Publicado el 22 de agosto de 2000 en El Nuevo Herald
Deplorable la condición de la mujer en Cuba
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
"La figura del chulo o proxeneta ya es cotidiana en el paisaje cubano. Son comunes los casos de matrimonios que se desplazan del interior a la capital para 'luchar'... Muchas veces la mujer es la que se inicia en el 'jineteo', mientras el esposo se dedica a negocios
paralelos con el ron y el tabaco''. - Isabel Holgado Fernández, antropóloga española.
La primacía del dólar ha adulterado radicalmente las relaciones afectivas e interpersonales en la sociedad cubana, donde las proclamas socialistas sobre la igualdad de derechos entre los sexos parecen sucumbir al "tiempo del interés''.
"Tener o no tener dólares es el axioma que está alterando las relaciones entre los sexos en la Cuba actual'', afirmó la antropóloga española Isabel Holgado Fernández, de 31 años, quien concluyó recientemente una extensa investigación
sobre la vida de las mujeres cubanas en los últimos años.
Holgado, graduada en la Universidad de Barcelona, recogió su faena investigativa de tres años en Cuba en el libro !No es fácil!, que acaba de publicar la Editorial Icaria de Barcelona y será presentado en la XVI Feria Internacional del Libro de Miami, el próximo
noviembre.
"Lo que encontré allí desde mi primer viaje [en 1996] me desbordó'', comentó la estudiosa. "Antes de viajar pensaba de verdad que Cuba era la alternativa, que era fantástico que en algún lugar del mundo se estuviera luchando por la igualdad de
sexos, pero no hallé la Revolución por ningún lado''.
Entremezclando los testimonios de 60 habaneras de diferentes profesiones y estratos sociales con documentos oficiales y estudios realizados por instituciones cubanas, la autora presenta un dramático panorama que plasma el impacto de la crisis nacional en el universo femenino.
"Las necesidades económicas están teniendo un importante peso en la formación de nuevas parejas, especialmente entre mujeres con niveles muy bajos de ingresos'', explicó Holgado, que durante sus frecuentes viajes a la isla ha preferido convivir con los cubanos
antes que alojarse en hoteles.
Entre los testimonios recopilados está el de Caridad, una veladora de museo con sueldo mensual de 148 pesos cubanos ($7 al cambio actual), quien convive desde hace un año con un carnicero. Caridad admite que su salario era insuficiente para mantenerse ella y la hija de una relación
anterior, pero que ambas han mejorado su calidad de vida con la llegada del carnicero, una suerte de rey Midas en la sociedad cubana actual.
"Hay mujeres que se 'empatan' con hombres que les puedan resolver. Hay otras que se empatan porque les gusta, pero ya de eso se ven muy pocos casos. Hoy en día se vive el tiempo del interés'', relató Lilia ama de casa de 29 años.
Pero, de acuerdo con el estudio, la formación de parejas por razones no afectivas toca también a los hombres. Alexis, un rockero de una banda poco exitosa, dice que se ha prostituido con su ex mujer por $200.
"Esa es la cantidad que me ha prestado mi ex mujer para que vuelva a ser su macho'', relata el músico.
Por su parte, Mario, cantinero de un bar para turistas, lamenta la dificultad de encontrar una pareja que lo quiera "como soy, no por mis dólares''.
La mirada de Holgado penetra también el comportamiento de la juventud, el fenómeno de la prostitución (jineterismo) y la subversión de valores en terrenos como el de la educación.
Un profesor de un instituto tecnológico de Construcción Civil relata las dificultades para evitar la intimidad con las alumnas en estos tiempos: "Ellas mismas vienen y te presionan a cambio de tener relaciones sexuales. Incluso ahora te ofrecen dólares''.
En cuanto al jineterismo, la autora observa que si en sus inicios se caracterizó por la espontaneidad y la autogestión, los hombres han terminado por tomar las riendas del negocio, olvidando su tradicional orgullo y honor pisoteados.
"La figura del chulo o proxeneta ya es cotidiana en el paisaje cubano'', expresó Holgado. "Son comunes los casos de matrimonios que se desplazan del interior a la capital para 'luchar'... Muchas veces la mujer es la que se inicia en el 'jineteo', mientras el esposo se dedica a
negocios paralelos con el ron y el tabaco''.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, Cuba tiene una población de 11.2 millones de habitantes, entre los cuales las mujeres son mayoría por 4,159. El sector femenino representa el 43.6 por ciento de la población económicamente activa, y las
mujeres son cabeza de familia en el 30 por ciento de los hogares de la isla.
