Habrá Aquelarre 2000
Manuel David Orrio, CPI
LA HABANA, junio - El Séptimo Festival Nacional del Humor Aquelarre 2000 tendrá lugar en La Habana del 23 de junio al 2 de julio, informó la emisora local CMBF, tras haberse suspendido su celebración en marzo, debido a la situación creada en torno al caso del
niño balsero Elián González, aseveró una fuente cercana al evento.
"Cuba no está para humor en estos momentos", es una frase que podría haber sido pronunciada como razón para suspender Aquelarre 1000, después de la decisión tomada de celebrar el festival de humorismo en marzo, y no en diciembre, mes convenido en la
Isla por la coincidencia de varios eventos significativos.
Aquelarre 2000 parece haber vencido a los enemigos de la risa -a su vez enemigos de un humor crecientemente contestatario-, gracias al recurso de haber ganado al público y a los escenarios. Varias salas habaneras están haciendo recaudaciones récord con espectáculos
humorísticos estables o comedias musicales al estilo de un actualizado teatro bufo cubano, en las cuales se destacan chistes como el de exigir más iluminación para la sala, porque "esto está más oscuro que Villamarista". Así se llama a la sede del
departamento de Seguridad del Estado.
Aquelarre 2000 tendrá por sede a los teatros Fausto, Mella y América. Los tres se han distinguido en los últimos años por puestas escénicas donde se hace un crudo abordamiento de la realidad isleña.
Para esta edición, el Festival Nacional del Humor contará con la presencia de invitados extranjeros, y otorgará, por primera vez, el Premio Nacional del Humor.
Candidatos al mismo, entre otros, son el oficialista Enrique Núñez Rodríguez y los muy populares Osvaldo Doimeadiós y Orlando Manruso, cuyos personajes femeninos de Margot y Mariconchi han devenido instituciones del humor cubano. No obstante, resurgido de nadie sabe dónde,
un célebre cronista de humor de fines de los setenta y principios de los ochenta, puede hacerles notable competencia: Héctor Zumbado.
Muchos cubanos mayores de cuarenta recuerdan con agrado sus cáusticas crónicas dominicales, publicadas en Juventud Rebelde, y entre las cuales descolló El Guaguabol, una sátira a las deficiencias del transporte público habanero. Devino visión profética,
pero de Casandra...
De este modo pudiera ocurrir que Héctor Zumbado reciba en Aquelarre 2000 el tercero de tres homenajes. El primero es el de sus actuales discípulos, humoristas de escena como Doimeadiós. El segundo es el de los periodistas independientes cubanos, algunos de ellos abiertos
seguidores de su estilo literario. El tercero será el reconocimiento oficial y tardío de su condición de adelantado.
Entretanto, a las tablas, Aquelarre 2000.
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