Asesinado y descuartizado un joven en tragedia pasional
LA HABANA, 6 de junio (Juan González) - Cuando se preparaba para dispersar por distintos grupos de la ciudad las evidencias macabras de su crimen, fue sorprendido por efectivos del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) -versión cubana de la policía criminal-
Melquiades Barreras, en su domicilio sito en calle 13 #8018 entre 80 y 82, en el Reparto Almendares del municipio Playa.
En el allanamiento realizado, los agentes policiacos hallaron el torso y las extremidades seccionadas de un hombre joven de la raza blanca, que se supo se trataba de Ulises Fuentes Wilson, vecino de calle 70 #2701 entre Avenida 27 y 29, Reparto Buena Vista, también municipio Playa de esta
capital.
La cabeza del occiso separada del tronco fue hallada posteriormente en el Monte Barreto, un área de manigua situada en las inmediaciones de la costa en el municipio Playa.
Pedro Pablo Marchante Amareles, activista del Partido Pro-Derechos Humanos de Cuba (PPDHC) aportó los detalles de esta tragedia.
A través de Marchante conocimos que los hechos ocurrieron en la noche del 25 de mayo pasado en el Café Havana, del Hotel Meliá-Cohiba, cuando Melquíades, que sostenía relaciones amorosas con Fuentes Wilson, amenazó a éste con matarlo si no lo
acompañaba.
Ante la negativa terminante de Fuentes Wilson, Melquiades lo asesinó, llevándose hasta su domicilio el cuerpo sin vida de aquél. Luego lo desmembró para ocultar la evidencia física del delito.
Sorprendido Melquiades por su madre, con la que no mantenía las mejores relaciones por ser ella una fuerte crítica de su preferencia homosexual, él la amenazó con matarla también si abría la boca para denunciar el hecho.
La mujer, aterrorizada, encontró el medio para hacer llegar una nota al presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR): desde la ventana de la casa se la pasó a unos niños, que ajenos a la tragedia, jugaban en la acera.
La creciente degradación y violencia hacen presa en las capas más humildes de la sociedad cubana. Los homosexuales, los negros y los religiosos, entre otros grupos reprimidos históricamente por el gobierno comunista, escriben en ocasiones páginas de violencia que los
medios de prensa gubernamentales no divulgan para preservar la ya deteriorada imagen de un sistema que cada vez demuestra su carácter inoperante y su esencia represiva.
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