Sin embargo, el pleno ejercicio de los derechos femeninos permanece aún como asignatura pendiente de la sociedad cubana. La propia presidenta de la Comisión de Naciones Unidas contra la Discriminación de la Mujer, Aida González, opinó el pasado junio que Cuba "no
ha logrado un reparto equitativo de las responsabilidades del hombre y la mujer'', y criticó los efectos de la "cultura del machismo'' en casos de acoso sexual y violencia verbal y psicológica.
"El hombre nuevo y la mujer nueva preconizados por la Revolución todavía no aparecen por ninguna parte'', ironizó Holgado, que labora en Barcelona con el grupo Alhanan-Mujeres por una Educación Intercultural, fundado en 1999.
La investigadora califica como absoluto el fracaso del sistema educativo en torno a la sexualidad, y opina que la oficialista Federación de Mujeres Cubanas "se ha convertido en una entelequia, con un discurso ideologizado de escasa resonancia en el sector femenino''.
Holgado considero que las repercusiones de la crisis interna no solo se han evidenciado en el mundo material, sino también en el ánimo de los cubanos. Según ella, la solidaridad social, que funciono como mecanismo fundamental de los inicios de la revolución de Fidel
Castro, se ha visto seriamente dañada, sobre todo entre la juventud.
"La juventud vive una especie de presentismo, es decir, vive hoy y aprovecha al máximo que mañana no se sabe lo que vendrá'', señalo. "La ruptura del ideal ético de la equidad ha provocado un sentimiento de incertidumbre y una búsqueda de
inmediatez, con un cuestionamiento sociopolítico sin precedentes en la historia revolucionaria''.
Pedirá asilo un conocido comentarista deportivo
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
Tras ocho años de marginación y desesperanza en Cuba, el reconocido periodista y comentarista deportivo Alberto Aguila solicitará asilo político en Miami, para reiniciar una vida "sin la angustia de sentirme vigilado a cada minuto''.
"He podido dormir sin sobresaltos por primera vez en ocho años... Sé que a mi edad no es fácil empezar de nuevo, pero prefiero morirme desamparado al pie de una autopista en Miami que regresar a Cuba'', confesó Aguila, de 62 años, apenas dos días
después de haber abandonado su hogar en Sancti Spíritus, ciudad en el centro de la isla.
Con 26 años como narrador de béisbol en las emisoras provinciales de Santa Clara y Sancti Spíritus, Aguila era uno de los comentaristas deportivos más prestigiosos de Cuba hasta su marginación oficial en 1992.
Su odisea comenzó el 13 de abril de 1992, tras recibir una invitación personal para venir a Miami. Altos oficiales de la Seguridad del Estado lo interceptaron a la salida de Sancti Spíritus y, de súbito, Aguila se transformó en un "traidor a la patria''.
"No había pruebas de nada, pero los oficiales que me entrevistaron decían que yo iba a traicionar, a entrevistarme con exiliados en Miami'', recordó el comentarista.
Fue condenado a prisión por año y medio, acusado de "sustracción de documentos''. Los supuestos documentos sustraídos eran unas fotos de atletas espirituanos de los años 40 que un funcionario del Instituto de Deportes y Recreación (INDER) le había
entregado para hacerlas llegar a un amigo en Estados Unidos.
En realidad, la verdadera razón del encausamiento había sido una delación. Según Aguila, él había comentado a un supuesto amigo, el periodista Raúl García Alvarez, que iba a quedarse en Miami y que contaba con una carta de recomendación
para ver al líder anticastrista Hubert Matos, presidente de la organización Cuba Independiente y Democrática (CID).
García Alvarez es hoy gerente de una corporación periodística en Sancti Spíritus.
"Cuando salí de la cárcel, el delegado del Ministerio del Interior en Sancti Spíritus [coronel Olimpio Guardarrama] me advirtió que no me iban a dejar escapar hacia Miami, que iban a ponerme cien policías detrás'', relató Aguila.
Cuando el éxodo de los balseros en 1994, la policía le allanó la casa y fue arrestado temporalmente. Lo liberaron un día después que Cuba comenzó a impedir las salidas ilegales.
Desde entonces se ganó la vida vendiendo café y refrescos por cuenta propia en un quiosco que denominó Alberto Aguila y el deporte. Allí se concentraban muchos amigos y amantes del béisbol de Grandes Ligas para enterarse de las últimas noticias de los
jugadores cubanos y los juegos de postemporada.
