Un mundo de formas y colores en la Habana Vieja
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, abril - Procedente del Palacio de Arte de Belgrano en la capital argentina, hizo eclosión en la Habana Vieja en días pasados la Exposición de Arte Contemporáneo Argentino en Cuba, al que no dio espacio la prensa oficialista.
La Casa-Galería, construida en el siglo XVIII, de la pintora venezolana contemporánea Carmen Montilla, así como el vetusto complejo de fortificaciones coloniales españolas, hoy llamado Parque Histórico Morro-Cabaña (por cierto el más extenso en
todo ultramar de la antigua Metrópoli española) resultaron marcos excelentes para esta exposición itinerante, auspiciada por la embajada Argentina en Cuba y la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba).
La acuarelista María Guerreiro, con sus cuadros "Flotando II" y "Noche de Belgrano", nos sumerge en dimensiones surrealistas que rememoran (especialmente en el segundo) un Guernica zoomorfo a lo Picasso.
"América" (bien pudo ser titulado "América penante") es óleo sobresaliente de Rubén Makub en tanto maximiliano Pedreira con su Missisipi Johnn Hurt, da la imagen realista y vigorosa del viejo negro sonriente, no obstante cierto rictus de pena, que
hace desplomar sobre quien lo contempla toda la historia, buena y mala, del parto norteamericano como nación.
"Digo a Juana Koslay", regalo visual en óleo de María Luisa Cortés. Es cabeza de mujer, mitad paisaje de vivos colores, que admite la mayor libertad de conjeturas simbólicas.
Gigantismo sugerido en espacio y color, como calco surrealista y omnímodo de Nueva York ofrece Jorgelina Esteirich con su pintura así precisamente titulada que presenta cierta suavidad acogedora como mentis del Nueva York real de los rascacielos, que minimiza y aplasta al ser, según
quienes la conocen. En tanto su otro óleo, "Caos", da exactamente esta idea con la anarquía de colores y tonos.
Sugerente es "Mensajes" de Haydeé Cardero con los impactantes dedos enormes.
Julio César Pereyra, incursiona en la escultura de pequeño formato con "En silencio", "Al fin y al cabo", "Lazos" y "Con el viento con las velas"; continuamos con "Transgresiones" (¿genéticas?) de Diana Silvia Ivern.
"De la prehistoria al símbolo", elocuente título de la obra pictórica de Leonor Coifman.
Laly Kravchik, María Cristina Lettes, Margit Leosaa, Ladislao Magyar, Haydeé Monzolina, Maximiliano Pedreira, María Pla, Beatriz Rodríguez, Mirta Romero, Malisa Sales, Adriana Scheesper, Matilde Toschi, Yolanda Toteda, Marta Trosolino, completan la extensa pléyade
de artistas del pincel y del cincel cuyas obras dignas de meditación y encomio demuestran parte del fecundo quehacer artístico de la Argentina contemporánea, que contribuye a ensanchar el horizonte cultural, haciéndolo más cosmopolita y menos dogmático al
cubano actual.
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