Agencia Fides. 25 de noviembre de 2000.
La Habana (Fides) - Se endurece la política represiva del régimen
hacia los católicos. La última iniciativa fue la emanación
de una ley que prevé la suspensión de los títulos de
estudio de los profesionales que entran en el seminario o en una orden
religiosa. En los últimos años, diversos médicos entraron
en seminarios o conventos franciscanos y jesuitas. La nueva ley no les permite
prestar servicios médicos a la población, sólo por el hecho
de ser sacerdotes o religiosos.
El gran éxito obtenido por la Iglesia entre los jóvenes genera
episodios de intolerancia. El pasado 21 de noviembre, en un instituto superior
de la periferia de Aguada de Pasajeros, La Habana, la enseñante Olga
Lidia hizo añicos una estampa con la imagen de "Nuestra Señora
de la Caridad", Patrona de Cuba, que se le había caído a un
estudiante, prohibiendo a todos llevar a la escuela imágenes religiosas.
Los padres de los estudiantes denunciaron lo acaecido al responsable del
colegio, quien les respondió diciendo que la educación en Cuba "es
un deber del Estado y no un derecho de los padres".
Por su parte, las organizaciones pro derechos humanos denuncian violaciones
por parte del gobierno. A mediados de noviembre circuló un documento de
la Comisión de Estudios por la Libertad de Cuba, firmado por varios
detenidos políticos en las cárceles de La Habana, entre ellos la
disidente católica cubana Maritza Lugo Fernández, encarcelada ya más
de diez veces, quien declaró: "Apoyo este documento al 100% como
disidente, como católica y como mujer".
El detenido político más famoso es el médico católico
Oscar Elías Biscet González, en la cárcel desde el 3 de
noviembre de 1999. Presidente de la Fundación Lawton pro derechos
humanos, Biscet ha sido encarcelado 26 veces en 16 meses. Debe pasar otros dos años
en la cárcel "Cuba, Sí", en el extremo oriental de La
Habana, acusado de "haber deshonrado los símbolos nacionales",
de perturbar "el orden público" y de "instigar a
comportamientos criminales".
(Fides 25/11/2000) |