¿Quién tiene la culpa?
Rev. Ernesto Iturriaga, Cuba Voz
LA HABANA, 4 de julio - De los emigrantes cubanos se cuentan muchas historias. Unas resultan graciosas, otras aventureras, algunas heroicas, y las más, dramáticas.
A pesar que se acusa al tiempo de la República de traer males y no bienes, lo cierto es que a ningún cubano se le ocurría la idea de emigrar (salvo los casos que lo hacían de manera legal). No representaba ni el anhelo mayoritario de la población ni el deseo
de sus jóvenes; al contrario, de todas partes del mundo venían personas a residir y ganarse la vida en Cuba.
A ningún cubano se le ocurría aferrarse al tren de aterrizaje de un avión para llegar a España en él. Los secuestros de aviones, contra lo que se afirma, comenzaron en Cuba cuando dos comandos del Movimiento 26 de Julio secuestraron dos aviones comerciales en
pleno vuelo, llenos de pasajeros, y los hicieron aterrizar en una pista de campo en el Oriente de Cuba, que no poseía los recursos más elementales para una maniobra de ese tipo.
En aquel entonces, a ningún cubano se le ocurría idea tan descabellada y suicida para emigrar como ponerle dos tanques metálicos de 55 galones de capacidad, previamente sellados, a un caballo al que se le adaptaron patas de ranas de las usadas por los buzos, en un intento
desesperado de "irse a como sea". Nunca antes se oyó hablar de balsas, balseros, secuestros de embarcaciones o aeronaves, ni de desertores en masa.
Nadie niega que fueran tiempos difíciles y complicados, pero sencillamente (salvo a los perseguidos por la policía batistiana) a nadie se le ocurría asilarse en una embajada, ni huir de su país porque el cubano siempre fue casero, con esperanzas de mejorar, de vivir
en su tierra como dueño y no como esclavo.
Por tanto, cuando se habla de las historias de los balseros, de los que solicitan asilo, de los que reciben visa y se van, hay hechos que saltan a la vista:
¿Por qué la juventud cubana se quiere ir masivamente del país? ¿No son los mismos que participan en los actos, marchas y concentraciones oficiales?
¿Por qué los que ganan el llamado "bombo" (sorteo de visas) u obtienen un visado por otras razones, son felicitados por parientes y vecinos?
¿Por qué se ve a los Estados Unidos, más que ningún otro país, como la meta deseada, como el país de la libertad?
Es cierto que no todos se quieren marchar aduciendo múltiples razones que no son precisamente "salvar la patria, la revolución y el socialismo", como también es cierto que la Ley de Ajuste Cubano no tiene ninguna culpa de la emigración masiva de
compatriotas.
Frecuentemente, a modo de justificación, se oye decir que a través de las "emisoras contrarrevolucionarias" se exhorta a los cubanos a abandonar el país, y cabe entonces preguntarse: ¿Qué emisoras? Radio Martí se oye fuera de las ciudades y
poblaciones grandes, en ocasiones sólo al amanecer o en la noche, su interferencia en casi toda Cuba es un hecho. La Voz de la Fundación Nacional Cubano Americana se oye menos aún. TV Martí no se ve en ningún hogar cubano por la interferencia a que es sometida esa
televisora. Las emisoras de la Florida que se escuchan en FM también han sido interferidas y la radio cubana en AM (toda gubernamental por supuesto) opera en las mismas longitudes de onda que sus homólogas floridanas.
¿Qué emisoras? Sin duda se refieren a radioemisoras fantasmas, a no ser que quieran calificar de "contrarrevolucionarias" a las emisoras de los diferentes países que transmiten en onda corta.
Se oye además, como cotorras en disco rayado, decir: "El bloqueo tiene la culpa de la emigración masiva? Esto es absurdo y ridículo. ¿Qué bloqueo? Porque a Cuba entran recursos de todos los países, las llamadas "shopping" y "trapi-shopping"
(tiendas estatales que venden en dólares) no tienen bloqueo alguno. El que lo dude que se dé una vueltecita no sólo por esos establecimientos, sino por cuanto centro comercial opera en divisas. Aquí, se quiera o no reconocer, lo que existe es un diferendo comercial económico
y político con los Estados Unidos, que motivó a que este país decretara un embargo.
Lógicamente, los embargos comerciales son para producir un efecto, que en este caso recae sobre la sufrida población cubana, pero resulta irónico que se señale la falta de recursos como respuesta al clamor de un pueblo, justificando la emigración, mientras no
se vacila en gastar los fondos de la nación en la construcción de túneles para un supuesto ataque que nunca se efectuó (ni se efectuará); así como en marchas obligadas, concentraciones, movilizaciones, mesas redondas y otras actividades sin importancia real
para el bien común.
No se le puede echar la culpa a la Ley de Ajuste Cubano, porque ella funciona solamente en Estados Unidos y no en los múltiples países a donde han ido a recalar los cubanos pidiendo asilo. ¡Hasta en Australia hay comunidades de cubanos! Según cálculos, en el
extranjero ya se está próximo a alcanzar la increíble cifra de tres millones de cubanos, que en poco más de cuarenta años han optado por vivir como gente sin tierra.
Hay que ir a las causas que inducen a los cubanos a abandonar su suelo natal y que no es sólo la situación económica, sino la falta de libertades en todos los aspectos de la vida.
Revertir las bases que han provocado esta situación oyendo las voces de todos los cubanos dentro y fuera de la Isla, y acabar de darse cuenta de que un pueblo no se saca adelante cacareando logros en materia de Salud Pública, Educación o Seguridad Social, ni con emulaciones
socialistas.
Tal vez la solución viable y a corto plazo es, como pidió Su Santidad Juan Pablo II, que Cuba se abra al mundo, para que se acaben ya las historias de emigrados y al fin regresen los compatriotas sin tierra.
Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se
le reconozca como fuente.
|