Silencio oficial sobre consumo de marihuana en universidades
Dr. Sunset Nogueras Rofes
CIENFUEGOS, junio - Sobre las universidades cubanas no siempre se dice la verdad. Mientras la prensa dependiente del Partido Comunista de Cuba (PCC) y sus órganos de propaganda desatan otra campaña contra el gobierno estadounidense y el exilio cubano radicado en la Florida a través
de las llamadas mesas redondas, se intenta sepultar en el silencio hechos reales que pudieran mostrar la verdadera cara de la tragedia causada en la Isla por el gobierno comunista.
Hace sólo unos meses en la Facultad de Ciencias Médicas "Raúl Dorticós Torrado", de Cienfuegos, el estudiante sudafricano nombrado Simón Bambane fue ágilmente deportado hacia su país en menos de 72 horas por consumo de marihuana, luego
que se le ocuparan fragmentos de la planta narcótica en sus pertenencias.
De acuerdo al testimonio de otro estudiante sudafricano, se pudo confirmar que el joven expulsado, cuya edad es de 21 años y tenía buen rendimiento académico, manifestaba reacciones extrañas tales como marginación del colectivo estudiantil, lo que causó
sospechas entre sus compañeros. Uno de ellos expresó su preocupación a una auxiliar de piso, y ésta comunicó rápidamente sobre el asunto al representante de extranjería de la universidad, el que a su vez dio parte al Ministerio del Interior (MININT),
que tomó cartas en el asunto.
El becario sudafricano entrevistado dejó explícita su preocupación por el destino de su compañero expulsado ante la imposibilidad de reeducación y consideró la posibilidad de una oportunidad para su compatriota, puesto que es una persona sin antecedentes
de consumo de drogas.
Lamentó además que el grupo africano no haya podido ejercer cierto papel mediador en los acontecimientos, y terminó alegando su sorpresa ante la expedita repatriación del encausado por parte del gobierno de Cuba.
Se aclaró también que el MININT desarrolló todas las investigaciones silenciosamente y no se pudo conocer más detalles sobre el tema, puesto que se exigió "se manejara el asunto con discreción". No obstante, fueron informados los miembros del
claustro de profesores, pero problema tan relevante como éste no constituyó noticia para los medios de prensa de la Isla, todos en poder del PCC.
Intentando indagar a profundidad preguntamos al Dr. Rolando Peraza, que está al frente de las delegaciones de estudiantes extranjeros, que dicho sea de paso conforman el mayor por ciento de la matrícula de la referida Facultad, y él dijo: "No puedo referirme a ese tema
porque no se me permite". Pero agregó que a su juicio la situación se había manejado con prudencia.
Al preguntársele qué consideraba por prudencia, se negó a responder y culminó el encuentro.
Muchos becarios opinan que el consumo de marihuana es más habitual de lo que parece, y que la entrada de la droga en la universidad proviene de contactos que realizan estudiantes con elementos de la población que se dedican a esos menesteres.
Para otros no constituye sorpresa alguna y creen que esa práctica de consumir drogas afecta a otros centros de enseñanza del país.
El silencio oficial en torno a este caso pretende imponer una barrera que impida que la noticia llegue a los cubanos y por ende a medios extranjeros de prensa. Ningún sistema que se sepa fuerte necesita silenciar el hecho de que se consume marihuana en universidades del país.
Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
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