Tras la sigla
Carmenluisa Pinto Pereira, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, febrero - El vocablo "sigla" proviene del latín. Significa: "Letra inicial usada como abreviatura. Abreviatura mediante las iniciales de los nombres de..." y así continúa la RAL (Real Academia de la Lengua).
Como para la formación de abreviaturas no existe una regla absoluta, salvo las admitidas por su uso, la propia RAL recomienda "no abreviar tanto que no pueda adivinarse el sentido".
Y eso fue lo que sucedió con la dependencia que tiene el MINSAP (Ministerio de Salud Pública) en Calzada del Cerro y Santa Teresa, frente al Hospital Pediátrico "Católicas Cubanas", y cuya sigla es digna de un fuerte entrenamiento logopédico para su
correcta pronunciación, debido a las severas dificultades foniáticas que presenta: CEPROPERFI.
Traté de hallar con dedicación "crucigramática" y laberíntica el significado de aquel conjunto fónico.
Transité desde "Centro de Entrenamiento, Prevención, Resección y Obliteración para Pacientes con Enfermedades Recurrentes de Fístulas Intestinales" hasta "Consejo Especializado en Promover el Reciclaje y Organización de Paleontólogos
Encandilados por Reminiscencias de Fósiles Indoeuropeos". Pero nada. No daba pie con bola.
Mientras trabajaba en el acertijo lingüístico, pude enterarme que ahí radica el Departamento que se ocupa de la Salida del País de los Médicos. No la de Misiones Internacionalistas, sino para las más largas y personales misiones.
El lugar de radicación de dicho Departamento me sorprendió. Siempre estuvo en el perímetro de La Rampa, Vedado. Justo en el Organo Provincial.
Calculé entonces que la "cara de pocos amigos" de los solicitantes al salir de la oficina no se avenía con el entorno turístico de la arteria central. Mucho menos los exabruptos que emitían a los cuatro vientos.
Históricamente, los médicos para salir de Cuba por reunificación familiar, la llegada del bombo, matrimonio con un extranjero, o simplemente el logro de un visado para residir en cualquier lugar -inclúyase Burundi-, deben presentarse en ese Departamento a solicitar su
liberación. Sin ello no hay salida alguna.
Pero ahora, en este nuevo lugar de radicación, tienen que someterse, en primer lugar, a regulaciones vigentes absurdas, que en onda retro se instituyen como en las décadas del 60 y 70.
Si presentan su solicitud de liberación por salida, inmediatamente se les traslada de su centro asistencial a otro de menor categoría y/o especialidad, que nada tenga que ver con la obtenida por el solicitante. Como si hubiera cometido un delito de los sancionados por la Legislación
Laboral. Aún sin esperanza de salida.
En segundo lugar, tienen que tolerar, soportar, aguantar al funcionario escogido para tales trámites. El Dr. Silva Forte, según los facultativos que han tenido que depender de sus servicios, tiene como contenido de trabajo priorizado el de organizar, promover, multiplicar, la ya
profunda crisis existencial de los pobres galenos. Para lograr este fin utiliza el choteo, la burla, la dilatación de la negativa después de hacerles concebir esperanzas de autorización. Es cuestión de ética.
El doctor de marras parece olvidar lo oscilante de la política de cuadros. Hoy se decide quién sale y cómo. Pero mañana se está solicitando salir y cuándo. El no va a ser la excepción.
Después de un gran rato escuchando casos con historias semejantes, de ésas que saben a disidencia desorganizada pero efectiva, pude enterarme al cabo que yo estaba equivocada.
La sigla no representa siquiera al "Centro Proclive a la Perfidia Institucional". No. Era simplemente el "Centro Provincial de Perfeccionamiento..." La "I" todavía no me han dicho a qué se refiere. Imagine usted, como yo, lo que mejor le acomode. A mí,
la vocal me sugiere un adjetivo que es la antítesis de la inteligencia.
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