Ulises en la encrucijada
Manuel David Orrio, CPI
LA HABANA, abril - Todo parece indicar que el general de división Ulises Rosales del Toro, ministro del Azúcar de Cuba, ha llegado a la encrucijada de la actual cosecha, a los efectos de una decisión: detener la zafra a principios de mayo -aún cuando no se cumpla el
plan de producción previsto- o aprovechar los pronósticos de sequía presente hasta mediados de ese mes, para lanzarse a conquistar un logro de valor económico cuestionable, a juicio de este periodista.
La zafra del año 2000, décimo de la era cubana del picadillo de soya, se diseñó para producir cuatro millones de toneladas (MMT) de azúcar sobre la base de un aprovechamiento de la norma potencial de molida del 80%, lo que significó movilizar una
capacidad instalada susceptible de arribar a los cinco. A la altura de estas líneas, ese aprovechamiento se sitúa en alrededor del 76%, lo cual equivaldría a producir unos 3,8 MMT en una campaña normal, suponiendo un rendimiento industrial azucarero similar al de 1999.
esta subutilización del potencial previsto a despliegue es imputada por el comentarista oficioso Juan Varela Pérez, en su orden, a falta de caña, interrupciones operativas y roturas, y pérdidas en cosecha. Pero el propio Rosales del Toro parece desmentirle, al afirmar que
"las insuficiencias más notables a nivel nacional se localizan en la industria". De acuerdo con la prensa oficiosa, las interrupciones y roturas al 6 de febrero totalizaban alrededor de 14% del tiempo perdido, de modo que la falta de caña y otros factores sólo podrían
sumar diez, si se acepta el citado aprovechamiento de 76%. Ojo atento, por ello: semejante tiempo perdido imputable a la industria está avisando de un proceso de reparaciones pre-zafra de calidad deficiente, algo que ya se produjo en la campaña pasada.
No obstante, el déficit de materia prima no deja de ser un serio problema. Según el semanario Trabajadores, el sector campesino-cooperativo aportará a los basculadores unos 6,7 MMT de caña, 19,7% del total previsto a moler, de donde puede inferirse que el mismo
asciende a unos 34 MMT. Para producir en tales condiciones 4 MMT de azúcar, sería necesario alcanzar un rendimiento industrial azucarero acumulado de 11,76; 0,63 más que lo logrado en 1999, cuando este indicador cerró a 11,13.
Sólo a partir del 13 de marzo reportó la prensa oficiosa un rendimiento industrial a nivel del país de 12%, y no existen elementos para siquiera suponer que semejante logro se haya estabilizado, no obstante las condiciones climáticas.
Al 6 de abril, la única provincia en arribar a las 400 mil toneladas producidas era Villaclara, a un costo unitario de 304 pesos, cuando las tendencias de los precios del mercado internacional oscilan entre los 110 y los 198 dólares la tonelada, de acuerdo con Rosales del Toro. De
este modo, sólo una elevación notable del rendimiento industrial azucarero haría posible llegar a la meta propuesta sin aumentar costos más allá de lo permisible, en agroindustria subsidiada en unos 800 millones de pesos para este año, según cálculos
no oficiales. Ejemplo ilustrativo: al 15 de marzo, casi a diario se dejaban de entregar 113,430 toneladas de caña, representativas cada día de unas 12 mil toneladas de azúcar no logradas, medio millón largo si esta situación se prolonga desde esa fecha hasta el
primero de mayo. Cierto es que los costos han disminuido, en general, y que el índice de materias extrañas parece haberse mantenido en alrededor de 5%. Sin dudas, escaramuzas ganadas. Pero no batallas...
¿Se cumplirá el plan de alcanzar 4 MMT de azúcar? ¿Vale producirlas extendiendo la zafra hasta mediados de mayo, o incluso más allá, cuando se hace ya aconsejable priorizar la siembra de primavera? Tal, el dilema, sobre todo si se considera que el plan de
siembra de 1999 se incumplió en alrededor de 12%, de seguir a las cifras oficiales, sin contar del manto de silencio tendido sobre el propósito gubernamental de sembrar en 1998 unas 27,600 caballerías (13,42 hectáreas cada una), y no menos en los años ulteriores.
Entretanto, Ulises en la encrucijada.
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