«Si es verdad que quieren ver al niño, no pueden venir a Washington a dar un mitin político», dijo su abogado - Marisleysis insinuó que la foto del reencuentro era falsa y el Gobierno distribuyó más
CARLOS FRESNEDA. Enviado especial . El País, España. Lunes, 24 de abril de 2000
WASHINGTON.- Ahora son los González de Miami quienes llaman inutilmente a la puerta a Juan Miguel con la vana esperanza de poder ver y tocar a Elián. Pretendían volverlo a intentar ayer, después del paso en falso del sábado. Pero el abogado Greg Craig frustró
sus deseos: «Es muy difícil planear una reunificación familiar en este tipo de atmósfera». «Si es verdad que quieren ver al niño, no pueden venir a Washington a dar un mitin político», dijo Craig. El abogado se atrevió a sugerir que
esperen unos días, que llamen por teléfono a Juan Miguel y que intenten concertar una cita.
Juan Miguel y Elián, Nersy e Hyanni, pasaron ayer su segundo día juntos en el apartamento para huéspedes de la base militar de Andrews. Según parece, o al menos eso nos hacen creer, Elián pasa mucho tiempo jugando con su hermanastro, Hyanni, que tenía sólo
un mes cuando el niño balsero salió de Cuba con su madre. Con el dique de contención de la prensa instalado a unos dos kilómetros, la familia pudo disfrutar ayer de un paseo dominical por el parque cercano.
A esas horas, la prima Marisleysis montaba una nueva escena en una sala de prensa del Capitolio. Con la voz quebrada y la lágrima fácil, exhibía la foto del «asalto paramilitar» a su casa en Miami, con el rostro horrorizado de Elián y unas letras rojas donde
decía: «Abuso de niños».
Acusaciones
Marisleysis acusó al Gobierno de «mentir» y se atrevió a insinuar que la foto de la reunión familiar entre Elián y Juan Miguel «es falsa y está manipulada». «Yo le corté al niño el pelo hace tres días y en esa foto
sale con el pelo largo, como lo tenía antes», dijo. «Cualquiera que compare esa foto con la que le tomaron cuando le sacaron de casa, se dará cuenta de la diferencia». Poco después, el Gobierno distribuyó nuevas fotografías de Elián con su
padre paseando por los jardines de la base militar de Andrews.
Mientras, la prima, acompañada por toda una recua de familiares, simpatizantes y políticos sensibles a su causa, como el republicano Bob Smith, pretendía organizar una nueva expedición con rumbo a la base.
«Hasta que no nos dejen ver al niño, no nos marchamos de Washington», dijo Marisleysis. «No entiendo por qué Juan Miguel no me deja verlo. Las puertas de mi casa siempre estuvieron abiertas para él». Entre sollozos, la prima de Elián, arremetió
contra el Departamento de Justicia: «Nosotros no íbamos armados; sólo teníamos a Dios de nuestra parte». «¡No hacía falta llegar a esto!», exclamó mientras aireaba la foto. «No había ninguna necesidad de aterrorizar a Elián».
Al vicesecretario de Justicia, Eric Holder, le encomendaron ayer la espinosa misión de defender la operación rescate en una cascada de entrevistas televisivas: «Teníamos información de que podía haber pistolas dentro y fuera. Por razones de seguridad,
decidimos que los agentes federales fueran armados».
Intransigencia
«La intransigencia de la familia de Miami fue lo que nos obligó a intervenir», añadió Holder. «Y lo hicimos con un número mínimo de agentes, en apenas tres minutos, con total seguridad para el niño. Nunca le apuntaron con un arma, ni
amenazaron con disparar. En la foto que todos hemos visto, el agente está apuntando a un lado y no tiene el dedo en el gatillo».
Cumplida la parte más difícil de la misión, devolver la custodia del niño al padre, el Departamento de Justicia ha de velar ahora por que Elián permanezca de momento en suelo norteamericano, tal y como dispuso la semana pasada el Tribunal de Apelaciones de
Atlanta, que deberá pronunciarse sobre el asilo político para el niño solicitado por sus tíos lejanos de Miami.
El 11 de mayo es la vista oral sobre el caso, y ese día puede comenzar una nueva pesadilla legal para Juan Miguel González. El Tribunal puede decidir que Elián preste declaración y diga si quiere o no quiere regresar a Cuba.
Los expertos legales advierten de que el proceso podría durar «semanas o incluso meses». Los abogados de los González de Miami pretenden agotartodos los recursos legales hastallegar al Tribunal Supremo. |