comprometió, horas antes, a no exhibir al niño como un trofeo de guerra y a evitar recibimientos oficiales.
Convertido por la televisión cubana en el niño más famoso del mundo -"nuestro niño, convertido en un gigante", dijo un locutor de la televisión cubana cuando el avión tomó tierra-, Elián González llegó anoche a
Cuba. Los dos aviones que trasladaron al pequeño, a su padre, Juan Miguel González, y al resto de sus familiares y compañeros de aula desde Washington aterrizaron en el aeropuerto de La Habana a las 19.46, (1.46 horas de esta madrugada en España). Las autoridades sólo
cumplieron a medias su promesa de que no habría grandes recibimientos ni se exhibiría al niño como un trofeo.
Compañeros de su escuela primaria del pueblo de Cárdenas, localidad a 140 kilómetros de La Habana, fueron trasladados hasta el aeropuerto José Martí para recibirle. También estuvieron en la pista sus abuelos y otros familiares cercanos, además de
cuatro líderes estudiantiles y de la Unión de Jóvenes Comunistas y el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, quien se ocupó del caso desde el primer momento. No acudió Fidel Castro.
El niño fue trasladado desde el aeropuerto hasta un lugar reservado, donde se reunió con el resto de su familia. Después fue trasladado a una casa en el barrio de Miramar. Allí permanecerá dos o tres semanas antes de regresar a su casa. Las autoridades dijeron
que el niño y su familia pasarán una semana de vacaciones en un lugar cercano a Cárdenas, probablemente Varadero, y después se reintegrará a su hogar.
"Nuestros admirados maestros y pedagogos deberán llevar a cabo la obra maestra de convertirlo en un niño modelo, digno de su historia, de sus simpatías y su talento, para que sea siempre a la vez un ciudadano normal y un símbolo, un ejemplo y una gloria para
todos los niños de nuestra país y un orgullo para los educadores de Cuba", dijo el Gobierno cubano en su nota oficial. También llamó a la población a mantener la calma para evitar "emociones excesivas" al pequeño, y aseguró que no lo
presentaría como una victoria ante EE UU.
El equipo de psicólogos, psiquiatras, pediatras, médicos y pedagogos que atenderá a Elián ya está listo. Según Aurora García, una de las psicólogas que lo tratará, Elián necesita ahora tranquilidad, paz, tiempo para asimilar
lo que le ha ocurrido en los últimos meses. Por lo visto, el niño todavía pregunta por su madre, Elizabeth Brotón, quien desapareció en el mar ante sus ojos aquel 22 de diciembre en que naufragó el barco en el que viajaban clandestinamente hacia Miami.
"Todavía no ha hecho el duelo por la muerte de su madre", afirma García, que es profesora de la facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. Asegura que este "duelo" Elián ha de hacerlo en su hogar, en Cárdenas, en el espacio donde
vivió con ella. "Creo que a su regreso tendrá una primera etapa de tránsito aquí en La Habana. Tiene que estar en un lugar tranquilo, sin el acoso de la prensa y los vecinos de Cárdenas, para convivir tranquilamente con el resto de la familia".
Una casa con piscina, aula y gabinete de ayuda psicológica
M. V, La Habana
La casa acondicionada para alojar al niño más famoso de Cuba junto a sus familiares más allegados y un equipo de apoyo es una dependencia de la Unión de Jóvenes Comunistas en el barrio de Miramar, un distrito residencial de La Habana donde viven numerosos
diplomáticos y hay oficinas de empresas extranjeras. Las autoridades han reproducido en esta residencia, que tiene piscina y está frente al mar, una réplica del aula de Elián en Cárdenas. "Será mitad hogar y mitad escuela", aseguró Lesbia Cánovas,
directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de La Habana, una de las personas que trabajará en el equipo multidisciplinario que atenderá a Elián. En la instalación se ha montado una sala de juegos, que será utilizada por los psicólogos en
las sesiones de terapia, y un pequeño parque infantil. El propósito es que Elián tenga aquí la paz necesaria para comenzar su readaptación, que no va a ser sencilla.
Después de vivir rodeado de juguetes en la casa de su polémico tío abuelo Lázaro González, en Miami, y de su tránsito por dos lujosas residencias en Washington tras el reencuentro con su padre, Elián ha de volver a la vida normal en Cuba. Y la
vida normal en Cuba no tiene nada que ver con lo que el niño ha visto en los últimos meses.
Sin duda, el padre de Elián, Juan Miguel González, no pasará demasiadas dificultades para conseguir juguetes o ropa para su hijo. Pero aún así, cuando Elián regrese a Cárdenas, deberá adaptarse a sus anteriores condiciones de vida. Los días
que se quedaba en la casa paterna, una humilde vivienda de dos plantas, Elián dormía junto a Juan Miguel y su madrastra en la misma cama. La escuela a la que iba adolece de los mismos problemas que el resto de las escuelas cubanas: mala comida, calor, pocos ventiladores, condiciones
higiénicas que dejan mucho que desear.
Elián era, de algún modo, un privilegiado antes de salir de Cuba. Sus padres trabajaban en el sector turístico en Varadero y cobraban en dólares. Pero, de ahí a que pueda disfrutar del mismo nivel de vida de los últimos meses, hay un largo trecho. |