Ernesto Betancourt. Publicado el jueves, 27 de julio de 2000 enEl Nuevo Herald .
La modernización de la gestión de las finanzas públicas durante la transición en Cuba se verá influenciada por tres tendencias que prevalecen actualmente en América Latina. En materia de ingresos, separar los aspectos de política fiscal de los de
administración fiscal. En materia de gastos, la tendencia mundial de presupuesto por resultados. Como base de información para ambos, la introducción de sistemas integrados de gestión financiera.
i. Sistema de gestión de los ingresos. Mientras la política aduanera y tributaria se deja a los ministerios de finanzas, la recaudación en sí se confía a entidades autónomas con sus propias organizaciones y reglas de personal. Se hace así para
superar la corrupción que ha invadido la recaudación de ingresos en la mayoría de los países.
En los gobiernos anteriores de Cuba, ser un oficial de aduana o un inspector de impuestos era un regalo político que conducía a un enriquecimiento rápido. Se suponía que la revolución iba a poner fin a estas prácticas. Inicialmente fue así, pero
recientemente la corrupción en materia de aduanas y recaudación de impuestos están volviendo a aparecer. El uso de facultades discrecionales por parte de quienes tienen estas funciones ha resultado en muchas quejas de parte de los que trabajan por cuenta propia. Algo similar
sucede con los inversionistas extranjeros. Es en este contexto que el régimen comenzó un desplazamiento gradual de un sistema de finanzas públicas basado en las ganancias de las empresas estatales a uno basado en los impuestos. Este fue el objeto de la ley de sistemas de
ingresos número 73 de 1994, que establece entre otros los impuestos a la renta personal y empresarial. Como el gobierno no se ha decidido a recaudar el impuesto a la renta personal de los asalariados, la ley se ha aplicado en particular a los que trabajan por cuenta propia.
La formulación de nuevas políticas tributarias en la etapa de transición deberá tener en cuenta cuánto ha evolucionado el actual sistema de ingresos así como qué sistema es el más favorable para fomentar el crecimiento económico rápido,
conforme al programa de privatización masiva sugerido anteriormente. Una vez instalado el gobierno de transición, el Ministerio de Finanzas y Precios tendrá que dejar sus funciones de fijación de precios. En la economía de mercado es el mercado el que fija los
precios, no los burócratas. Su actividad se concentrará en la parte de política fiscal de la formulación y coordinación de la política macroeconómica. En cuanto a la administración tributaria, lo que se ha dicho sobre la creciente corrupción
que existe en Cuba aconseja que la red institucional para la gestión de las finanzas públicas incluya organismos de recaudación de impuestos y aduaneros separados, conforme a la tendencia en el resto de las Américas.
ii. Sistema de gestión de los gastos. El ciclo presupuestario supone las etapas de formulación, aprobación, asignación, obligación, desembolso y rendición de cuentas. En la práctica presupuestaria moderna, la rendición de cuentas demanda
probidad en el uso de recursos y en la gestión para alcanzar las metas fijadas. Para ello, se requiere un sistema adecuado de registro y contabilidad. En las economías de mercados democráticas, el ciclo presupuestario es el proceso central de la administración pública.
El gasto del gobierno tiene un impacto macroeconómico importante y debe administrarse para evitar la inflación y mantener la estabilidad monetaria. Esta es la preocupación principal del FMI, el Banco Mundial y el BID cuando encaran el tema de las finanzas públicas. Además,
es necesario que la administración pública sea eficiente para ganar apoyo político de la población. Esto se relaciona estrechamente con el surgimiento de los gobiernos democráticos y la necesidad de mejorar la gobernabilidad.
Un tercer factor tendrá que ser incorporado: los métodos mejores de manejo de información basados en el uso de computadoras. Los sistemas integrados de gestión financiera proporcionan los datos requeridos para mejorar la gestión de la cosa pública. Esta
es la gestión presupuestaria moderna que el gobierno de transición tendrá que incorporar a la administración pública de Cuba.
El Ministerio de Finanzas y Precios es hoy día la entidad focal de la red institucional responsable por la formulación y gestión del ciclo presupuestario. El actual sistema de presupuesto en Cuba se basa en las prácticas del bloque soviético con algunas
modificaciones introducidas después de su colapso. En cuanto a los informes financieros que respaldan la administración del presupuesto en Cuba, la situación generada por la mezcla de registros y procedimientos a nivel de empresa, llevó al equipo de la CEPAL a comentar
que ``los elementos específicos de la contabilidad pública en Cuba podrían ser desconcertantes al lector que no esté familiarizado con la metodología prevaleciente en las economías de planificación central''. En los años sesenta, Castro abolió
la enseñanza de contabilidad en las universidades cubanas durante muchos años. Aunque se ha restablecido la enseñanza de la contabilidad y hay una asociación de contadores, la práctica de la profesión es todavía muy precaria, como se ha demostrado en
las sesiones de revisión de progreso del programa actual de Perfeccionamiento Empresarial. Al momento del cambio, será necesario tomar inventario de la situación e iniciar un programa masivo de desarrollo de la práctica de contabilidad pública y privada.
El tema de la gestión de la finanzas públicas en la transición se discute más ampliamente en un documento al que puede accederse en CUBANET bajo Opiniones. También se discutirá en el programa Haciendo Camino que se
transmitirá por Radio Martí a las 11 a.m. este 29 de julio.
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