Atilio Bleta . Clarín digital. Miércoles 19 de abril de 2000
La decisión de votar contra Cuba en la comisión de Derechos Humanos de la ONU causó distintas formas de malestar en la Alianza.
El más directo fue el ex presidente Raúl Alfonsín, cuyo gobierno se opuso sistemáticamente entre 1983 y 1989 a votar de esa forma contra Cuba. El actual presidente del Comité Nacional de la UCR, visiblemente molesto, dijo ayer "yo sostengo la abstención".
En cambio, cuatro ministros cuestionaron la decisión a través de un mecanismo formal: hacerle preguntas al canciller Rodríguez Giavarini en la reunión de ayer del gabinete.
Ante esa situación, el canciller fundamentó su posición en que "no apreciamos una mejora en la situación los derechos humanos en Cuba".
Según cuatro fuentes oficiales consultados por Clarín, el jefe de Gabinete Rodolfo Terragno fue el primero en manifestar sus reparos.
Entonces, Giavarini señaló que este delicado asunto lo había discutido con el presidente Fernando de la Rúa y con el gobierno de Chile que también votó en contra de Cuba. Dijo también que nuestro país seguía votando igual que en la época
de Menem porque "en Cuba no hay democracia, ni libertad de prensa, se violan los derechos humanos" y además Fidel Castro no permitió que inspectores de la ONU verificaran in situ la situación.
A esa altura del debate, muy tranquilo y elevado, el ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, preguntó por qué no "actuábamos con coherencia" y si el Gobierno votaba en contra de Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos "lo mismo debía
con China".
Pero el canciller no se quedó callado y enseguida hizo un esfuerzo por diferenciar la actual posición argentina en esta materia de la que tuvo Menem, al remarcar que el Gobierno manifestó su rechazo al embargo que Estados Unidos le impone a Cuba .
A su turno, el ministro del Interior, Federico Storani dijo que el Gobierno "había perdido una oportunidad" para diferenciarse del menemismo y retornar a la tradicional posición argentina de no injerencia en los asuntos internos de otros países.
El canciller volvió a insistir que la Argentina había adoptado esa postura en sintonía con Chile y que "no se estaba haciendo seguidismo" a favor de Estados Unidos. Storani y Gallo le contestaron que Brasil volvía a abstenerse y que lo más conveniente
hubiera sido conseguir una posición común en el cono sur.
Además Storani llamó la atención sobre la enojosa situación que enfrenta a Estados Unidos con Cuba por el niño Elián González, poco menos que "raptado" por familiares lejanos en Miami. Y que sumarse ahora a EE.UU. iba a significar un
costo para el Gobierno. Una posición similar asumió la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide.
Para terciar el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra dijo que en este asunto "hubo fuertes presiones internacionales".
En tanto, De la Rúa guardó silencio y tomó distancia del debate. Y tras la reunión de gabinete, se enteró de que su antecesor Carlos Menem dijo que esta posición "no hace más que continuar el voto que había venido teniendo mi gobierno".
© Copyright 1996-2000 Clarín digital |