Un Géminis llamado Félix Antonio
Héctor Maseda, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, junio - El mercado negro existe en Cuba no por el desvío de recursos sino por el descontrol, afirmó la licenciada Lina Pedraza, Jefe de la Oficina Nacional de Auditoría (ONA) y control gubernamental, subordinada al Ministerio de Finanzas y Precios de la República
de Cuba, al analizar los resultados de su departamento de 1999.
La realidad nos dice que existe en la actualidad un fuerte y creciente mercado negro en el país, opinan fuentes ajenas a la ONA, que es alimentado por los únicos proveedores posibles: los propios almacenes gubernamentales.
Otros especialistas independientes consultados, consideran que esta situación se produce como resultado del abismal desbalance que existe entre los magros salarios que reciben nuestros trabajadores y el creciente costo de la vida, que les impide cubrir sus necesidades y las de sus
familiares más allegados. Muchos de estos productos vendidos en los mercados estatales en divisas se encuentran fuera del alcance de la población por sus elevados precios. De ahí que surja la bolsa negra y su cadena clandestina, desde el que sustrae el producto hasta el que lo
compra y paga precios inferiores a los oficiales.
Lo cierto es que hay problemas no sólo en las dependencias que manejan divisas, sino en muchas áreas económicas de la nación. El poco control de los recursos asignados, los atrasos contables y la falta de división de funciones que garanticen el cuidado de los
recursos, son algunas de las deficiencias más notables que se observan a nivel nacional.
Es necesario se analicen las razones socioeconómicas que propician el mercado negro, que las autoridades gubernamentales dejen de prestar oídos sordos a los reclamos ciudadanos y que los sindicatos oficiales (únicos autorizados por el régimen) comiencen a defender
realmente los intereses de los trabajadores. De lo contrario, no será posible eliminar estas prácticas de economía subterránea que desangran la solvencia y estabilidad financiera de cualquier país en vías de desarrollo, como es el caso de Cuba.
Más barato le resultará al gobierno cubano abrir un poco la llave de estos suministros a la población y a precios que se correspondan a sus salarios, que mantenerla cerrada todo el tiempo como han hecho hasta ahora. El buen juicio es, indudablemente, un elemento fundamental
para la prosperidad.
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