Coppelia, una heladería singular
Migdalia Ropsado, Tamarindo 34 Derechos Humanos
LA HABANA, agosto - El miércoles 9 de agosto en la heladería Coppelia, enclavada en las calles 23 y L del Vedado habanero, una señora discutió con el custodio porque la venta no comenzaba en el horario establecido oficialmente: 11:00 de la mañana.
A las 12:30 de la tarde aún se mantenía la misma situación de inmovilismo. La señora pedía una explicación al encargado de la seguridad del lugar. El funcionario le manifestó: "Se está surtiendo el área ahora, porque el carro
llegó tarde".
"¿Por qué no pasa lo mismo en la planta alta o en los kioskos que venden helado en derredor del edificio de Coppelia?", ripostó la mujer.
La respuesta, estimado lector, es que en los citados lugares el helado se vende en dólares estadounidenses, mientras que la señora de la protesta esperaba en la larga fila de los que pagan en pesos cubanos socialistas.
"No consideran a las personas que estamos aquí, con niños y debajo de este sol", volvió a la carga la señora.
Al fin, un rato después de este incidente, la fila comenzó a moverse y las personas iban entrando a Coppelia. Pero, para sorpresa de los que hace años no se personaban en la conocida heladería de la capital cubana, los precios estaban como a continuación se
relaciona.
Cinco pequeñas bolas de helado, conocido por "Ensalada", cuesta ahora 7.50 pesos. Antes su precio era 1.50.
El helado llamado "Vaca Blanca", que consiste en un refresco (por cierto caliente) y una bolita de helado: un peso veinte centavos.
"Helado a la moda", que consiste en una reducida bola de helado y una lasquita de cake, 1.80 pesos.
La señora de la protesta, cuyo nombre luego se supo que es María Julia, se incomodó cuando pidió tres Ensaladas y nada más tenía veinte pesos. Llamó a la empleada y pidió que le retirara uno de los helados.
"Los precios de Coppelia son muy altos, no se ajustan al salario que a los trabajadores le paga en Cuba el gobierno", opinó María Julia.
Y la mujer concluyó su protesta pública diciendo en alta voz: "Suben los precios pero no aumentan el sueldo. Cada día los cubanos alcanzan menos alimentos. Y eso que lo que comemos es apenas un poco de salcocho".
Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
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