"El Chacal Avileño"
desmaya a golpes de karate a un detenido
CIEGO DE AVILA, 30 de agosto (Juan Carlos González Leyva, FAPDH) - El
joven Lécter Castro Campos sufrió una golpiza que le propinó
el primer teniente de la policía política nombrado Amaury Gómez
Hernández.
Castro Campos fue arrestado y, una vez en los calabozos del Departamento de
la Seguridad del Estado (DSE) de Ciego de Avila, fue interrogado y acusado de
estar preparando una salida ilegal del país.
Lejos de proteger la integridad física del detenido, como se consigna
en los instrumentos de Derecho internacional, el teniente Amaury Gómez le
dio piñazos y patadas de karate a Castro Campos hasta que lo dejó
desmayado en el suelo de la celda.
Luego de cinco días de arresto, el teniente del DSE liberó a Lécter.
Pero antes de ello injurió al joven y lo amenazó con que lo iba a "encuadrillar
en la calle" (en el argot delincuencial cubano significa que lo vigilará
para vengarse en el momento propicio).
A este oficial, debido a los frecuentes maltratos que inflinge a los
detenidos, lo denominan "El Chacal Avileño".
La policía política no disponía de ninguna prueba para
acusar a Lécter y mucho menos para proceder a su arresto y confinamiento
en condiciones infrahumanas.
A continuación reproducimos íntegramente un testimonio escrito
de puño y letra por esta víctima del trato cruel e inhumano del
oficial de la policía política Amaury Gómez, alias "El
Chacal Avileño":
27 de agosto del 2000
A la Fundación Avileña Pro Derechos Humanos
Por medio de la presente me dirijo a ustedes obligado por las injusticias
que está cometiendo este sistema en contra mía y muchas personas más.
En primer lugar, les quiero felicitar pues nunca creí que en un país
unipartidista como éste pudiera existir una organización de
derechos humanos.
Estoy atravesando por una situación muy difícil pues
recientemente la Seguridad del Estado me acusó de una salida ilegal del
territorio nacional, de lo cual no tenían prueba alguna. Por eso tuvieron
que ponerme en libertad.
Primero, me llevaron para la Seguridad del Estado, donde fui sometido a
presiones y amenazas y como me negué a reconocer las acusaciones que
ellos querían imputarme, el primer teniente Amaury Gómez Hernández
me vino para encima violentamente lanzándome una lluvia de patadas y piñazos,
derribándome en el piso del calabozo dejándome allí tirado
sin que yo me pudiera mover por los dolores.
Más tarde, un oficial dijo que él no se responsabilizaba con
lo que me pasará. Fue entonces que me llevaron, a las 2:00 de la
madrugada, al médico, que certificó lesiones diciendo que no eran
graves, por temor a las autoridades.
Después me escondieron en un calabozo de la 1ra. Unidad de la Policía
Nacional Revolucionaria donde me mantuvieron cinco días esperando a que
se me borraran las huellas de los golpes.
En estos momentos me encuentro amenazado y teniendo extraños
incidentes en la calle. Temo una agresión como la que me propinó
el oficial Amaury, por eso voy a mi trabajo con mucha precaución.
Además, la Seguridad del Estado me prohibió el acceso a las
playas y costas de mi país.
De todo lo antes expuesto les adjunto documentación que prueba la
veracidad de mis palabras.
Siempre agradecido,
Lécter Castro Campos
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