Aldo Camarota. Publicado el viernes, 28 de abril de 2000 en El Nuevo Herald
Los Angeles -- Este Sábado de Gloria fue un día de ignominia: a las 5:15 de la mañana, policías federales enviados por el presidente Bill Clinton y la procuradora de Justicia Janet Reno, allanaron la casa de la familia de Elián González y, después
que un marshall le apuntara al niño con una subametralladora, se lo llevaron secuestrado para entregárselo al padre biológico, esbirro de Fidel Castro.
El chico ya ha sido entregado al padre, dentro de una base de la fuerza aérea, y no se permitieron cámaras que registraran el encuentro. (Seguramente para no mostrar al mundo el llanto de este niño que dentro de muy poco tiempo será transferido a los tentáculos
del criminal y asesino al que el mundo llama ``presidente de Cuba''.)
Estuve toda la tarde escuchando por radio comentarios y llamados de oyentes dando opiniones sobre este tema. La ignorancia de los americanos sobre el régimen de Castro es supina. Es terrible no poder refutar la ignorancia. Ejemplo: una mujer llamó manifestando preocupación
porque una vez en Cuba a Elián, criatura de 6 años, van a ``reprogramarle el cerebro'', y el conductor del programa repuso:
--¡Oh, no, eso es imposible; Fidel no lo va a permitir!
Quienes gobiernan este país son descendientes directos de los que permitieron que el comunismo invadiera media Europa, ¡sin jamás denunciar sus violaciones a los derechos humanos ni los crímenes de Stalin!
Son los que jamás sugirieron investigar a Putin, ex jefe de la KGB y hoy presidente con las felicitaciones de la Casa Blanca... Son los que siempre traicionan a sus amigos... La Argentina tiene la experiencia de Malvinas, donde esta gente ayudó con todo al colonialismo británico,
tolerando el hundimiento del Gral. Belgrano dentro del área de exclusión que la misma Thatcher había diseñado...
Esta gente traicionó al exilio cubano en Bahía de Cochinos, prometiéndole un apoyo aéreo que John Kennedy nunca mandó, con lo cual, prácticamente, los enviaron al matadero o a las mazmorras de Castro. Esta gente es la que le dice al presidente de México
que no reprima en Chiapas a los guerrilleros entrenados en Cuba...
Al presidente de Colombia que llegue a un acuerdo con la guerrilla comunista, que ya ocupa el 40 por ciento del territorio de ese país... Es la que denuncia a Fujimori, acusándolo de hacer fraude... Es la que ofrece una única solución frente a la guerrilla marxista:
dejarse comer por ella. Saciar al tigre para que se calme.
Con toda razón y justicia el pueblo cubano de Miami está indignado, y los obsecuentes de Clinton tratan de calmarlo y decirle que la violencia es mala consejera. ¡Falso! Hace unos años, aquí, en Los Angeles, cuando un jurado falló contra el negro Rodney
King, la comunidad negra salió de inmediato a las calles e incendió varias áreas de la ciudad, y como resultado de esa violencia, los policías fueron sometidos a otro proceso y condenados (algo absurdo, juzgarlos dos veces por un mismo presunto crimen), y los barrios
negros, que ellos mismos incendiaron, recibieron millonarios préstamos para su reconstrucción, el jefe de policía fue reemplazado por un negro y después por otro, y hoy se considera a los que provocaron esos disturbios como héroes.
¿Quién dice que la violencia es mala consejera? ¿Los que arrojaron toneladas de bombas sobre Yugoslavia y protegieron a la guerrilla de albaneses marxistas en Kosovo? ¿Los que se hacen los burros con la masacre de Chechenia? ¿Los que declaraban boycotts a Sudáfrica
y proponían el premio Nobel de la paz para monseñor Tutú y ahora chiflan bajito mientras las turbas negras roban, golpean y asesinan a los granjeros blancos en Zimbabwe (ex Rhodesia)?
¿Los que advierten a los países vecinos a Angola que si ayudan al grupo rebelde no comunista UNITA van a quitarles préstamos y ayudas? ¿Los que se rasgan las vestiduras por la hambruna en Etiopía, Rwanda, Mozambique, Somalia, etc., etc., pidiendo donaciones para
enviar alimentos y lo que envían son fondos donados a sus cuentas privadas en los bancos suizos?
La hipocresía mundial está llegando al cenit. No se trata de equivocaciones o de errores de concepto. Se trata de un plan perfectamente concebido que se viene llevando a cabo desde hace décadas, pero que últimamente los ha envalentonado tanto que ya no se cuidan de
disfrazarlo.
Estoy enojado.
Periodista argentino. Reside en Los Angeles.
El Nuevo Herald
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