"La pasión por las Grandes Ligas es inmensa dentro de Cuba'', manifestó. "Me mantuve informado siempre oyendo a Sarvelio del Valle [de Radio Mambí] en un radio con audífonos''.
Aguila pudo venir gracias a una viajera que accedió a hacerle una carta de invitación, en un año en que ha aumentado el otorgamiento de visas de visita a cubanos mayores de 60 años. En tres ocasiones anteriores, la Oficina de Intereses de La Habana le había
negado su solicitud de inmigrar como refugiado político, por estimar que su causa se generó por un "delito común''.
"Todavía no creo que estoy en Miami'', expresó Aguila, que el próximo sábado va a cumplir uno de sus mayores sueños: asistir a un juego de Grandes Ligas.
Dramático testimonio desde la Isla de la madre de dos balseros muertos
Vivian Sequera / Ap. COLON
Las dos camas están tendidas y la ropa en el armario. Daisy Bueno dice que no se ha atrevido a tocar nada desde que se enteró que sus dos únicos hijos varones murieron ahogados y a dentelladas de tiburones en aguas de las costas de la Florida.
"Esto es un dolor tan negro'', dijo Bueno sosteniendo entre sus manos fotos de sus dos hijos. "Es una cosa tan mortal'', agregó en voz baja meciéndose en un sillón de su casa en Colón, un pintoresco y limpio poblado a 160 kilómetros al este de La
Habana.
Los hermanos Juan Carlos Rodríguez Bueno, de 23 años, y Alexei Rodríguez Bueno, de 20, salieron de la casa de Daisy al mediodía del 8 de agosto. Un día después, contó la madre, recibió cerca de la medianoche una llamada de su esposo asegurándole
que los jóvenes estaban muertos.
El dramático caso de los hermanos Bueno, muertos durante una travesía ilegal hacia costas de Estados Unidos, se ha convertido en la nueva munición para la "batalla'' declarada por el gobierno del gobernante Fidel Castro contra la Ley de Ajuste Cubano.
"Como los míos, hay muchos jóvenes'', agregó Daisy, cuyo esposo Carlos Rodríguez marchó de visita a Miami en mayo pasado, y fue quién identificó los restos.
Si pudiera hablar tanto a sus hijos como a otros muchachos, afirmó Daisy, les diría "que no lo intentaran... es un peligro. Eso realmente es un peligro, eso no tiene seguridad'', aseguró la mujer de 41 años, mientras acaricia el cuello de Chester, un bóxer
de un año que era la mascota de los hermanos Bueno.
Ambos jóvenes trabajaban; Juan Carlos era técnico de audio en una radioemisora de Colón, y Alexei en carpintería.
No vivían mal, aseguró su madre, explicando que ambos tenían hermanastros en Miami que les enviaban regalos como ropa,y zapatos y dinero.
"Honestamente mis hijos no tenían necesidad de eso. A lo mejor tenían ilusión de conocer aquello'', afirmó Daisy, asegurando desconocer tanto los planes de salida ilegal, como eventuales invitaciones de los hermanastros en Miami a realizar el viaje.
Tales travesías son "muy arriesgadas y dejan muchas familias destruidas'', afirmó Daisy.
El gobierno responsabilizó del caso de los Bueno a la ley, aprobada por el Congreso estadounidense en 1966, y que permite a los cubanos que alcancen territorio de Estados Unidos ser elegibles para obtener la residencia en ese país.
Cuba afirma que tal disposición no sólo va contra los acuerdos migratorios de 1994 y 1995 con Estados Unidos que buscan una inmigración legal, sino que además fomentan el contrabando de personas y viajes como el de los hermanos Bueno, en salidas que el gobierno
asegura son por razones económicas y no políticas.
Pero opositores al gobierno de Castro y sectores conservadores en Estados Unidos, incluyendo la influyente comunidad cubana en Miami, aseguran que si el origen de las salidas es la Ley de Ajuste, por qué entonces éstas se producen incluso antes de la vigencia de la norma y desde la
llegada de Castro al poder en 1959.
La tripulación de un barco pesquero fue la primera en descubrir los cuerpos de los Bueno flotando a unos 32 kilómetros del cayo Cudjoe. El 15 de agosto, las autoridades en Miami dijeron que los cuerpos habían sido identificados como los de los hermanos.
