MIAMI. Enrique Serbetocorresponsal. ABC, abril 12, 2000
La familia de Elián González en Miami está decidida a no entregar al niño por las buenas al Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), a pesar del cerco legal que la Administración norteamericana está cerrando sobre ellos. Ayer, el tío
abuelo que cuida al pequeño pidió que se le organice una reunión con su padre, Juan Miguel González, en Florida y sin representantes políticos.
Los exiliados cubanos de Miami organizaron una manifestación el lunes por la noche, a la que asistieron unas cinco mil personas que trataban de mostrar su determinación de seguir apoyando el criterio de que el niño se ha de quedar en Estados Unidos.
Después de que el padre de Elián se reuniera con la Fiscal General, Janet Reno, sin dar el menor síntoma de que quisiera pedir asilo político, ha pasado a ser ahora el peor de los monstruos y las emisoras de radio de Miami se llenan de testimonios de oyentes que
hablan de sus supuestos vicios inconfesables y su «depravación» por querer llevarse al niño a Cuba «para entregárselo a Fidel Castro».
Uno de los abogados de Lázaro González, tío abuelo del pequeño, dijo ayer que éste no desea violar la ley, pero «moralmente está decidido a no cargar con la responsabilidad de haber entregado al niño». Sin embargo, la carta en la que el
INS le dice a Lázaro González dónde, cuándo y cómo deberá entregar al niño ya está en camino y no parece que las últimas gestiones de los políticos locales puedan retrasar el proceso.
JANET RENO, DECIDIDA
Los alcaldes del condado y de la ciudad de Miami, Alex Penelas y Joe Carollo, se reunieron ayer en Washington con Janet Reno para pedirle que aceptara la reunión entre la familia, pero sólo les dijo que podía «considerarlo», siempre con el objetivo de entregar a
Elián a su padre. Sus declaraciones posteriores no eran precisamente un síntoma de victoria.
Washington ya no puede alargar mucho más esta situación. Según las encuestas, los partidarios de que el niño sea entregado a su padre son más del 60 por ciento en todo el país y en algunas comunidades muy sensibles, como los negros de La Florida, el
porcentaje llega hasta el 90 por ciento. Los familiares del niño se diría tratan de poner al Gobierno en la disyuntiva de aceptar que Elián se quede o tener que arrancárselo por la fuerza, ante decenas de cámaras de todo el mundo.
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