Derechos humanos y medicinas
Néstor E. Baguer, APIC
LA HABANA, julio - Un derecho humano primordial es el derecho a la salud de todo ser, que debe ser suministrado por el Estado sin prejuicios económicos o políticos en instituciones hospitalarias bien cuidadas y con personal profesional competente.
Pero si, cuando soy dado de alta médica en un hospital del Estado, me encuentro con la dificultad de que existe una maraña burocrática que me impide comprar la medicina indicada por el médico, por la sencilla razón impuesta por la mencionada burocracia de
asignar determinada farmacia en cada zona para cada hospital, y me encuentro que en la que corresponde a mi centro de salud carecen de la medicina en tanto que a unas cuadras de distancia hay otra farmacia que la tiene, pero que se me prohíbe comprar allí: ¿es eso lógico?
Aquí se me están violando mis derechos humanos.
Porque no sólo se violan los derechos humanos por ir uno a la cárcel por hablar contra el gobierno, o cuando un policía me agrede o me maltrata; también se violan mis derechos cuando impiden que yo tenga acceso a las mejores playas de mi país o cuando no pueda
alojarme en un buen hotel por no tener dólares. Estoy consciente de la necesidad que tiene el país de adquirir dólares, pero también el Estado debe tomar conciencia de que aunque sea en la llamada temporada baja del turismo internacional debe disponer de algunas
habitaciones en las playas y hoteles a las que puedan acceder los cubanos con los pesos tan duramente ganados.
En caso contrario, se están violando mis derechos humanos.
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