CUBANET... INTERNACIONAL

Julio 17, 2000



Cuba: Las Relaciones Públicas y mi Compadre Venancio

Por Arnaldo Ortega. CONTACTO Magazine . Julio 16, 2000.

Cuando traté de escapar del caluroso verano de Los Angeles después de un almuerzo rápido en La Cubana, rumbo a mi casa, llegó mi compadre Venancio, con la lengua afuera, rojo como un tomate, apresurando el paso para encontrarse conmigo.

"¡Qué barbaridad!", me dijo con los ojos muy abiertos. "¿Supiste que ahora hay otros tres congresistas americanos en La Habana? ¡Esto es el colmo!". Lo escuché con paciencia y en silencio, porque por experiencia sé que a Venancio no se le debe interrumpir y mucho menos cuando está exaltado. "La gente de Castro entra y sale de Estados Unidos todos los días como Pedro por su casa, y la gente de Estados Unidos va a Cuba como quien sale a dar un paseo por la calle 8", volvió a la carga.

"Yo no sé hasta cuándo vamos a permitir esto. Tú sabes que Maradona sigue allá con el cuento ése de que lo van a desintoxicar de la droga, ¿no?".

"Sí, claro", respondí.

"Y que Alain Delon se la pasa yendo allá de vacaciones y hasta es amigo de Fidel..., y ahora también firmaron un convenio deportivo Cuba y Estados Unidos, también los españoles hicieron no sé qué exposición de arte colonial en La Habana", siguió contando y mirándome a los ojos cómo si yo tuviera la solución en las manos.

"Y ahora dicen que Juan Manuel Serrat casi vive en Cuba, compadre. ¿Se habrá vuelto loco el gallego ése?".

"Catalán", le corrijo.

"Da igual, tú sabes que pa' nosotros el que no es cubano es gallego, como decía Tres Patines".

Le pasé la mano por la espalda cariñosamente para que se calmara porque un infarto en el mes de julio no es igual que uno en diciembre, y eso que esto no es Miami.

En ese momento, un mulato que estaba en la puerta del restaurante, ya de salida, se acercó con aire sociable y le dijo a Venancio: "¿Ud. sabe cómo se llama eso, mi amigo?"

"Claro, cabronadas, puras cabronadas de ese grupito de comunistas". "Puede que sí", le respondió el mulato que nunca dijo su nombre. "Pero también se llama relaciones públicas. Ud. sabe, hacer amigos y más amigos, ofreciéndole cosas, invitándoles con los gastos pagados, para tener un poco de legitimidad".

"Pero eso no deja de ser una cabronada de ese grupito de comunistas", replicó Venancio.

Mientras tanto, el mulato se despidió con otro "puede que sí". Cuando le dije adiós a Venancio me puse a pensar involuntariamente en la teoría del mulato. Efectivamente, Fidel Castro es un maestro de las relaciones públicas, y eso es una profesión bien pagada en Estados Unidos. Han sido cuatro décadas de relaciones públicas, aparentemente bien hechas, para buscar amigos. Es algo más de lo que cree el bueno de Venancio, no son sólo Alain Delon, Maradona y Juan Manuel Serrat, son otros muchos, digamos miles, a veces grupos enteros de estudiantes latinoamericanos, africanos y árabes que se gradúan en las universidades cubanas, escritores que reciben los premios de Casa de las Américas, invitados especiales a lujosos centros turísticos.

Gente que después que sale de Cuba habla maravillas. Y me asaltó una pregunta: ¿no puede hacer lo mismo la oposición cubana en Miami? ¿Cuánto puede costar invitar a senadores, empresarios y artistas a un tour por Miami con los gastos pagados?

Sobre todo para llevarlos a la Casa del Balsero con su secuela de tragedias, a un almuerzo con Mario Chanes de Armas, el hombre que estuvo más tiempo en prisión política en el mundo, a una reunión con los sobrevivientes del remolcador "13 de Marzo" para que los dolientes narren cómo perdieron a sus hijos y esposas durante el hundimiento intencional, o con las madres de los fusilados.

A enseñarles el Miami de los años 50 y el Miami del 2000, lo que han hecho allí los cubanos exiliados en cuanto a educación, economía, arte y cultura, a pesar de ser refugiados que llegaron a una tierra desconocida, con una lengua y una mecánica social diferentes. Para explicarles con detalles la calidad de vida que se forjaron los cubanos de Miami, como comunidad, y la que tienen los desafortunados cubanos de la isla. Para que entiendan que no puede ser cierto que los cubanos de la diáspora quieran estrangular a los de la isla, porque después de todo la ayuda humanitaria de los de aquí -aún a sabiendas de que termina en manos de Castro- es lo que permite sobrevivir a los de allá. ¿Qué tal una delegación de periodistas norteamericanos invitados a reunirse con Pepín Rivero y Agustín Tamargo, para que esas dos autoridades cubanas les contaran cómo se eliminó la libertad de prensa en Cuba y se confiscaron los principales medios de comunicación independientes allá?

Quizás también una delegación de sindicalistas para que conocieran de primera mano las condiciones laborales de los trabajadores de la isla, de cómo las empresas extranjeras pagan sumas más o menos decentes en divisas al gobierno cubano y éste le entrega una miseria en pesos cubanos al trabajador. "¿Será esto una buena idea?", me pregunté. Pero luego me dije: "A Venancio no le va a gustar, él quiere desembarcar en Cuba con las armas en la mano..., mi pobre compadre Venancio, sin saber nada de guerra, con 72 años y dos operaciones de corazón abierto".

CONTACTO Magazine © 2000

[ TITULARES ] [ CENTRO ]

SECCIONES

NOTICIAS
...Prensa Independiente
...Prensa Internacional
...Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
...Inglés
...Alemán
...Francés

INDEPENDIENTES
...Cooperativas Agrícolas
...Movimiento Sindical
...Bibliotecas
...MCL
...Ayuno

DEL LECTOR
...Cartas
...Debate
...Opinión

BUSQUEDAS
...Archivos
...Búsquedas
...Documentos
...Enlaces

CULTURA
...Artes Plásticas
...Fotos de Cuba
...Anillas de Tabaco

CUBANET
...Semanario
...Quiénes Somos
...Informe 1998
...Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887