Se
paga más que lo que se gana
Claudia Márquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, diciembre - En los últimos tiempos el trabajo por cuenta
propia, a diferencia de años anteriores, disminuyó
considerablemente. Pareciera como si el Estado se hubiera arrepentido de darle
espacio a la iniciativa privada a inicios de los noventa y comenzara un serio
retroceso en ese sentido.
Los cuentapropistas y pueblo en general acogieron con gran expectativa la
creación de los agromercados, como alternativa para paliar la grave
escasez de alimentos básicos ausentes en la canasta familiar.
Veamos cuáles son las opiniones de un trabajador por cuenta propia de
un agromercado del municipio Centro Habana.
"El trabajo en el agro últimamente se ha puesto difícil.
Tienes que estar 'a la viva' porque si no te la aplica el inspector. Te voy a
poner varios ejemplos: si tienes más productos en la tarima que los que
reportaste o si te pesan alguna mercancía y tiene un cuarto de libra de más
o si declaras un producto a cinco pesos y luego lo vendes a seis, las multas
oscilan entre 150 o mil 500 pesos. Claro, existen algunos inspectores que tú
le pasas 'un baro' (dinero en el argot callejero) y se vuelven sordos, mudos y
ciegos, porque ellos también tienen que sobrevivir".
Respecto a la oferta y a la competencia el cuentapropista agregó: "Antes
de llegar el producto a la población, primero pasa por el campesino,
después por un intermediario que lo trae incluso de otras provincias, y
los últimos nosotros. Por ejemplo, el intermediario nos vende un saco de
judías de 100 libras en 900 pesos. Tienes que venderla a la población
en 12 o 13 pesos por libra, para poder sacarle algo, pero como el pueblo no
tiene dinero la mercancía se te estanca y al pagar impuesto cada día
por ella, da pérdida. Además, existe la competencia de los agros
estatales. En los últimos tiempos, el estado te abre cuatro o cinco
mercaditos alrededor de un agro de cuentapropistas. Estos (los estatales), los
surten las empresas agrícolas donde el producto tiene menos costo de
producción y un mayor precio de venta, con el objetivo de que el
cuentapropista renuncie. No queda como que el estado te cerró, sino como
que tú renunciaste".
¿Háblame un poco de los impuestos?, le dije.
"Bueno, existen impuestos oficiales y extraoficiales (se ríe).
Cada día debes hacer una declaración, así se llama, de 500
pesos o más de mercancías, haya venta o no. De esos 500 pesos hay
que pagar un 5 por ciento de impuesto sobre la venta y otro 5 por ciento por el
espacio que ocupa la tarima. Ya no tienes que sacar licencia como antes, ahora
extraoficialmente hay que pagar 5 pesos por la iluminación del local, 3
pesos por la limpieza y, lo más importante, 10 pesos diarios al
administrador para poder vender mercancías extra".
Y el hombre concluyó: "Al final, a base de impuestos y
diferentes tipos de pago, es más lo que pagas que lo que ganas".
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|