Calzada de Jesús del Monte #467
Ramón Díaz-Marzo
LA HABANA VIEJA, junio - Mientras caminaba por la ciudad pensando que sólo faltan dos meses para llegar al centro del verano, y que una simple caminata es capaz de agotar, y comparaba a la ciudad con una dentadura humana al ver en los viejos edificios muelas podridas que se derrumban o
son demolidas para construir en su lugar un parque; mientras, por espíritu de previsión buscaba un bombillito para mi linterna de dos pilas "made in China" y ni siquiera en las shopping podía encontrarlo, llegué y me detuve frente a Monte #467.
Se trataba del día 6 de junio del año 2000, entre las 10 y las 11 de la mañana, con un calor de todos los demonios en la calle Monte #467, entre las intercepciones de Angeles e Indio. En la entrada, formada por unas rejas semejantes a un calabozo, se lee en una pequeña
tarja de hierro: "El día 15 de diciembre de 1929, desde este lugar salió al aire, por primera vez, RADIO PROGRESO, LA ONDA DE LA ALEGRIA. 70 aniversario. 15 de diciembre de 1999".
Desde hace tres años, 41 trabajadores por cuenta propia (que este reportero contó) han sido ubicados en este pequeño local de la calle Monte, hacinados, con las tarimas y mesitas donde muestran sus mercancías una al lado de la otra, por donde apenas se puede caminar,
sin ventilación, y en las más dramáticas condiciones, para ofrecerle al público sus servicios. Y según pude informarme, estos cuentapropistas han logrado reunir la cantidad de dinero necesaria para comprar un extractor de aire. Pero en Cuba, los extractores de aire
no se le venden a los particulares.
Antes de proseguir, debo apuntar que este reportero también pudo comprobar a todo lo largo de la calzada de Jesús del Monte la situación de más de 41 locales abandonados a su suerte, convertidos en viviendas o subutilizados. Entre ellos se encuentra uno de nombre "Paraíso",
en cuyos portales, ya secos, pueden verse ríos de orina de transeúntes atrapados en una ciudad donde o existen los urinarios públicos.
Volviendo a Monte #467, les digo que entre los cuentapropistas encontré el bombillito para mi linterna. Pero se me hizo evidente que para el gobierno local de la ciudad de La Habana -y yo diría que para el gobierno nacional-, los trabajadores por cuenta propia no están
contemplados en los planes para el desarrollo y crecimiento de la economía interna. Es posible que el gobierno de la Isla siga creyendo que los cuentapropistas son un accidente de la historia sin mayor relevancia, que pronto serán superados. Y se niegan a aceptar que los
cuentapropistas han llegado para quedarse; que es cierto que ahora, aparentemente, no representan nada para la economía nacional. Pero con el tiempo, en el orden moral e invisible con que las circunstancias suelen tejer los hechos, se sabrá lo muy importante que ya eran en el momento
de su aparición.
Hoy la realidad de los hechos continúa demostrando que la oferta estatal, sea en moneda nacional o en dólares, es deficiente. Pues los cuentapropistas son los únicos que atienden a sus clientes con todo tipo de deferencia; te abruman de atenciones. Y cuando te dicen "Señor",
uno siente que no están mintiendo, y aunque uno no les compre alguna mercancía, jamás se molestarán. Esto es así porque los cuentapropistas son un fenómeno natural, están compitiendo en justa lid, y por pocas que sean las ganancias, siempre se
benefician honradamente. Mientras que los empleados de las shoppings saben que la gerencia de sus unidades no les paga lo que merecen. Por eso, en algunos casos, los empleados estatales alteran o manipulan los vales de venta, o en la más inmoral de las "soluciones", le comunican al
cliente que "no hay menudo para el vuelto". Ello demuestra que el sistema de organización del trabajo en Cuba continúa cometiendo el mismo error de siempre: no pagarle al obrero un sueldo que se corresponda con la realidad monetaria del país.
Otro aspecto a destacar entre los cuentapropistas es que no tienen que sufrir la dualidad monetaria. Ud. Les paga en moneda nacional y siempre te darán un vuelto en la misma moneda. Sin embargo, en las shoppings existe la tendencia a incluirte (a la cañona) en una parte del vuelto
la moneda alternativa del Estado. Y este corresponsal ha sido testigo, en más de una ocasión, del rechazo de la población a esta moneda alternativa. Inquiriendo la causa de este manifiesto rechazo, las personas han respondido que es una moneda que "trae mala suerte".
Como quiera que la actual realidad contradictoria cubana continúa insistiendo en sobrevivir, con un capitalismo totalitario, ya los cuentapropistas se encuentran en el camino correcto y aprenden la más difícil de las asignaturas: ser independientes y responsables ante sí
mismos. Los cuentapropistas son los abanderados de nuestra incipiente sociedad civil. Ellos son, quizás sin saberlo, los primeros héroes que nos ayudarán a transitar por este difícil tramo del camino, mostrándonos que la independencia económica no está
reñida con la voluntad política de un Estado que quiera mantener garantizadas, para todos, la educación y la salud pública.
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