MIAMI, Estados Unidos.- En momentos que el gobierno venezolano deja claro que no está dispuesto a permitir un referendo que pudiera llevar la oposición al poder, la administración Obama intensifica su presión para lograr que se active dicho mecanismo, informa El Nuevo Herald.
Según el diario miamense, el secretario de Estado, John Kerry, subió de tono la retórica contra el gobierno de Maduro en las últimas semanas. En Buenos Aires, durante una visita diplomática, acusó al ejecutivo de Miraflores de dilatar el proceso y pidió que el referendo se celebre antes de 2017.
“En este momento estamos profundamente preocupados por la negativa de Venezuela a participar de una forma robusta y productiva en el diálogo, y de atender a las necesidades del pueblo venezolano”, dijo el funcionario estadounidense.
La situación en Venezuela preocupa cada vez más a la Casa Blanca. Un alto cargo del Departamento de Estado dijo que la administración Obama seguiría apoyando el diálogo entre Maduro y la oposición. Sin embargo, el presidente venezolano ha mostrado durante los últimos meses que “está haciendo lo posible por evitar” el referendo este año, con el cual cabría la posibilidad de que el Partido Socialista Unido de Venezuela se quedara fuera del poder.
Maduro ha dicho que si se realiza una votación, esta no será hasta próximo año. Su propuesta de cronograma indica que no habría un referendo hasta enero o febrero, al final del periodo de 90 días con que cuenta el Consejo Nacional Electoral para convocar el referendo. Encuestas de opinión muestran que el presidente perdería el revocatorio y ya la oposición ha reunido las firmas suficientes para la segunda parte del plebiscito.
Si el referendo se celebra antes del 10 de enero y Maduro pierde, se convocarían a nuevas elecciones presidenciales. Pero si la votación es más tarde y pierde el chavismo, todavía le quedaría el recurso de que el actual vicepresidente permanezca en el ejecutivo hasta 2019.
La situación venezolana ha empeorado en los últimos meses. Se han producido motines y saqueos, y miles de venezolanos han cruzado la frontera con Colombia para conseguir alimentos.
Autoridades de EE.UU. han estado organizando a reuniones para analizar la crisis del país sudamericano. La pasada semana en Miami el almirante Kurt W. Tidd, jefe del Comando Sur, convocó a expertos para discutir qué podría suceder en Venezuela.
El vicepresidente del Consejo de las Américas y exfuncionario del Departamento de Estado, Eric Farnsworth, estima que la situación en Venezuela se está deteriorando y ha llamado a Estados Unidos y líderes continentales, como la Organización de Estados Americanos, a prepararse en caso de que siga empeorando y ocurra un estallido social.
“No creo que es momento para planeación de emergencias, probablemente ya es tarde para eso. Esta es una forma, sin tener que forzar el asunto, de tener reservas listas por si hace falta”, añadió Farnsworth.