El Nuevo Herald. Junio 2, 2000
Irritado Castro con el tribunal
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
El régimen de Fidel Castro convocó para esta mañana a medio millón de mujeres de la capital y sus alrededores a manifestarse frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos para protestar por el fallo de la Corte Federal de Atlanta que prolonga la estancia
de Elián González en este país.
``Es un momento decisivo y no hay alternativa ni vacilación posible'', afirmó un comunicado firmado por la Dirección Revolucionaria, que fue leído en la noche del jueves al concluir la habitual mesa redonda informativa, a la que asistió Fidel Castro acompañado
de altas figuras del gobierno.
Al referirse al fallo de la Corte, el comunicado oficial dijo que ``ahora de hecho, no sólo Elián está secuestrado en Estados Unidos, sino también su padre, la esposa de éste y su hermanito''.
``Nuestro pueblo tiene el derecho a reclamar la liberación y el regreso de todos a Cuba. Reternerlos en Estados Unidos no es sólo fruto de una venganza injustificable y cruel por parte de la mafia y sus aliados, sino también del ruin propósito y la ridícula
esperanza, por parte de las máxima autoridades gubernamentales y políticas de ese país de comprar a un padre cubano al que han humillado y ofendido hasta el infinito'', subrayó el comunicado.
Castro no habló durante las dos horas y medias que duró la mesa redonda, pero periodistas gubernamentales y especialistas en derecho calificaron con duros términos el fallo de la corte federal.
``Es un fallo groseramente político, alejado del derecho y calumniador'', afirmó José Luis Toledo, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
Por su parte el periodista Raúl Taladrid dijo que el fallo refleja ``la mala fe de los jueces'', al prohibir que Elián sea llevado de regreso a Cuba de inmediato.
``Es un documento calumnioso y difamatorio'', subrayó Taladrid.
En el mismo tono se pronunció el moderador de la mesa Randy Alonso, al afirmar que la decisión ``destila odio político hacia Cuba''.
``Es un decisión retorcida, dictada por el odio'', subrayó.
Cuba espera los ciclones
Agence France Press. LA HABANA
El mayor dolor de cabeza cíclico en El Caribe comenzó ayer con la arrancada de la temporada ciclónica que si bien casi siempre ha dejado un saldo trágico en la región, Cuba la asume este año sin alarmismo.
El período de alerta se extenderá hasta el 30 de noviembre; algunos entendidos auguran que ``siete huracanes afectarán la zona, tres de ellos con vientos superiores a los 170 kilómetros por hora'' y Alberto será el nombre de la primera amenaza, según el
santoral establecido.
Huracanes devastadores, como el Mitch (1998), han dejado en la región una estela de muerte y destrucción, cuyos efectos están vigentes en países como Guatemala, Honduras y Nicaragua.
``A esconderse que vienen los ciclones'', pregonaba en La Habana un vendedor de periódicos para anunciar la temporada, en versión libérrima de un conocido cha-cha-chá, y poco después el hombre que más sabe de huracanes en Cuba atenuó la alarma.
``Nada de alarmismo. El promedio que estimamos es de 10 tormentas tropicales en todo el Atlántico. Ni activa, ni pasiva, hay que estar preparados simplemente para una temporada normal'', dijo a la AFP José Rubiera, jefe de pronósticos del Instituto cubano de Meteorología.
``Qué valor tiene hablar de cantidades, es imposible predecir desde ahora por dónde se desplazarán'' las tormentas, puntualizó Rubiera, quien ante cada amenaza de huracán muda su cama a un observatorio y se transforma en pariente cercano de cada cubano por obra
de la televisión.
El año anterior el huracán Irene ocasionó en la isla más de 730 derrumbes totales de viviendas y obligó a la evacuación de 228.067 personas, algunas de las cuales todavía están ``albergadas'' en instalaciones especiales a la espera de
contar con una nueva casa.
En 1998, solo los efectos colaterales del huracán Mitch acabaron con 65 viviendas en la capital cubana, mientras que varios países de la distante América Central vivían una de las peores pesadillas del siglo XX.
Científicos definen al ciclón tropical como ``un centro de bajas presiones, alrededor del cual un amplio sistema de vientos gira en sentido contrario a las manecillas del reloj en el hemisferio norte, acompañados de nubes de tormenta y lluvia''.
La Habana, la capital del turismo sexual en el Caribe
Hector Maseda / /Cubanet. La Habana.
La ciudad de La Habana es una fuerte candidata para convertirse en la capital del turismo sexual, a pesar de las múltiples campañas lanzadas por las autoridades de Cuba, quienes niegan esta realidad nacional.
Es un hecho que en la medida en que aumenta el turismo internacional es mayor la demanda de sexo joven y barato. Muchos de estos visitantes, homosexuales, frecuentan los conocidos sitios "gay" habaneros. Ejemplos sobran.
Los tenemos en la cafetería de venta en dólares de la Fiat, Avenida del Puerto y Marina, y la Sociedad Asturiana, en pleno Malecón habanero, donde establecen sus primeros contactos y coordinan sus placenteros planes futuros.
Otra esquina célebre es la de Monte y Cienfuegos, próxima al Capitolio Nacional. Posee fama como centro de citas para prostitutas y homosexuales por un lado, y sus potenciales usuarios por el otro.
Pasadas las doce de la noche la actividad social se multiplica en la zona hasta que el amanecer hace que las criaturas nocturnas se retiren y descansen para un nuevo encuentro de recreación y bacanales al día siguiente.
Las autoridades cubanas hacen lo imposible por negar esta realidad que día a día, y sin grandes esfuerzos, gana en extensión y profundidad, aplastando los valores cívicos que aún existen en la tradicional sociedad cubana. Es alarmante la edad promedio de
nuestros jóvenes, de ambos sexos, que se prestan a este comercio desenfrenado.
En su mayoría tratan de cubrir sus necesidades materiales con el menor esfuerzo posible.
La falta de oportunidades sociales brindadas a la juventud cubana por las autoridades gubernamentales u otros contribuyentes, para que puedan canalizar sus necesidades y aspiraciones materiales y espirituales; la poca influencia que hoy tiene en nuestra sociedad la familia y la no sustitución
de estos valores ético-morales por otros, constituyen en esencia las causas fundamentales de la crisis generacional que hoy se vive en el país.
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