Jose Marmol. Publicado el martes, 4 de abril de 2000 en El Nuevo Herald
Con qué secreto designio arribó a Miami el niño Elián González?
A Fidel Castro, que como otros tantos caudillos, dictadores y tiranos que en el mundo han sido tiene su consejero-adivino --o como cada quien quiera llamar: oráculo, astrólogo, santero, psíquico, vidente, etc.--, no pudo escapársele el insólito hecho de un niño
de cinco años, desvalido, al que encuentra un pescador en el mar, protegido por una manada de delfines.
Es indiscutible la similitud con la historia de Moisés, que llevó a su pueblo esclavizado en Egipto a la tierra prometida de Israel, éxodo que duró 40 años. Más o menos esas mismas cuatro décadas llevamos los cubanos esperando la liberación.
Esta semejanza con Moisés, que apareció en una balsa en las aguas del Nilo, ha puesto a pensar a muchos, pero más que nadie a Fidel Castro, en extremo superticioso. Sólo esto podría justificar el gasto de fabricar dos millones de pullovers con el nombre de Elián
y paralizar por días a una nación empobrecida, donde sólo se puede adquirir un pantalón y una camisa al año, mientras la radio anuncia la elaboración de un millón más de camisetas con la consigna: Regresen a Elián.
¿Cómo explicar, si no fuera por la obstinada intervención de Fidel Castro, que el propio gobierno norteamericano esté actuando como el mejor abogado al servicio de la peor tiranía que hoy perdura en nuestro planeta? Nunca antes interesó a ninguna de las
anteriores administraciones procesar reclamaciones de padres que alegaban que sus esposas, de las que estaban separados, se habían marchado en una balsa y sus hijas o hijos residían en Miami. En varios casos estos niños llegaron con amigos o familiares, sin sus madres que
desaparecieron en ese gran cementerio cubano que es el golfo de México.
Este mismo Departamento de Inmigración procesó y concedió amparo a unos l4 mil niños que llegaron solos en la Operación Peter Pan.
¿Cómo es posible que el INS alegue ahora que por tener Elián González 6 años no puede otorgársele el asilo político?
Todo es realmente una burla a la justicia. Lo que reclama la opinión pública del condado Miami-Dade, donde este niño ha convivido y ganado la simpatía y apoyo abrumador de todas las etnias que componen nuestra sociedad, es que venga el padre con todo su núcleo
familiar y sus abogados para que en una corte familiar se dilucide a quién se le debe otorgar la custodia del niño.
Si por un compromiso creado con la devolución a Cuba de los presos amotinados, el presidente Clinton se empeña en devolver a Elián por la fuerza al dictador Fidel Castro, las consecuencias serían impredecibles. Los líderes cívicos y políticos más
conservadores auguran que serían desastrosas para nuestra comunidad. Por primera vez en la historia de estos 40 años de exilio, hemos visto desaparecer los protagonismos y las divisiones políticas.
Si los rumores de que Juan Miguel abusaba de su esposa, la madre de Elián, se confirmaran, y esos testigos declaran ante un tribunal de familia, ningún juez le otorgaría la custodia del niño. Mucho menos si se le hace ver la videograbación de la comparecencia
de Fidel Castro y un panel de psiquiatras cubanos en el cual uno de ellos manifestó que al niño Elián tenían que reprogramarlo para quitarle todo lo malo inoculado en su mente infantil. ¿Qué les parece?
La patria potestad la ejercen en este país los padres, dentro de ciertos límites. Veamos: Mientras trabajaba supervisando el Programa Independencia del antiguo HRS, hoy Departamento de Niños y Familias, se me presentó un hombre elegantemente vestido y al parecer bien
intencionado, pidiéndome que lo ayudara porque le querían quitar la custodia de su hijito de siete años de edad. Le creí e incluso asistí a la vista judicial y hablé con el juez de la corte familiar, de origen cubano, hoy un magistrado de más alto
rango. Este me dijo que la madre había muerto por una sobredosis de drogas y que tanto ésta, que ejercía la prostitución, como el padre, que tenía antecedentes penales y era alcohólico, abusaban del niño. La corte determinó enviar al infante a
un hogar con padres adoptivos (foster home).
Lo que espera al ``niño milagro'', Elián González, es mucho peor. Un adoctrinamiento para que aborrezca a su madre biológica y a la adoptiva, la tierna joven que con tanto amor y ternura ha ganado el cariño y la devoción del niño. A no dudarlo,
con tantos traumas podría terminar como aquel niño soviético que denunció a su padre, quien conspiraba contra los comunistas, y por esto fue fusilado. Aunque se le erigió una estatua al niño delator y se puso su nombre a la organización de pioneros
rusos, se le educó en el ateísmo y disfrutó de muchos privilegios, su vida de adicto al tabaco y al alcohol terminó una fría noche invernal en una calle de Moscú, en medio del delirium tremens, gritando: ``¡Perdóname, Dios mío!''
Esperamos que el llamado de los líderes religiosos de esta comunidad devuelva la razón a la fiscal Janet Reno y al presidente Bill Clinton y que el niño milagro, Elián González, se quede con nosotros. Y se cumpla la profecía cuando él regrese
pronto con todos nosotros a una Cuba libre y soberana.
jose_marmol@yahoo.com
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