Estocolmo 21 de abril de 2000. Revista Cuba Nuestra.
Señor Vaclav Havel
Presidente de La Republica Checa.
Por este medio la redacción de la Revista Cuba Nuestra, conformada mayormente por cubanos exiliados en Suecia, desea hacerle llegar a usted y al pueblo checo una solicitud de desagravio. Pedimos desagravio: por la legitimación dada por nuestro actual gobernante al asesinato de
la primavera de Praga en 1968; por el apoyo propagandístico que encontró en la prensa oficialista cubana el totalitarismo derrocado en Checoslovaquia, para difamar la gloriosa "Revolución de Terciopelo" -una revolución que se ha convertido en el paradigma
de la que soñamos para Cuba-. Queremos desagraviar al pueblo checo por los tumultos organizados recientemente por el régimen imperante en nuestro país, frente a la Embajada Checa en La Habana. Queremos desagraviar al gobierno que eligió democráticamente el
pueblo checo, por la insolencia y la falta de diplomacia que utiliza el periódico Granma (órgano del Partido Comunista de Cuba) cuando publica: "La República Checa volvió a repetir el papel de marioneta y lacayo de Washington, y su presidente Vaclav Havel está
pagando con esta `contribución´ el precio de la promoción que le han hecho como la figura intelectual de primer orden que no es". (http://www.granma.cubaweb.cu/20abr00/index.html)
Queremos el desagravio en nombres de nuestro pueblo, tanto en la isla como en la diáspora, en nombre incluso de la parte de ese pueblo a la que con desinformación y miedo se empujó a desfilar frente a la representación diplomática de vuestro país.
No necesitamos explicarle cuáles son los mecanismos movilizatorios puestos en práctica para hacer demostrar, en contra de su voluntad, a esos supuestos 200,000 cubanos (http://www.granma.cubaweb.cu/18abr00/nacional/articulo15.html). Los checos sufrieron técnicas iguales
por décadas. Saben que los mismos jóvenes que desfilaban en impresionantes espartaquiadas de apoyo al Partido Comunista de Checoslovaquia fueron los que encararon desarmados los tanques soviéticos en 1968 y los ciudadanos que en 1989 llenaron las hermosas plazas de Praga
pidiendo libertad. Así ocurrirá tarde o temprano con esos cubanos conducidos como corderos contra vuestra embajada, entre ellos están los que mañana serán actores del establecimiento de la democracia en Cuba.
El movimiento democrático checo, en la oposición y en el poder, inspira a sus hermanos cubanos. En nota de nuestro director, publicada en el número 5/99, de la revista sueca Latinamerika http://hem.passagen.se/cubanuestra/debatt/debat3/debat3e.htm), la República
Checa fue definida, con toda justicia, como una superpotencia moral, y su política hacia nuestro país, como muestra de la globalización de la solidaridad que Cuba necesita.
Agradecemos pues, la digna postura con respecto a nuestra patria mantenida desde hace años por la representación checa en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, una posición caracterizada por el compromiso con nuestro pueblo, la propuesta de resoluciones en
defensa de sus derechos humanos y el valiente rechazo a las presiones del régimen imperante en nuestra Isla.
Se despiden de usted respetuosamente,
Carlos Manuel Estefanía. Director.
Alexis Gainza. Coordinador general.
German Díaz Guerra. Responsable de Comunicaciones Internacionales.
Francisco Diez. Diseñador.
Jesús Hernández, Colaborador
Revista Cuba Nuestra.
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