Ratas en la pared
Ambrosio Sixto, APO
PINAR DEL RIO, agosto - No estamos en presencia de la obra narrativa del escritor norteamericano Howard Philipps Loubrecot, aunque lo macabro y lo grotesco hacen parecidas dicha obra y la realidad que nos acontece. En nuestra ciudad de Pinar del Río se ha desplegado una enorme plaga de
ratas y ratones que ya resulta de gran preocupación no sólo por el asco y la repugnancia que esos indeseables roedores producen, sino por el daño que ocasionan en los hogares y, lo peor, por las diversas enfermedades que ocasionan esos roedores.
Teniendo en cuenta la inmensa carencia de medicamentos para combatir cualquier problema de salud el análisis pudiera ser tema para una gran discusión. El problema de los ratones se ha agravado debido a que los gatos que existían en esta ciudad se han extinguido, ya que una
buena parte de la población se los comió por necesidad.
Los pinareños, indignados por estas circunstancias, se han quejado a las autoridades sanitarias, pero éstas no tienen ningún tipo de solución para semejante problema.
Un recurso pudiera ser la construcción de trampas o jaulas, pero es que ni tan siquiera esa posibilidad está al alcance de los ciudadanos que habitamos aquí, en Pinar del Río.
Creo que esta situación es general, pero para ser concreto y realista tengo que remitirme al lugar que he analizado, que es el casco de la ciudad de Pinar del Río. O sea, el lugar más importante. Es preocupante e indigna y es una cuestión bastante seria, porque es
conocida la cantidad de enfermedades que esos animales pueden ocasionar sobre todo en la población infantil, que tan susceptible es a tomar objetos, llevárselos a la boca o andar en lugares no propicios para ellos.
El asunto se ha convertido en extremadamente preocupante y la solución no se vislumbra. Esta ciudad fue una de las seleccionadas para la celebración de la fecha del 26 de julio donde supuestamente el gobierno y el Estado debieron tomar determinados aspectos en cuenta y resolver
determinadas circunstancias, pero parece que esto ha pasado inadvertido como también ha sucedido con otros muchos problemas a los que se enfrentan los pinareños y para los cuales el gobierno de nuestra provincia no tiene solución.
Todo indica que seguiremos contando ratas en la pared.
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