Cuba observa cuidadosamente proceso electoral EU
LA HABANA, 22 -- (AP) -- En las últimas semanas, los medios oficiales cubanos han dado una minuciosa e inusual cobertura a la campaña presidencial de Estados Unidos, calificando a los partidos Republicano y Demócrata como las "dos caras de una misma visión
imperial''.
Con la obvia excepción del presidente Fidel Castro, la única persona con mayor potencial de influir sobre los 11 millones de cubanos y su gobierno comunista es el presidente de Estados Unidos. De allí que la contienda electoral despierte interés, particularmente entre
la clase dirigente de la isla.
Los foros televisados que antes se centraban en el caso del balserito Elián González, ahora están dedicados al tema de la elección norteamericana, con sesiones en las que funcionarios oficiales y periodistas critican los millones de dólares gastados en las
convenciones de los partidos y las campañas.
Aseguraron que eran fondos que mejor se podían gastar en los pobres y calificaron la convención del Partido Republicano en Filadelfia como la "convención de los millonarios''.
Los presidentes norteamericanos ejercen una poderosa influencia sobre políticas que el gobierno aquí califica como hostiles: el embargo, el mantenimiento de emisoras financiadas por Estados Unidos que critican a Castro, y una ley de inmigración que La Habana afirma estimula
los arriesgados viajes ilegales por el estrecho de la Florida.
Nadie conoce mejor de esa situación que el mismo Castro, quien habrá lidiado con nueve mandatarios de Estados Unidos cuando el presidente Bill Clinton termine su mandato en enero próximo.
"Cualquiera de ellos que alcance la presidencia manejará mortíferas armas y tendrá en sus manos el maletín nuclear'', dijo Castro a comienzos de este mes en un discurso por el 47 aniversario del inicio de la revolución que le llevó al poder.
El próximo presidente norteamericano "mucho más que un emperador de la antigua Roma, será dueño de la guerra y de la paz en el mundo'', aseguró Castro entonces.
Desde ese discurso el 5 de agosto, los medios cubanos han ofrecido profusa -- y cuidadosamente escogida -- cobertura de los candidatos estadounidenses en un nuevo esfuerzo oficial por incrementar el conocimiento de los cubanos sobre el mundo exterior.
"Republicanos y demócratas: las dos caras de una misma visión imperial'', tituló la semana pasada el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, al hacer un resumen de uno de los debates televisados. Los programas de gobierno expuestos en las
convenciones en Filadelfia y Los Angeles carecen de propuestas a problemas globales, aseguró otro encabezado.
Al igual que en la campaña por el caso de Elián, se mostraron videos de noticias electorales transmitidas por televisoras estadounidenses, aunque seleccionadas, editadas y acompañadas de comentarios políticos de los invitados cubanos a los debates.
Tales foros abordan ahora una vasta gama de temas, desde políticas migratorias hasta la deserción de deportistas cubanos.
Los participantes de los foros ofrecen amplios detalles de cada tema tratado.
En el asunto de las elecciones, los invitados destacaron como el senador Joseph Lieberman -- compañero de fórmula del vicepresidente Al Gore, aspirante demócrata -- consistentemente ha apoyado políticas norteamericanas que La Habana detesta.
Sin embargo, los comentaristas reservaron sus más contundentes críticas para el aspirante George W. Bush y el Partido Republicano, cuya plataforma política incluye duras condiciones hacia Cuba, justo cuando Clinton y sectores legislativos tratan de aliviar las sanciones
hacia la isla.
El plan republicano prohibe levantar restricciones comerciales y de viajes a Cuba hasta que Castro libere a todos los prisioneros políticos.
En Cuba hay elecciones, pero son muy distintas a las de Estados Unidos. Aunque el gobierno afirma que la votación no es obligatoria, más de 95% de los mayores de 16 años acuden a los comicios locales y nacionales.
Las campañas aquí están virtualmente prohibidas, y la única información sobre cada candidato es una breve biografía colocada en carteles a las puertas de los centros de votación: una sola página con la hoja de vida, trabajo y actividades en
organizaciones como el Partido Comunista.
Castro se postula y gana un asiento parlamentario cada cuatro años. Cada cuatro años también el parlamento, o Asamblea Nacional, elige al dirigente como presidente del Consejo de Estado.
Y mientras Cuba asegura que sus elecciones son más democráticas que aquellas realizadas en otros países, los detractores del gobierno aseguran que los cubanos temen nominar a figuras de oposición y que la gente teme abstenerse de votar por miedo a represalias, en un
país donde la vasta mayoría de los trabajos son estatales.
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