Yo albergo un sueño donde...
Juan Téllez Rodríguez, Agencia Libertad
LAS TUNAS, agosto - A pesar de las dificultades y frustraciones características de este tiempo, yo albergo un sueño. Sueño que Cuba un día se pondrá en pie para pedir la libertad y la justicia que han sido ignoradas por la dictadura comunista de Fidel Castro
durante estos 41 años.
Yo albergo un sueño en el cual un día las rejas se abrirán para poner en libertad a todos los prisioneros políticos, y donde triunfará la verdad que ahora está mutilada por la mentira.
Yo albergo un sueño en el que los campesinos volverán a ser dueños verdaderos de sus tierras y podrán de nuevo tener grandes maizales, fructíferos campos de viandas y hortalizas, y árboles con deliciosas frutas que le hagan la boca agua a cualquiera.
Yo albergo un sueño donde un día podremos decir: ¡Ya recuperamos lo que quita-lo-todo nos arrebató!
Aquel será un día donde todos los cubanos, los de la diáspora y los de aquí, podremos tener un nuevo significado en nuestras vidas y cogidos de las manos gritaremos: ¡La Patria es de Todos, para siempre! ¡Por fin, somos libres!
Ese día no está muy lejos, porque no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Y entonces una avalancha de bienestar tocará a nuestras puertas dejando atrás la etapa oscura de una gastada ideología, que sólo ocasionó
sufrimientos y hambre a nuestra nación; donde muchas mujeres se tuvieron que vender al extranjero para alimentar a sus familias.
En ese sueño veo en Cuba un verdadero Estado de Derecho; la Constitución será símbolo de garantías y libertades en todas las facetas de la vida ciudadana y no habrá jamás otro tirano, que por un decreto suyo pueda cambiar este orden de cosas de la
noche a la mañana, ni pisotear la dignidad de todo un pueblo.
Yo albergo un sueño, donde al fin los trabajadores dejarán de recibir su salario en moneda sin valor, donde desaparecerá la igualdad socialista que los convirtió en esclavos a todos por igual; donde se agruparán los obreros en sindicatos libres quedando
sepultada para siempre la Central de Trabajadores de Cuba al servicio de la cúpula gobernante, que nunca ha estado al servicio de los proletarios.
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