Un hombre excepcional
Rev. Pedro Crespo Jiménez, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, enero - La celebración de un nuevo aniversario del natalicio de José Martí nos invita a la recordación y nos llama a la reflexión. Ante hombres así, cabe siempre preguntarse ¿por qué? ¿Por qué los tenemos que recordar? ¿Por
qué su pensamiento sigue vigente hoy, a pesar del tiempo que nos separa de ellos? ¿Q ué hace verdaderamente grandes a hombres como Gandhi, Luther King o Arnulfo Romero?
¿Qué ha hecho grande, inolvidable y entrañable a nuestro Martí?
El fue, para decirlo con palabras suyas, un hombre "con todos y para el bien de todos". El hombre que supo unir a los cubanos de todas las tendencias. El hombre que no obligaba, sino que convocaba, despertaba, desde dentro, desde el corazón, para el bien, para la obra buena. El
levantó a los antiguos héroes y a los humildes trabajadores del exilio para la gesta libertaria. El nos despertó a la conciencia de nuestra dignidad, como personas que aspiran a la libertad y como pueblo que la necesita.
Por eso, recordarlo es obligación, si nos queremos un pueblo libre, si nos queremos hombres con decoro y dignidad.
El es, para nosotros los cubanos, la pupila insomne que nos convoca a la unidad y a la fraternidad, desde el respeto al otro, a sus ideas, a su libertad, a su inalienable dignidad. El fue, sin dudas, el único hombre "con todos y para el bien de todos".
De la Patria escribiría: "La Patria es sagrada, y los que la aman, lo deben todo a la verdad" ... "Ni una hora de descanso en la tarea de fomentar la patria" ... "Pero no excitándola, no conmoviéndola estérilmente, no sacudiéndola de
las haces del odio que hayan podido dejar en ella amarguras, sino transformándola, por obra de superior virtud política, en los sentimientos de franca concordia y de noble respeto, que son indispensables para amasar a un pueblo que tiene el tronco en enemistad con las raíces"
... "En política no triunfa quien no cede" ... "Savia quieren los pueblos y no llagas" ... "El patriotismo es un deber santo cuando se lucha por poner la patria en condición de que vivan más felices sus hombres".
Para honrar su pensamiento, rescatemos los valores perdidos, caminemos en busca del diálogo, la tolerancia, la paz y el amor.
Nunca es tarde para comenzar una obra nueva, siempre que sea buena, siempre que sea como él soñara: "CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS".
Conmemoramos un aniversario más del natalicio del que nos enseñó a cultivar una rosa blanca para el cruel, que con mano enemiga, nos quiere arrancar el corazón con que vivimos.
Un aniversario más para nacer en cubanía, amor a la patria y a todos los cubanos.
Sí, el peligro de dejarnos arrastrar por el desprecio es muy grande. El desprecio, y lo que él entraña, nos hace sucumbir en un error capital, el odio.
En esta hora tan especial por la que pasa nuestro pueblo, nuestra patria, donde se pone de manifiesto una ola de represión creciente contra los luchadores pacíficos por los derechos humanos, donde se reprime todo intento de lucha cívica, donde se pretende coartar la voz de
los que le han negado el derecho a la libre expresión, de andar sin limitaciones por su país y son desterrados o declarados personas no gratas, donde la verdad y "única verdad" es patrimonio exclusivo de unos pocos, de los que imponen el poder a toda fuerza, más
allá de la razón y del respeto a la dignidad humana.
Tengamos el coraje de seguir cultivando la martiana rosa blanca sin dejarnos arrastrar por el odio enemigo a ésos que arrancan el corazón de los pueblos al no poner oídos a las demandas de justicia y libertad.
Hoy, con la distancia que nos ha marcado el tiempo de una historia vivida a golpes, tenemos la certeza de que nadie puede abrogarse el derecho y mucho menos la potestad de adueñarse de tu vida y obra, regalada por Dios a esta tierra, para fragmentarla y manipular tu voluntad e
inteligencia con discursos inútiles y frases mutiladas.
No pensamos tampoco que recordarte hoy pueda reducirse solamente a que la infancia deposite una flor blanca frente a tu frente.
Hace falta, para cantar tu nacimiento en estos críticos y difíciles momentos, espantar el odio manifiesto y sostenido y ofrecer todas las hermosas estrellas de nuestros mejores sentimientos, elevando limpio nuestro pensamiento hacia el Señor, que murió en la cruz un día,
para que tu alma sensible esté cercana a El, intercediendo para unir a las buenas conciencias de los nobles cubanos, en ese Señor que te hizo poeta, escritor y maestro.
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