CUBANET ...INDEPENDIENTE

7 de junio, 2000



Cuba y el Día Mundial del Medio Ambiente

Reinaldo Cosano Alén

LA HABANA, junio - El planeta continúa perdiendo aceleradamente tierras feraces por la erosión, sobre explotación, sequías y pavimentación e inmuebles fincados en el terreno.

Los desiertos tragan miles de kilómetros de tierra de cultivo por año.

Cada vez son más las especies vivas (flora y fauna) amenazadas de extinción. La biodiversidad en su conjunto está profundamente afectada.

El agua se hace salobre, francamente salada, e impura y escasa.

El hacha y la lluvia ácida no paran.

Se acrecienta la destrucción de bosques. No se reforesta lo suficiente, ni con las especies sustitutas adecuadas. Sólo aquéllas de rápido crecimiento.

La pesca ilimitada en mares y océanos ha puesto en precario la fauna marina, a lo que se une la afectación del fito y zoo plancton por la contaminación de las aguas, que conducirá a la catástrofe.

El clima se torna cada vez más agresivo. Aumentan las enfermedades respiratorias y de la piel, junto a hambrunas por falta o exceso de agua.

Inquietante, y por ello muy vigilado, es el hueco de la sombrilla protectora de ozono.

Todo apunta al Apocalipsis.

Pero los "santuarios" ecológicos dan muestras positivas de que el mundo aún puede salvarse. Aunque el tiempo es corto. Demasiado corto. Cada hombre y cada pueblo tienen que hacer lo suyo. No bastan prohibiciones, ni leyes, ciertamente necesarias para la protección del medio y revertir favorablemente la situación. Se necesita, rápido, una real conciencia ecológica.

La Cumbre de la Tierra (Rio. Agenda 21) fue el urgente llamado. Sin embargo, los males denunciados continúan, y los progresos no son aún significativos. Porque pocos son los compromisos y obligaciones de quienes gobiernan pueblos y al mundo.

Hay que hacer compatibles los intereses del desarrollo y la preservación de la naturaleza. La vida toda del planeta.

Nuestro país no está exento de los maleficios ecológicos. Pero además, tiene los suyos propios.

La contaminación ambiental es elevada, y ahora se suma la intromisión del turismo foráneo en los grandes y frágiles nichos ecológicos: el rosario de islas y cayos de la plataforma insular, y remotos parajes intramontanos y valles.

Fuentes oficiales han hecho el anuncio reciente de que la contaminación ambiental disminuyó en 6,9%. Equivalente, dicen, a 24 mil toneladas de desechos neutralizados o reutilizados. ¡Enhorabuena!

Pero como siempre, nos topamos con que no existe autoridad en la materia, ni institución independiente que pueda verificar y certificar. Tampoco se dice en qué lapso de tiempo ni qué, ni qué parámetros técnico-científicos se han empleado en la medida.

De todas maneras, es evidente que 24 mil toneladas de desechos es insignificante en el reciclaje.

Que ya se exijan licencias ambientales para emprender obras mayores constituye otro paso positivo. Como también se nota por la prensa un llamado para elevar la cultura ecológica y cuidado del entorno natural.

Paliativos que deben ser reconocidos. Pero el grave problema, mayor, es desarrollar una cultura ambientalista sincera y profunda, que hoy apenas roza la epidermis de la nación en su conflicto ecológico.

También se precisa la inversión de enormes recursos financieros, de los que el país no dispone.

No hay dinero suficiente para la costosísima implementación de descontaminantes.

Sobre todo, eliminar las fuentes de envenenamiento.

Habría que cerrar, mudar, o remodelar, fábricas, centros de labor.

Millonarias inversiones para salvar la mayoría de las bahías, particularmente las de La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba, que presentan ya la muerte ecológica por funestos vertimientos tóxicos de fábricas, agricultura y albañales de las urbes.

Parecido sucede con los ríos, en su condición de verdaderas cloacas.

El Cauto, el mayor de Cuba, es uno de los más afectados. Ya no es capaz de sostener vida propia. Ni la circundante de sus pobladores. Ni la agricultura. Sus aguas son salobres y están envenenadas. En el Cauto se aplican esfuerzos de terapia intensiva ecológica, para restituirle la vida útil.

El reciclaje daría empleo a miles de miles de cubanos, y ayudaría a salvar la naturaleza. Clasificados, correctamente manipulados y reutilizados. Pero no se notan avances significativos.

Al contrario, prevalece la solución terrible del vertedero y el fuego, en que cientos de miles de toneladas de desechos útiles son enterrados o quemados. Amalgama criminal que al liberar sus componentes químicos hacen más destructivos los efectos sobre la naturaleza.



Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

SECCIONES

NOTICIAS
...Prensa Independiente
...Prensa Internacional
...Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
...Inglés
...Alemán
...Francés

SOCIEDAD CIVIL
...Introducción
...Cooperativas Agrícolas
...Movimiento Sindical
...Bibliotecas
...MLC
...Fraternidad de Ciegos
...Seguidores de Cristo
...Estudios Sociales
...Ayuno

DEL LECTOR
...Cartas
...Debate
...Opinión

BUSQUEDAS
...Archivos
...Búsquedas
...Documentos
...Enlaces

CULTURA
...Artes Plásticas
...Fotos de Cuba
...Anillas de Tabaco

CUBANET
...Semanario
...Quiénes Somos
...Informe 1998
...Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887